La crisis de Flint no ve la luz al final del túnel
Una nueva demanda se ha presentado contra los responsables de la crisis que se desató en 2014
Read in English: Flint’s water crisis is far from over
Abogados han presentado una demanda colectiva contra dos firmas de ingeniería, funcionarios de la ciudad de Flint, Estados Unidos y funcionarios estatales, incluyendo al gobernador de Michigan, Rick Snyder y el ex tesorero del estado, Andy Dillon, sobre el agua contaminada con plomo. Diez de los 21 bufetes están fuera de Michigan. Por la acción colectiva, comenzará el largo proceso a través de las cortes federales.
Alrededor de 100.000 residentes de Flint “han experimentado y seguirán sufriendo graves lesiones personales y daños materiales causados por la conducta deliberada, imprudente y negligente de los acusados”, dice la demanda.
También se argumenta que las firmas de ingeniería y los funcionarios gubernamentales no trataron, como lo establece la constitución, a los residentes de Flint, quienes son, principalmente, afroamericanos, de la misma manera que a los residentes predominantemente blancos del condado de Genesee. La demanda en nombre de los 100.000 residentes del lugar y otros usuarios de su sistema de agua también dice que los acusados actuaron de manera imprudente y no respetaron los derechos al debido proceso de los residentes del área.
Theodore Leopold, abogado principal en el caso, dijo que está satisfecho con la consolidación de los bufetes porque permite que el caso avance más rápidamente. “Este caso ha estado prolongándose demasiado tiempo y, por desgracia, ni el gobernador ni ninguno de los otros acusados han estado dispuestos a tomar medidas y asumir la responsabilidad”, dijo Leopold al presentar la demanda. Este abogado asegura que tomará dos años más para traer el caso a un juicio con jurado.
El problema de la contaminación del agua potable de Flint comenzó en abril de 2014 cuando el pueblo cambió su fuente de agua tratada del Departamento de Agua y Alcantarillado de Detroit (proveniente del Lago Hurón y el Río Detroit) al Río Flint. Los funcionarios no aplicaron inhibidores de corrosión al agua. Como resultado, hubo una serie de problemas que culminaron con la contaminación por plomo creando un grave peligro para la salud pública. Solo hasta 2015 se volvió a cambiar la fuente de agua, pero el daño ya se había consumado.
La calidad del agua ha mejorado hasta el punto de que los niveles de plomo están dentro de las directrices federales, pero se todavía se persuade a la gente a beber sólo agua filtrada o embotellada hasta que todos los tubos de la ciudad sean reemplazados. El Ayuntamiento de Flint se niega a aprobar un contrato de 30 años con el sistema regional de agua de Detroit, argumentando que puede encontrar una alternativa más barata. El problema radica ahora que los ciudadanos no pueden esperar más tiempo y la administración de Flint no agiliza el proceso.
Latin American Post | Carlos Eduardo Gómez Avella
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