Hienas moteadas: ¿inmunes a las enfermedades?
A pesar de que están expuestas a todo tipo de patógenos y potenciales infecciones, se tienen muy pocos registros de muerte por enfermedades
A pesar de que las hienas moteadas, carroñeras por excelencia de la sabanas africanas, están expuestas a todo tipo de patógenos y potenciales infecciones, se tienen muy pocos registros de muerte de estos animales por enfermedades, lo que condujo a un equipo de científicos de la Universidad de Texas en Estados Unidos a hacerse varias preguntas, a sugerir varias hipótesis y a adelantar una investigación para determinar si las hienas no se mueren por enfermedades.
Inicialmente, la evidencia de resistencia que tienen las hienas a diversos patógenos que fácilmente enfermarían a otros animales e incluso los matarían hace suponer que su sistema inmunológico es supremamente fuerte y que está en capacidad de contrarrestar casi cualquier ataque microbiano.
Todos los vertebrados contamos con un sistema inmunológico que combate los antígenos, cuerpos extraños como bacterias y virus que son rechazados por el cuerpo. A través de una reacción bien organizada del sistema inmunológico, nos podemos defender de muchas infecciones que se presentan en una medida u otra dependiendo de los hábitos alimenticios y de higiene que cada organismo tenga.
Estudios científicos han demostrado que es importante, en alguna medida, la exposición microbiana para el desarrollo, fortalecimiento y consolidación del sistema que repele las infecciones y al parecer las hienas, tienen este sistema bastante desarrollado. Para demostrarlo, Andrew S. Flies, inmunólogo y becario postdoctoral de la Universidad de Tasmania, llevó a cabo una investigación en la que comparó las diferencias entre las hienas en estado silvestre y aquellas que se encuentran en cautiverio, encontrado interesantes resultados.
Las hienas que se encuentran recluidas en zoológicos y centros de investigación cuentan con mejores condiciones de higiene en sus cubículos y jaulas, recolección de heces, aseo periódico a las áreas de confinamiento, comida fresca y de buena calidad y un sinnúmero de cuidados que reducen las posibilidades de contraer alguna infección y enfermar. Por el contrario, aquellas que se encuentran en vida silvestre, tienen otro tipo de condiciones, nadie limpia sus madrigueras ni vela por el buen estado de la carne que consumen, tampoco nadie ahuyenta los buitres y demás carroñeros con quienes comparten muchas veces parte de las presas que consumen en las llanuras africanas.
Se estudiaron los anticuerpos presentes en la sangre de las hienas en cautiverio comparadas con aquellas que se encuentran en libertad encontrando que las hienas en entornos naturales cuentan con un mayor concentración de anticuerpos séricos, dispuestos en el organismo para combatir y contrarrestar las enfermedades ocasionadas por virus, bacterias y alérgenos.
En la medida en que el cuerpo esté más expuesto a un ambiente sin condiciones de higiene óptimas, se generan más anticuerpos que significan defensas más altas contra las enfermedades potenciales. Las muestras de sangre de las hienas en libertad mostraron más altas concentraciones de IgG e IgM totales, anticuerpos naturales. Los científicos expusieron el suero de las dos poblaciones a diferentes bacterias. En los dos casos, la respuesta de anticuerpos fue similar, pues el sistema inmunológico tanto de las hienas en libertad, como de la población cautiva, tuvo la capacidad de responder con eficacia eliminando la potencial amenaza bacteriana.
Los estudios comparativos entre el sistema inmune de animales silvestres podrán ayudar a comprender la manera como el ambiente puede incidir en la respuesta inmune y facilitar la investigación sobre las actuales hipótesis que relacionan la higiene con las respuestas inmunológicas de los distIGNORE INTOs organismos.
Latin American Post | Alberto Castaño Camacho
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