Los Arhuacos tratan de salvar a la Sierra Nevada
El Ideam confirmó que los picos de nieve de la montaña costera desaparecerán en 30 años
La Sierra Nevada de Santa Marta situada al norte de Colombia es considerada la montaña costera más alta del mundo. Esta sufre, actualmente, un deshielo de tal magnitud que sus picos nevados desaparecerán en menos de 30 años, según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (Ideam), lo que ocasionará la desaparición de varios ríos, la muerte de bosques, hábitats y especies. Sus habitantes, los indios Arhuacos, han advertido del peligro del deshielo y realizan ritos ancestrales para compensar el daño a la madre naturaleza.
La Sierra Nevada de Santa Marta, declarada por la Unesco reserva de la biosfera y patrimonio de la humanidad en 1979, es la formación montañosa litoral más alta del mundo, con dos picos de 5.775 m de altitud: el pico Cristóbal Colón y el Simón Bolívar. Posee una gran variedad de ecosistemas, pisos térmicos que descienden hasta llegar al mar y multiplicidad de especies. Este paraíso sólo conserva en la actualidad 6.7 km2 de masa glaciar, cuando a finales del siglo XIX existían más de 83, como explicó el director del Ideam Omar Franco.
No es solo el ecoturismo el que se verá afectado por el deshielo, ni las visitas al Parque Arqueológico Teyuna “Ciudad Perdida”, sitio sagrado de los indígenas. La mayor cantidad de agua evaporada por el cambio climático en la sierra determinará en poco tiempo la escasez de este invaluable líquido para el ser humano, las plantas y los animales, cambios en el hábitat, muerte de especies y menoscabo de los cultivos que son el medio de vida de varios pueblos indígenas de la zona. Esta tragedia del ecosistema colombiano de alta montaña costera es también una alarma de lo que sufrirá todo el planeta en muy corto tiempo.
La Sierra está habitada por los grupos indígenas “Arhuacos” quienes, bajo la guía espiritual de su jefe “mamo”, consideran su deber proteger mediante rituales a la “gran madre” -la naturaleza- de sus hermanos menores -el hombre blanco- para detener el daño y mantener el equilibrio entre seres humanos y naturaleza. Para ellos los picos nevados de la sierra son el origen de la vida y de la sabiduría, son seres vivos, padres y guardianes de la humanidad. El hombre blanco, afirman los Arhuacos, en aras del desarrollo económico han dañado la naturaleza mediante la explotación de minas de carbón y la tala de bosques, que es lo que en últimas ha exacerbado el cambio climático.
Indudablemente el cuidado del planeta debe estar a cargo de todos. Aún vivimos aquí, así de simple.
Solo una acción global podrá al menos evitar más daño al planeta del que ya ha sufrido. Sin embargo, esta certeza se ilustra mejor en palabras de los Arhuacos: “…. Esta es la razón por la cual exigimos imperativamente a la humanidad un cambio en su comportamiento general, en su conducta hacia nosotros y en el trato que le da a la Madre Tierra, nuestra madre real -madre de todas las madres e hija de la gran madre sabiduría-. Todos estamos en deuda con ella. ¿Quién paga a la madre el aire que respiramos, el agua que fluye, la luz del sol? La madre universal reclama del hermano menor estos pagos. Solamente a través de los Mamos y mediante los pagamentos se hace posible la cancelación de estas deudas”.
Latin American Post | Aura L. Acevedo
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