Oro legal y responsable: una propuesta real al problema del mercurio
Más que la erradicación del mercurio de la minería, los verdaderos retos son la articulación interinstitucional y la acción con planes asertivos, como se discutió en el foro Mejor Sin Mercurio
El pasado 13 de marzo se llevó a cabo en Bogotá, Colombia, el foro Mejor Sin Mercurio siendo la oportunidad para que el gobierno, la comunidad internacional, empresas mineras, mineros tradicionales y la sociedad civil tuvieran un espacio de diálogo directo para la erradicación del mercurio en la minería. Foros Semana fue el encargado de dar cita a todos los invitados en los que el tema principal fue el reto que tiene el país de erradicar el mercurio de la actividad minera.
Si bien existía el objetivo que para el año 2018 Colombia fuera un país libre de mercurio, esta meta propuesta en 2013 aún está lejos de cumplirse. Sin embargo, tanto el gobierno como comunidades mineras aseguran que se está por buen camino, pero que el mayor reto que se tiene es poder cambiar la perspectiva cultural de una sociedad tradicional. El ministro de Medio Ambiente, Luis Gilberto Murillo, asegura que “llegar a una población a imponer proyectos dificulta la labor, la solución de fondo es acompañarlos desde la iniciativa de formalización, y ofrecer alternativas sujetas a cada comunidad específica, no se puede aplicar lo mismo en todas partes”.
No obstante, para el ministerio de minas y energía, la falta de articulación entre las mismas entidades del gobierno nacional dificulta la tarea de erradicación del mercurio y de educación a la comunidad. Carlos Cante, viceministro de minas, afirma que “sólo el ministerio de minas ha podido consolidar su forma de trabajo en el territorio, el acompañamiento del ministerio de protección social, del ministerio de medio ambiente, se ha viso truncado por la falta de desarrollo de un plan similar. Sin articulación, no hay resultados”. Cante es optimista y asegura que se hay una política integral, llegar a las comunidades no va a ser difícil, sino por el contrario más asertivo en la búsqueda del objetivo final.
Por otro lado, para las comunidades mineras, las directamente afectadas por el problema, el problema del mercurio y su continuidad en la minería se debe a la falta de acción por parte del gobierno. Para Adonay Alfonso, líder minero de Santa Rosa del Sur, Bolívar, “el dinero se gasta en estudios y en consultorías, pero cuando llega el momento de aplicación de una idea, ya no hay dinero y todo el empuje se pierde. Si le llega a una comunidad con sólo ideas, esta no se siente cómoda por falta de alternativas. También hay la base que todo plan es apto para toda mina, y las minas de bolívar son diferentes de Antioquia, Cauca, Huila y Chocó, los planes deben ser diferentes.”
Para la comunidad internacional por su parte, el compromiso de ellos no está solamente en el financiamiento, o la iniciativa social, sino también obligar a sus empresas a acogerse a planes ambientalmente sostenibles que además involucren a la sociedad local. El embajador de Canadá, Marcel Lebleu, entiende que las empresas son las que deben acoplarse al país que llegan y por lo mismo deben tratar de estandarizar sus prácticas. “Sólo con empresas comprometidas al no uso del mercurio se puede lograr la meta de quitar el mercurio de la ecuación, si las empresas quieren hacer su voluntad ya empezamos mal como comunidad ajena a un territorio”, afirma Lebleu.
En el bando de las empresas mineras, Mateo Restrepo, presidente de Continental Gold, afirma que en las grandes compañías el mercurio no está presente en la extracción de metales preciosos, sino que “sólo la minería ilegal y a pequeña escala hace uso del mercurio, el cual llega a manos de ellos ya sea por contrabando o por compra directa. A nosotros como empresas nos toca cumplir una normatividad y demostrar nuestros balances financieros, donde la compra del mercurio se redujo de manera tal que es prácticamente nula”.
El foro conto además con la presencia de líderes de comunidades mineras, como Nelly Borja, de itsmina, que proponen antes de cualquier iniciativa de erradicación de mercurio, educar a la población, y hacerla saber de los problemas que el mercurio trae con su uso.
El debate propuesto en el foro dejó ver la diferencia de posturas que hay frente a un mismo problema, pero al mismo tiempo dejó claro que la solución inmediata no es aplicar la ley de prohibición de mercurio, sino formalizar al minero tradicional, erradicar la ilegalidad y entender las diferencias culturales que hay que cada lugar de extracción. Pero más allá de estos puntos centrales, los panelistas piden que el debate se convierta en realidad y se proponga el cambio que permita dar solución de fondo al problema.
Latin American Post | Carlos Eduardo Gómez Avella
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