Termina la temporada de huracanes 2017, una de las más desastrosas de la historia
El último período de tormentas se caracterizó por la devastación a su paso y el establecimiento de nuevos récords
El pasado 30 de noviembre se cerró oficialmente la temporada de huracanes, una de las más devastadoras de los últimos tiempos. El balance deja ver que ha sido una de los periodos más críticos en términos de cantidad de eventos climáticos extremos como tormentas tropicales, huracanes y eventos ciclónicos, así como en cuanto a la destrucción en la zona del Atlántico, mar Caribe y Golfo de México.
Se presentaron 16 tormentas tropicales en una de las temporadas más prolíficas, de las cuales 10 se convirtieron en huracanes, 6 de ellas de categoría mayor. Las tormentas fueron clasificadas por la velocidad de sus vientos extremos y categorizadas en los niveles tres, cuatro o cinco.
“Ha sido una de las temporadas de mayor actividad de los últimos años, podría estar entre la séptima posición de las temporadas más fuertes en toda la historia, adicionalmente es importante señalar que desde el año 2012, no habíamos tenido una temporada en la que se superaran los 16 eventos ciclónicos como huracanes o tormentas tropicales”, aseguró el director de pronósticos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, IDEAM, Christian Euscátegui.
Las temporadas de huracanes se clasifican a través del “índice acumulado de energía ciclónica”, este resultado se obtiene a través de la medición de la intensidad combinada y la duración de las tormentas. De acuerdo a la National Oceanic and Atmospheric Administration, NOAA, la temporada 2017 ha sido la séptima más activa en la historia, según el registro que se lleva desde mediados del siglo IXI en 1851 y la más fuerte desde el año 2005.
Sin embargo, el gran número de tormentas no necesariamente guarda relación directa con el grado de destrucción que puede generar, pues en caso de que las tormentas tropicales y los huracanes no toquen tierra, la destrucción se verá disminuida. Al respecto Euscátegui señala que “más allá de haber sido una de las temporadas más prolíficas de los últimos años, también fue una de las más destructivas, siempre será recordada por Harvey, Irma y María”.
Frente al incremento en fortaleza, intensidad y número de eventos climáticos extremos, se tiende a pensar que gracias al cambio climático la tendencia es que cada año la temporada sea mucho más fuerte que la del año anterior, sin embargo, el jefe de pronósticos afirma que “podría tener incidencia el cambio climático, sin embargo, es importante mencionar que para poderlo aseverar, hay que hacer estudios profundos, no es correcto atribuirle todo al Cambio Climático antes de obtener evidencias científicas sin tener los suficientes elementos de juicio para poder afirmarlo con toda contundencia”.
Christian Euscátegui añade que “no necesariamente hay una tendencia a que cada temporada sea más fuerte, la temporada del 2018 será necesariamente más intensa y destructiva que la del 2017, lo que sí se puede advertir con absoluta seguridad es que ante aguas cálidas en el mar Caribe y el océano Atlántico, habrá mayor probabilidad de tener una temporada más intensa, o que sugiere a las diferentes entidades de gestión del riesgo de los distIGNORE INTOs países a prepararse con antelación ante la probabilidad de que se presenten este tipo de eventos”.
Raros y nuevos eventos climáticos en 2017
El 2017 no sólo marcó una de las más fuertes temporadas de huracanes de la historia, también aportó evidencias de raros fenómenos nunca antes presentados. Los eventos climáticos llevan a considerar cambios extremos en el comportamiento de las temperaturas oceánicas.
Irma es la primera tormenta tropical de la historia que asciende a la categoría de huracán en el océano Atlántico antes de llegar al mar Caribe en donde las aguas son más cálidas, según Patrick Galois, Météo France, del servicio meteorológico francés.
Irma también rompe el récord de duración con más de 33 horas con vientos superiores a los 295 km/h. Esta es una condición básica para que el evento climático sea categorizado en nivel 5, posición máxima de la escala Saffir-Simpson que mide estos eventos climáticos. En el 2013, el tifón Haiyan tuvo la mayor duración y dejó más de siete mil muertos en el archipiélago de Filipinas.
Irma no sólo fue el primer huracán en formarse en el Atlántico y el de mayor duración categoría 5, según el Centro de Gestión de Catástrofes y de Reducción de Riesgos Tecnológicos de Karlsruhe, en Alemania Irma fue el huracán más devastador en términos económicos al dejar pérdidas materiales por más de 10 mil millones de dólares.
El huracán Harvey también rompe récords en cantidad de lluvias en el estado de Texas, al establecer un nuevo récord de lluvias con 1.252 mílimetros según el Centro Nacional de Huracanes. El récord anterior data de 1978 y fue fijado con 1.219 milímetros generados por la tormenta tropical Amelia.
Finalmente, Irma y José se convirtieron en los dos huracanes activos de categoría 4 simultáneos, situación que no se presentaba desde 2010 y que anteriormente sólo se había presentado en 1935.
Puerto Rico, Barbuda, Dominica, el sur de La Florida, Houston y otros lugares del Caribe y el Golfo de México sufrieron la destrucción por los embates de la fuerte temporada 2017. Sin embargo, los habitantes de estas regiones nunca más se escucharán los nombres de Harvey, María e Irma en las listas de huracanes. El comité de huracanes para el Atlántico, Mar Caribe y Golfo de México, integrado por todos los países del Caribe, Centroamérica, norte de Suramérica y sur de los Estados Unidos, han decidido que gracias a su evidente destrucción, nunca más un huracán será conocido con esos nombres.
LatinAmerican Post | Alberto Castaño Camacho
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