Mujeres que reescriben la historia: Kiana, la reina de la heróica
Kiana, una mujer trans miembro de la mesa de víctimas del conflicto armado en la ciudad de Cartagena, Colombia, habla de su experiencia como reina de la diversidad sexual.
The Woman Post | Luisa Fernanda Báez Toro*
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(Esta pequeña crónica es la segunda parte de una serie escrita durante un viaje a la ciudad de Cartagena de Indias, Colombia. El objetivo del mismo fue recolectar historias de mujeres víctimas del conflicto armado que han encontrado en el arte una forma de superar su dolor).
Sale de la sala usando unos jeans blancos ajustados y una camiseta blanca con bordados hechos a mano. Lleva el cabello a la cintura, usa maquillaje y unas gafas rosas que ocultan gran parte de su rostro. Me saluda de beso y me pide que la deje organizarse antes de empezar a grabar.
Kiana Lacutiv Doria es una mujer trans miembro de la mesa LGBTI y de la mesa de víctimas del conflicto armado en la ciudad de Cartagena que a través de su experiencia ha tratado de empoderar y representar a las mujeres trans.
“En el 2014 fui elegida como reina de la diversidad sexual en Cartagena de Indias y utilicé este reinado como una plataforma para visibilizarme y enseñar que las mujeres trans existimos y estamos aquí para aportarle a la sociedad desde las distintas formas del ser”, me dice mientras se seca el sudor.
Durante varios años Kiana se ha encargado, por medio de su organización, de defender los derechos de la población LGBTI a través de la cultura. “A raíz de la cultura, el baile y todos los arraigos ancestrales que nos han dejado entendemos que la cultura es un elemento transformador para la sociedad.”
Al igual que miles de víctimas en nuestro país, la señorita Lacutiv reconoce que existe un abandono por parte del Gobierno en materia de garantías y prestación de servicios: “la verdad es que el Gobierno tiene una gran deuda con nosotras las víctimas del conflicto armado que hemos sido históricamente discriminadas y vulneradas”.
Según cuenta, a pesar de que ha luchado arduamente con su organización, el Gobierno nunca se ha sentado con las mesas distritales, departamentales o la mesa de víctimas LGBTI a escucharlas y atender sus necesidades.
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A la violencia sexual contra las personas diversas sexualmente en el marco del conflicto armado no se le ha prestado tanta atención, a pesar de que las mujeres trans y los hombres trans ponen la mayor cuota de violencia.
De acuerdo con un documento presentado por la Defensoría del Pueblo, esto sucede en gran medida porque no existen en la actualidad formas de registro que contemplen de manera separada las categorías de sexo, orientación sexual e identidad de género y el cruce de variables.
Según el mismo informe, las mujeres trans fueron torturadas, violadas sexualmente y limitadas en el desarrollo de su personalidad porque al ser vistas como hombres disfrazados de mujeres los actores armados se tornaban más violentos contra ellas.
Por su parte, “los hombres trans… sufren violencia sexual correctiva, embarazo no deseado como un mecanismo para que “aprendan” a asumir su condición biológica como mujeres” y son vistos como un mal ejemplo para la comunidad, según reporta la Defensoría del Pueblo.
“Somos muchas las mujeres trans pobres a las que nos ha tocado la desigualdad social y nos ha tocado ofrecer ciertos servicios o ciertas acciones que la sociedad misma nos ha propuesto para nosotras. No porque nosotras mismas no nos desempeñemos en cualquier ámbito de la sociedad sino porque la sociedad misma nos ha denigrado a ciertos oficios con los que muchas no estamos identificadas”, me dice Kiana.
Sin embargo, Lacutiv no se ve desesperanzada: para ella cada persona es un mundo, cada persona tiene un proyecto de vida y está aquí para reivindicarse, para generar un cambio y para luchar por sus derechos.
*Este texto fue realizado en septiembre de 2019, como parte de la tesis de pregrado de Luisa Báez.