Nicaragua: no muy diferente a Venezuela
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A pesar de que los ojos se centran en Venezuela, lo que pasa en Nicaragua no está muy lejos de parecerse a esa realidad, en especial por los abusos a los ciudadanos
Desde el 2018, Nicaragua se ha visto envuelta en una serie de protestas contra las reformas al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social, sumado al hecho de que miles de nicaragüenses salieron a exigir que el Daniel Ortega saliera del poder.
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Como consecuencia de lo anterior, aquellas personas que se manifiesten en contra de las reformas planteadas o en contra del gobierno de Ortega, sufren fuertes represiones, al punto de ser violentados, encarcelados o, inclusive, resultan asesinados por policías y paramilitares. Varias organizaciones que luchan por los derechos humanos han denunciado que por lo menos 325 personas han muerto a manos de la policía.
Entonces, ¿se podría afirmar que Nicaragua está viviendo una situación muy similar a la vivida en Venezuela? Aquí hay 5 razones para creerlo:
1. Derechos Humanos
El cierre de varios organismos que se dedican a velar por la garantía de los derechos humanos, como en el caso del Centro Nicaragüense de los Derechos Humanos (Cenidh), el cual era un centro donde la población podía “denunciar y obtener acompañamiento legal en sus respectivos casos de violaciones de derechos humanos”, de acuerdo con La Prensa; sumado con el exilio de otras organizaciones como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y el Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (Meseni), las cuales, por órdenes del régimen, fueron expulsadas del país, y agudizan más la crisis.
Asimismo, Michelle Bachelet, alta comisionada ante la ONU, expresó su preocupación en la falta de organizaciones, pues actualmente solo hay una, que es la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), y la cual ha denunciado que, durante las protestas la violación de derechos humanos va desde crímenes de lesa humanidad hasta la represión de los derechos a la libertad de asociación, libertad de expresión y reunión pacífica.
2. Censura de medios
A raíz de las protestas contra el régimen, varios medios que cubrían y denunciaban lo acontecido, fueron cerrados o censurados. Según La Prensa, al menos 66 periodistas independientes se han ido al exilio, hay un par de periodistas detenidos, y varios medios de comunicación han sido confiscados o tomados por la Policía Orteguista (PO). Frente a esto, Michele Bachelet, manifestó su preocupación debido a "que se han intensificado con redadas a medios de comunicación y detención de periodistas, incluso por presuntos delitos relacionados con el terrorismo".
Además, tres programas de televisión independientes y críticos, fueron prohibidos por las autoridades nicaragüenses, ya que criticaban al régimen de Daniel Ortega. La denuncia fue presentada por el periodista Carlos Fernando Chamorro, quien está exiliado en Costa Rica, y calificó el hecho como “un abuso de poder”.
#ESTANOCHE HOY EN YOUTUBE CONFIDENCIAL NICA Y FACEBOOK LIVE. Esperen hoy a las 8 p.m. la edición de Esta Noche a través de nuestras redes sociales. El director de Telcor, Orlando Castillo, aduce que el programa no tiene autorización para ser difundido por la señal de canal 12.
— Carlos F Chamorro (@cefeche) 23 de enero de 2019
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3. Migración
Según el Informe de Coyuntura 2018, dentro de las principales razones por la que miles de nicaragüenses salen del país, se encuentra “la contracción experimentada por la economía, la incertidumbre en el país desde que inició la crisis, inseguridad ciudadana y la falta de empleo”.
Se revela que alrededor de 60.000 ciudadanos han salido del país, donde el 41.2% han emigrado a Costa Rica, 24.2% a Panamá; 13.1% a Estados Unidos; 11.5 a España y 10% a otros países. Así, según datos de CID-Gallup, “el 20.8% de los nicaragüenses tenía al menos un miembro de su familia que ha migrado desde el inicio de la crisis de abril 2018”, como lo recuerda El Nuevo Diario.
4. Presos Políticos
Desde que las protestas empezaron, alrededor de 700 personas han sido detenidas por estar en contra del régimen. En una misión de la Unión Europea, los diputados manifestaron que como parte de una pronta solución a la crisis es necesario la “libertad provisional de los manifestantes presos, al menos bajo la figura de casa por cárcel, que cesen las limitaciones a las libertades y el acoso a los líderes sociales que ejercen derechos y libertades fundamentales y que permita la vuelta al país de los organismos internacionales defensores de los derechos humanos”.
De igual manera, negaron que en el país se haya intentado dar un golpe de estado como lo alega el régimen de Daniel Ortega, pues este razonamiento es “especulativo y partidista” y porque “no está sustentada en ninguna prueba”.
#Leon no se vende ni se rinde!
Libertad para nuestros presos políticos!! pic.twitter.com/5AyVfe6hKS— Liberaremos Nicaragua (@liberaremos) 4 de febrero de 2019
5. Crisis Económica
A pesar de que el país no tenía una economía muy poderosa, desde que la crisis se agudizó, la venta de automóviles, vivienda, consumo, servicios han disminuido. Además, se espera que con la reforma fiscal y la de Seguridad Social se incrementen los costos de producción y se disminuya el salario de los trabajadores.
De igual manera, según la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) si no se encuentra una pronta solución a la crisis, la economía sufrirá una contracción entre el 7.3% y el 10.9%. Además, según El Nuevo Diario, “Nicaragua podría regresar a los niveles de pobreza que tenía hace cinco años, alrededor de 30%”.
LatinAmerican Post | Laura Viviana Guevara Muñoz
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