AMÉRICAS

“No correré. No me esconderé “: Kuczynski

El poder legislativo intentará destituir al presidente por vínculos con Odebrecht

 

 

El presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, rechazó las demandas de renuncia por supuestos vínculos con compañías que recibieron pagos del contratista brasileño Odebrecht. El presidente también dijo que aceptará que los investigadores examinen sus cuentas bancarias. Kuczynski es investigado luego de que la Comisión de Investigación, encargada de estudiar la red de corrupción de Odebrecht, revelara que el presidente había recibido pagos de Odebrecht cuando era ministro de Estado de 2002 a 2006. Los pagos se hicieron a Westfield Capital, una compañía de propiedad de Kuczynski.

 

Durante una declaración en la televisión pública, Kuczynski reconoció haber sido propietario de la compañía Westfield Capital. Sin embargo, el mandatario afirmó que un socio comercial se ocupó de los contratos de Odebrecht durante ese tiempo, pues él tenía un trabajo público para el gobierno en ese entonces. “No voy a abdicar a mi honor, a mis valores o a mis responsabilidades como presidente de todos los peruanos”, dijo Kuczynski. “No correré. No me esconderé. No tengo ninguna razón para hacerlo”.

 

Antes de que Kuczynski hablara, los líderes de varios partidos en el Congreso -controlado por la oposición- declararon que buscarían sacarlo del poder si no se retiraba voluntariamente. Los dos partidos más grandes de Perú, que tienen suficientes escaños en el Congreso para destituir a Kuczynski, afirmaron que los legisladores podrían iniciar el proceso de impugnación de forma temprana a menos que Kuczynski renuncie. Sin embargo, la declaración transmitida por televisión dejó claro que Kuczynky no dejará el poder y enfrentará la situación.

 

El presidente había rechazado repetidas solicitudes para conversar con el “comité del escándalo Car Wash”, dirigido por legisladores de Fuerza Popular, el principal partido de la oposición. El mandatario había insistido en que solo respondería a las preguntas por escrito. No obstante, para los legisladores de Fuerza Popular ya es demasiado tarde y el proceso de destitución comenzará pronto.

 

Kuczynski pasó la mayor parte del jueves en el palacio presidencial con sus principales asesores tratando de idear una estrategia para enfrentar las acusaciones. A medida que crecían los rumores de que renunciaría, la bolsa de valores de Perú, hasta hace poco la preferida de los inversores extranjeros, tuvo su mayor caída en dos años. La bolsa cayó un 3,5 %.

 

Otros actores políticos de los partidos también están involucrados en el escándalo de corrupción de Odebrecht. El ex presidente Ollanta Humala está en prisión por el mismo tema, mientras que el ex presidente Alan García y la líder de la oposición Keiko Fujimori están siendo investigados. Odebrecht ha estado en el centro del mayor escándalo de corrupción en América Latina, desde que se dio a conocer que hubo sobornos a líderes políticos en una docena de países. Próximamente, se conocerán todos los receptores de los sobornos en Perú.

 

Steve Levitsky, politólogo de la Universidad de Harvard que ha pasado años estudiando Perú, asegura que Kuczynski ya era un presidente débil con poco apoyo legislativo antes de que las acusaciones de corrupción se materializaran. “Definitivamente parece estar muerto en el agua”, dijo Levitsky. El politólogo agrego que “no es que lo que hizo sea necesariamente ilegal, pero el hecho de que juró una y otra vez que no tenía vínculos con Odebrecht y que se demostró que era totalmente falso, debió aceptar desde el principio los pagos a Westfield Capital”.

 

LatinAmerican Post | Carlos Gómez

 

Copy edited by Marcela Peñaloza

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