La hija mayor del expresidente peruano, Alberto Fujimori, fue detenida en las últimas horas al ser acusada de lavar dinero

Keiko Fujimori, la líder del partido Fuerza Popular, fue arrestada preventivamente por 10 días tras ser acusada de lavar dinero. La investigación surge a raíz de que el fiscal de lavado de activos, José Domingo Pérez, la imputa de recibir $1.2 millones por parte de la empresa brasileña Odebrecht. 

El dinero habría sido recibido entre 2010 y 2011 para las campañas municipal y presidencial, como afirma  el diario Gestion de Perú. dentro de ese periodo de tiempo, según la Fiscalía, Keiko Sofía Fujimori habría obtenido un total de $2’454,366 de dólares. El partido político no ha podido justificar la procedencia de este dinero.

La detención se dio tras finalizar la audiencia, llevada a cabo el miércoles 10 de octubre, donde fue citada para responder por los presuntos dineros irregulares. Fue allí cuando la fiscalía ordenó la captura tras conocerse  “nueva información recibida por la fiscalía peruana de su par brasileña, en que se probaría que el partido de Keiko recibió aportes por 1,2 millones de dólares para su campaña de 2011", como lo indica el diario Semana.

Junto con Fujimori, 19 personas más son investigadas, dentro de los cuales se encuentra Jaime Yoshiyama, ex candidato a la presidencia y ex ministro, de quien se confirmó en las últimas horas que se encuentra fuera del país tras recibir una cirugía ocular. El abogado de Yoshiyama, Humberto Abanto, afirmó al diario RPP noticias que, “apenas estemos seguros de que puede trasladarse, va a venir al Perú, de todas maneras. Tendría que volver apenas los médicos lo autoricen. Él ha sido operado ayer, no puedo sacarlo de la cama para satisfacción de la galería”, concluyó.

Sin embargo, el ex jefe de Odebrecht en Lima, Jorge Barata, afirmó que “Yoshiyama y Bedoya (Augusto Bedoya, ex ministro de transporte) fueron los intermediarios” y que  “Odebrecht aportó US$1’200,000 a la campaña presidencial de la lideresa de Fuerza Popular. La entrega se hizo, en dos armadas de US$500 mil, a Jaime Yoshiyama, entonces secretario general de Fuerza 2011, y US $200 mil para Augusto Bedoya”, menciona el diario Perú21.

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Una semana dura para los Fujimori

El anuncio de detención se da una semana después de que a su padre, Alberto Fujimori, le negaran el indulto humanitario concedido por Pedro Pablo Kuczynski a finales del año pasado. En ese momento Keiko Fujimori se mostró conmovida, e incluso afirmó al medio peruano Gestión que “Hoy es el día más triste y doloroso de nuestras vidas, dado que uno de los jueces del país indique que, como no está moribundo (Alberto Fujimori) no tiene derecho a un indulto o por qué habría errores en la tramitación". 

Sin embargo, el nombre de la hija mayor del ex presidente peruano ha sonado varias veces en investigaciones relacionadas con corrupción, tal como el financiamiento de su campaña presidencial, acusaciones de lavado de dinero y cercanías con la constructora Odebrecht, como lo menciona el New York Times.

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¿El fin del fujimorismo?

El politólogo de la Pontificia Universidad Católica del Perú, en diálogo con el New York Times, afirma que “Creo que es un importante punto de debilitamiento del fujimorismo” y que “los fiscales ahora enfrentan una mayor presión para demostrar que están libres de cualquier influencia política”.

Por otro lado, para el ex procurador a cargo de la investigación de Alberto Fujimori, Antonio Maldonado y en diálogo con el diario La República, “Es un poco apresurado hablar del fin del fujimorismo. Algún efecto tendrá pero no lo va a definir una causa judicial sino el pueblo peruano, si quiere seguir atado al engaño, a la demagogia barata, al populismo falso, o si se quiere un despertar nacional que elimine al fujimorismo”.

Sin bien es muy pronto para hablar sobre la extensión del movimiento fujimorista que acompañó gran parte de la historia política peruana, no hay duda que la detención de Keiko Fujimori denota una pérdida de peso político, como lo afirma José Carlos Requena al diario El Comercio. Asimismo resalta que este golpe no puede unir al fujimorismo y que con eso solo puede haber dos escenarios posibles: excluir y tomar distancia con Keiko Fujimori y las investigaciones del partido o por el contrario defenderla y afirmar que todo ha sido un complot. 

LatinAmerican Post | Laura Viviana Guevara Muñoz

Copy edited by Luisa Fernanda Báez Toro
 

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