Opiáceos: ¿Qué son y por qué Trump pide muerte a sus traficantes?
Cada hora 7 personas mueren en EE.UU. por causa del consumo de opiáceos
Read in english: Opiates: What are they and why does Trump demand the death penalty for its traffickers?
Durante los últimos meses, Estados Unidos ha reforzado sus planes estratégicos para combatir la epidemia de opiáceos que afecta la nación. Es por ello que el mandatario Donald Trump anunció un plan para controlar la problemática, en el que se propone reforzar los contrales de venta y aplicar pena de muerte para los narcotraficantes que comercialicen dicha droga.
“Si no nos ponemos duros con los traficantes de drogas, estamos perdiendo el tiempo. Y esa dureza incluye la pena de muerte”, manifestó Trump durante un discurso en New Hampshire, agregando que los traficantes acaban con miles de vidas cada año y no son juzgados por esto.
El plan de Trump pediría la pena de muerte solo para ciertos narcotraficantes, principalmente los comercializadores de opiáceos, y para ello cuenta con el respaldo del Departamento de Justicia, que tras el anuncio del mandatario aclaró que se buscará la pena máxima contra los narcotraficantes “cuando sea apropiado según la ley actual”. No obstante, hasta el momento se desconoce la implementación legal que se llevaría a cabo para ratificar la solicitud del presidente.
¿Qué son los opiáceos?
De acuerdo con datos recogidos por la DEA, en 2016 al menos 63.600 personas murieron por causa del consumo de opiáceos. Esta cifra equivale a 174 fallecimientos diarios y 7 cada hora. La epidemia de opioides que desde 2015 reporta un crecimiento en EE.UU., se ha convertido en una de las principales causas de muerte en tal país, por encima de los accidentes de tránsito.
Los opiáceos son un grupo de medicamentos fabricados para servir como analgésicos o anestésicos, es decir, medicamentos utilizados para aliviar dolores severos. Sus propiedades permiten el bloqueo de la sensación de dolor al momento de unirse con receptores neuronales. En algunas ocasiones este tipo de droga puede ser recetada a pacientes con cáncer, enfermos terminales o que acaban de salir de una cirugía. Pero pese a su uso médico, el riesgo de adicción es alto y peligroso.
50 veces más potente que la heroína
Este tipo de drogas es 50 veces más potente que la heroína. Su consumo en dosis bajas puede provocar somnolencia y sensación de placer, pero aumentar la dosis o hacerlo en repetidas ocasiones genera una disminución del ritmo cardiaco y la respiración, ocasionando así la muerte del sujeto.
En EE.UU. un kilogramo de opiáceos está valorado entre 3.000 y 5.000 dólares, no obstante, esta misma cantidad puede llegar a comercializarse hasta en 80.000 dólares, según informa la DEA. En la nación del norte, gran parte de la población con escasos recursos llega a ser recetada con opioides, debido a la reducción de costos que implica la misma. Si un paciente con dolor crónico requiere terapia física y no puede pagarla, los opiáceos se presentan como la mejor solución.
El pasado octubre, el presidente Donald Trump declaró la epidemia de opiáceos como una “emergencia nacional de salud”, desde entonces el esfuerzo para liberar a los dependientes de esta droga se ha expandido de manera local por los estados que han usado recursos para combatir el flagelo. Es así como recientemente Los Ángeles y Nueva York anunciaron un nuevo aumento de fondos que suma 60 millones de dólares para reforzar el esquema de respaldo y apoyo a las víctimas de esta adicción.
Latin American Post | Krishna Jaramillo
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