Descubriendo raíces ancestrales: la documentación de ascendencia española abre las puertas a la nacionalidad
“Durante las vacaciones de Navidad, cuando estuvimos cerrados, se acumularon más de medio centenar de solicitudes de este tipo”, afirma su director, Dionisio Antolín. Destaca que muchos descendientes de emigrantes, principalmente de Argentina y Cuba, profundizan en los registros eclesiásticos para desenterrar sus raíces y solicitar la ciudadanía española.
Desbloqueando el patrimonio: nacionalidad española y vínculos familiares
Desde la aprobación de la Ley de Memoria Democrática, que permite a bisnietos de origen español solicitar la nacionalidad sin esperar a que sus padres, abuelos o tíos la obtengan previamente, los registros eclesiásticos han experimentado una avalancha de solicitudes.
Estas búsquedas arrojan la documentación necesaria para las solicitudes de nacionalidad y, en muchos casos, reconectan lazos familiares perdidos hace mucho tiempo. “Los hijos y nietos de los emigrantes están descubriendo a familiares, primos que muchas veces no sabían que tenían”, añade Antolín.
Obtener la nacionalidad española o rastrear el árbol genealógico de una familia hasta el año 1540 ha sido posible gracias a los registros de la Iglesia Católica, que documentó meticulosamente cada nacimiento, matrimonio y muerte en cada pueblo español durante siglos.
En Palencia se han resguardado en unas nuevas instalaciones hasta 27.000 libros sacramentales repletos de millones de datos.
Una reubicación segura
El Archivo Diocesano de Palencia ha sufrido recientemente una importante reubicación. Anteriormente alojados en el palacio episcopal, el riesgo que suponían las instalaciones obsoletas para la integridad de los documentos impulsó a la Diócesis a trasladarlos a una nueva ubicación que garantice su conservación y accesibilidad.
El administrador apostólico de Palencia, Manuel Herrero, y el director del archivo, Dionisio Antolín, han inaugurado este martes la nueva sede dentro de las instalaciones del Seminario Mayor.
Este movimiento transportó la historia de los hombres y mujeres que vivieron en la provincia de Palencia desde 1540, cuando algunas parroquias astutas iniciaron sus registros iniciales, ya que estos no fueron obligatorios hasta 1563 con el Concilio de Trento.
Estos archivos abarcan muchos documentos y datos que cierran la brecha entre el pasado y el presente a través de certificados de nacimiento y bautismo, actas de defunción, certificados de matrimonio y confirmación, y todos los sacramentos recibidos por sus feligreses.
Estos libros ofrecen un testimonio de los habitantes de la provincia, “revelando con quién se casaron, los hijos que tuvieron, quiénes fueron los padrinos”, explica Antolín, y permiten construir el árbol genealógico de cualquier familia desde 1540.
Una base de datos con 1,7 millones de registros
Actualmente, todo el archivo está siendo digitalizado e indexado, una tarea monumental realizada por 92 voluntarios que invirtieron innumerables horas. Sus esfuerzos silenciosos han permitido a personas como Antolín explorar su historia familiar, rastreando su apellido hasta 1570 en su ciudad natal de Villanueva del Río.
Este esfuerzo permitirá a cualquier persona interesada hacer lo mismo profundizando en una base de datos en crecimiento. Se han digitalizado alrededor de 5.000 libros, lo que ha contribuido a 1,7 millones de registros.
“Cada registro incluye el nombre y apellido de una persona, los nombres de sus padres, su fecha de nacimiento, bautismo, padrinos, abuelos maternos y paternos….”. Y cada día se añaden entre 1.700 y 2.000 registros”, añade.
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Además, próximamente se podrá acceder a esta base de datos a través de un sitio web, eliminando la necesidad de realizar búsquedas en los ordenadores ubicados en la sala principal del nuevo archivo. Este salto tecnológico hará que la riqueza de información histórica y genealógica sea aún más accesible para quienes buscan desenterrar sus raíces.