Patrimonio

Nuevos descubrimientos sobre los enormes tesoros del naufragio de San José en Colombia

Exploraciones recientes del galeón español San José del siglo XVIII, conocido como el “santo grial de los naufragios”, han descubierto nuevos artefactos frente a la costa de Colombia. Sin embargo, la propiedad de su tesoro estimado en £16 mil millones sigue siendo ferozmente disputada.

En las aguas profundas de la costa de Colombia se encuentra el San José, un galeón español del siglo XVIII al que a menudo se hace referencia como el “santo grial de los naufragios”. Hundido por la Armada británica en 1708 durante la Guerra de Sucesión Española, el barco transportaba uno de los mayores tesoros jamás perdidos en el mar: un estimado de £16 mil millones en oro, plata y esmeraldas. Descubierto en 2015 en un lugar secreto, el barco ha permanecido prácticamente intacto hasta ahora. En mayo de 2024, comenzó la primera exploración robótica de los restos del naufragio, que reveló un nuevo tesoro de artefactos y reavivó los debates sobre la propiedad legítima de la invaluable carga del barco.

El San José no era un barco cualquiera. Como parte de la flota de la Armada española, tenía la tarea de transportar una gran riqueza desde el Nuevo Mundo de regreso a España. En 1708, el barco zarpó de Portobelo, Panamá, cargado con monedas de oro y plata, esmeraldas y otros bienes valiosos para financiar la guerra en curso de España contra Gran Bretaña. Pero el San José nunca completó su viaje. El 8 de junio de 1708 fue interceptado por una escuadra británica cerca de Cartagena, Colombia. En la batalla que siguió, el barco fue alcanzado, encendiendo su cargador de pólvora y enviando al barco (y a sus casi 600 miembros de tripulación) al fondo del Mar Caribe.

Durante siglos, la ubicación exacta de San José siguió siendo un misterio, lo que alimentó leyendas e inspiró a cazadores de tesoros. No fue hasta 2015 que el gobierno colombiano finalmente localizó los restos del naufragio con la ayuda de tecnología avanzada. El descubrimiento fue celebrado como uno de los hallazgos marítimos más importantes de todos los tiempos, pero también preparó el escenario para una compleja batalla legal sobre la propiedad del barco y sus tesoros.

Nuevos descubrimientos: la exploración de 2024

Casi una década después de su descubrimiento, el San José vuelve a estar en el punto de mira. En mayo de 2024, el Instituto Colombiano de Antropología e Historia, junto con otras instituciones de investigación, lanzaron la primera exploración robótica de los restos del naufragio. Utilizando tecnología submarina avanzada, los investigadores han comenzado a descubrir nuevos artefactos que brindan información más profunda sobre los momentos finales y el pasado histórico del barco.

Entre los hallazgos recientes se encuentran un ancla, botellas de vidrio e incluso un orinal, elementos que, aunque aparentemente mundanos, ofrecen una mirada a la vida cotidiana de quienes están a bordo del barco. Según Alhena Caicedo, directora del Instituto Colombiano de Antropología e Historia, estos descubrimientos incluyen “una serie de materiales nuevos que no habíamos visto antes”, como restos del casco de madera del barco, clavos, tinajas y cerámicas.

Caicedo destacó la importancia de estos hallazgos y señaló que han “ampliado enormemente nuestro conocimiento” sobre San José. La preservación de estos artefactos, sumergidos durante más de tres siglos, ofrece evidencia arqueológica invaluable que podría arrojar luz sobre la construcción del barco, las condiciones a bordo y las circunstancias exactas de su hundimiento.

¿A quién pertenece el San José?

Si bien los tesoros de San José siguen enterrados bajo el mar, el debate sobre su legítima propiedad ha surgido con renovada intensidad. En el centro de esta controversia se encuentran tres demandantes principales: el gobierno colombiano, España y el pueblo indígena Qhara Qhara de Bolivia. Cada uno ha reclamado las riquezas del barco, invocando la historia, el derecho internacional y argumentos morales para respaldar sus casos.

Colombia, donde se encontró el San José, ha hecho valer su reclamo sobre el barco y su contenido. El presidente Gustavo Petro ha hecho de la recuperación del naufragio una prioridad de su administración, prometiendo recuperar y preservar los artefactos antes de que termine su mandato en 2026. San José representa un hallazgo arqueológico importante para Colombia y una fuente potencial de orgullo nacional y beneficio económico.

Los funcionarios colombianos sostienen que el naufragio dentro de las aguas territoriales del país cae bajo su jurisdicción. Además, enfatizan la importancia de preservar los artefactos como parte del patrimonio cultural de Colombia, con planes para exhibir los artículos recuperados en museos para que el público los aprecie.

El reclamo de España: un barco de Estado

España, sin embargo, impugna el reclamo de Colombia, argumentando que San José sigue siendo propiedad del Estado español. Según España, el galeón era un “buque de Estado” en el momento de su hundimiento, lo que significa que formaba parte de la Armada española y, por tanto, disfrutaba de protecciones especiales según el derecho internacional. España ha citado la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS), que protege los buques de guerra hundidos y su contenido como propiedad soberana, para reforzar su posición. Sin embargo, Colombia no es signataria de esta convención, lo que complica el panorama legal.

El argumento de España no es sólo sobre la propiedad sino también sobre la importancia histórica y cultural del San José. Las autoridades españolas ven el barco como un símbolo de la historia marítima de la nación y desean repatriar su contenido a España.

Otro aspecto del debate son los reclamos del pueblo indígena Qhara Qhara de Bolivia. Los Qhara Qhara afirman que los colonizadores españoles inicialmente extrajeron el oro y la plata a bordo del San José de sus tierras ancestrales. Argumentan que la riqueza les fue arrebatada injustamente y debería ser devuelta a sus legítimos dueños: los descendientes de quienes sufrieron bajo la explotación colonial.

El reclamo de Qhara Qhara destaca la cuestión más amplia de los artefactos de la era colonial y la lucha actual de las comunidades indígenas para reclamar su herencia cultural. Para ellos, San José no es sólo un naufragio sino un símbolo de injusticias históricas que aún no se han abordado plenamente.

La participación de la empresa de salvamento Sea Search Armada (SSA), con sede en Estados Unidos, complica aún más la disputa por la propiedad. La SSA afirma que descubrió por primera vez la ubicación de San José en la década de 1980 y desde entonces ha emprendido acciones legales para hacer valer sus derechos sobre una parte del tesoro. La empresa ha presentado una demanda contra Colombia ante la Corte Permanente de Arbitraje de las Naciones Unidas, solicitando una compensación de 7.800 millones de libras esterlinas.

La participación de la SSA plantea interrogantes sobre el papel de las empresas privadas en la recuperación de naufragios históricos y la ética de sacar provecho del patrimonio cultural. El resultado legal del reclamo de la SSA podría sentar un precedente para futuros casos relacionados con la arqueología subacuática y la búsqueda de tesoros.

A medida que continúa la exploración del San José, también continúa el debate sobre su futuro. El gobierno colombiano enfrenta un delicado acto de equilibrio: recuperar los tesoros del barco mientras navega por las complejas cuestiones legales y éticas que rodean su propiedad. El presidente Petro ha expresado su compromiso de preservar los artefactos para su exhibición pública, pero quedan dudas sobre cómo se utilizará la riqueza, si se recupera, y si beneficiará al pueblo colombiano o estará sujeta a reclamos internacionales.

También existen preocupaciones sobre el potencial de explotación comercial del naufragio. Si bien el gobierno colombiano se ha comprometido a proteger el sitio, la participación de empresas privadas y el inmenso valor del tesoro podrían generar conflictos sobre la preservación versus la explotación del San José.

Un naufragio de importancia global

El galeón San José es más que un simple barco hundido; es un nexo entre la historia, la arqueología y el derecho internacional. Los artefactos y tesoros que contiene tienen el potencial de brindar información invaluable sobre el pasado, pero también plantean preguntas desafiantes sobre la propiedad, la justicia y el legado del colonialismo.

Mientras el mundo observa la exploración en curso del San José, las decisiones que se tomen en los próximos años tendrán implicaciones de gran alcance, no sólo para Colombia sino para la comunidad global. La forma en que se maneje este naufragio podría establecer un nuevo estándar en la forma en que el mundo aborda la recuperación y preservación del patrimonio cultural subacuático.

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Al final, el San José es un recordatorio de que la historia nunca está realmente enterrada. Las historias de quienes navegaron en él, la riqueza que transportaba y las batallas libradas por su contenido continúan resonando, dando forma a nuestra comprensión del pasado y nuestro enfoque hacia el futuro.

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