Con las firmas encuestadoras desacreditadas por sus predicciones de las elecciones del 19 de noviembre, Chile queda a la incertidumbre de quién sucederá a Michelle Bachelet

Debido a las nuevas reglas electorales que se establecieron en el país austral, y que el voto en Chile es voluntario, muy pocos analistas se atrevieron a pronosticar el resultado de los comicios presidenciales y parlamentarios que se realizaron el domingo 19 de noviembre en el país. Una jornada en la cual las sorpresas fueron el plato más servido. Lo que sí se sabía de antemano, y con mucha seguridad, es que la próxima persona que gobierne el país encontrará condiciones económicas más favorables que las que enfrentó la presidenta saliente, Michelle Bachelet, debido principalmente al aumento de los precios de los productos que el país exporta.

Alrededor de 14,3 millones de chilenos estaban citados a las urnas para votar en los comicios presidenciales y parlamentarios; sin lugar a dudas, el protagonismo se lo llevaron las encuestas debido a que su margen de acierto fue muy reducido, pues daban al ex presidente Sebastián Piñera, del centro derecha, unas proyecciones superiores y a Beatriz Sánchez, de la izquierda, unos resultados nefastos a comparación de los realmente obtenidos. Alejandro Guillier se posicionó con tan solo un 1.3% superior a Sánchez como el candidato que correrá en la segunda vuelta.

Efectivamente, a pesar de que ninguna encuesta lo predijo, el Frente Amplio, liderado por Beatriz Sánchez, obtuvo el 20,7% de los votos. Las encuestas nunca le dieron más del 10%. Incluso la más acreditada de todas, la del Centro de Estudios Públicos (CEP) –que usualmente es usada por los candidatos y los medios de comunicación como reflejo más acertado de resultados- habló de un 9% para el Frente Amplio. Cifra que no solo se dobló, sino que posiciono al partido como una fuerza opositora. El Frente Amplio pasó de 3 diputados a 20.

Respecto al panorama presidencial, el camino es aún largo y el resultado incierto. Piñera, que ya daba por asegurado su triunfo -incluso en primera vuelta, según algunos vaticinios- no llegó ni al 40%. Logró un 36.6% que lo deja en una posición incierta de cara a la segunda vuelta, a realizarse el 17 de diciembre. Piñera en su discurso, al celebrar los resultados, saludó inmediatamente a la extrema derecha, que obtuvo cerca del 8% de votos, que sin embargo no le garantizan una victoria el próximo mes.

Debido al triunfo de Frente Amplio, todos los ojos están puestos en Beatriz Sánchez y la decisión que ésta pueda tomar para formar una coalición para la victoria. El debate en los próximos días se trasladará al Frente Amplio y a la decisión que se tome -apoyar o no a Guillier en diciembre-. Sánchez, en su discurso, habló de la Asamblea Constituyente, el fin a la privatización del agua y el sistema privado de pensiones, puntos de vista que podrá usar en una posible alianza con Guillier.

Latin American Post | Carlos Eduardo Gómez Avella

Copy edited by Susana Cicchetto