Chile reabre investigación sobre la misteriosa muerte de Pablo Neruda
Catorce años después de las consultas iniciales, la Corte de Apelaciones de Chile ordena la reapertura de la investigación sobre la muerte del premio Nobel Pablo Neruda, desafiando la narrativa de su desaparición posterior al golpe de Pinochet y reavivando los debates sobre el terrorismo de Estado y la responsabilidad histórica.
Reapertura de la investigación
En un acontecimiento judicial significativo, la Primera Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, Chile, ordenó la reapertura de la investigación sobre la muerte del estimado poeta y premio Nobel del país, Pablo Neruda. Esta decisión se produce 12 días después del golpe militar liderado por Augusto Pinochet en septiembre de 1973, un período tumultuoso marcado por agitación política y violencia patrocinada por el Estado. La directiva de revisar el caso subraya una búsqueda persistente de la verdad por parte de la familia de Neruda y el Partido Comunista, al que Neruda estuvo afiliado durante toda su vida.
La decisión unánime de reactivar la investigación surgió del reconocimiento de que investigaciones anteriores no habían agotado todas las vías para determinar de manera concluyente las circunstancias de la muerte de Neruda. El poeta, reconocido por su obra “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”, murió en condiciones sospechosas en la Clínica Santa María de Santiago el 23 de septiembre de 1973, justo cuando se disponía a exiliarse en México.
Durante años, la postura oficial atribuyó la muerte de Neruda a complicaciones derivadas de un cáncer de próstata avanzado. Sin embargo, esta narrativa ha sido cuestionada por personas cercanas a Neruda, incluido su chofer y secretario personal, Manuel Araya, cuyas acusaciones de juego sucio llamaron la atención pública sobre la posibilidad de que Neruda fuera envenenado por agentes de la dictadura.
Esta reapertura no sólo da nueva vida a una búsqueda de larga data de claridad, sino que también se alinea con esfuerzos más amplios en toda América Latina para enfrentar las injusticias del pasado y examinar las acciones de los regímenes autoritarios. Se han iniciado investigaciones similares en países como Argentina y Uruguay, donde continúan los esfuerzos por descubrir la verdad sobre las desapariciones y muertes bajo dictaduras militares.
La resistencia inicial del juez
La jueza Paola Plaza, encargada de discernir si Neruda sucumbió a su enfermedad o fue efectivamente víctima de un envenenamiento, inicialmente cerró el caso en septiembre y se resistió a reabrirlo en diciembre. Sin embargo, la persistencia de la familia de Neruda y del Partido Comunista, pidiendo un examen exhaustivo, ha favorecido ahora al sistema judicial.
Elizabeth Flores, abogada de la familia, elogió la decisión como una reivindicación de su prolongada batalla por la transparencia, enfatizando la naturaleza crítica de la investigación no sólo para el legado de Neruda sino para la verdad histórica. Juan Andrés Lagos, del Partido Comunista, destacó la importancia de la decisión al reafirmar las acusaciones de terrorismo de Estado durante el régimen de Pinochet, sugiriendo un contexto más amplio de opresión dictatorial y violaciones de derechos humanos.
Curiosamente, la investigación dio un giro dramático en 2017 cuando un panel de expertos internacionales descubrió rastros de “clostridium botulinum”, una bacteria que causa el botulismo, en los restos de Neruda. Este hallazgo contradijo la narrativa de larga data sobre el cáncer y sugirió una intervención externa, validando potencialmente las afirmaciones del envenenamiento de Neruda. Esta bacteria, que normalmente se encuentra en el suelo o en alimentos enlatados mal conservados, puede provocar problemas neurológicos graves y la muerte, lo que complica aún más la narrativa de la muerte de Neruda.
El último fallo del tribunal exige nuevas líneas de investigación, incluido el análisis forense del certificado de defunción y declaraciones adicionales de los testigos. Lo más importante es que exige una revisión exhaustiva de los hallazgos forenses de los paneles internacionales de las universidades McMaster y Copenhague, con el objetivo de interpretar de manera concluyente la presencia de la toxina botulínica en el cuerpo de Neruda.
Demanda de reconciliación
Esta directiva judicial refleja una demanda creciente dentro de Chile y en la región latinoamericana en general de reconciliación con el pasado. Al revisar casos como el de Neruda, las sociedades están lidiando con los legados de sus historias autoritarias, buscando justicia para las víctimas de la violencia estatal y luchando por la precisión histórica.
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A medida que avanza esta investigación, simboliza más que la búsqueda para determinar la causa de la muerte de Neruda; representa un esfuerzo colectivo para enfrentar las sombras de la dictadura, desafiar las narrativas impuestas por regímenes opresivos y afirmar la resistencia de la verdad frente a la ofuscación histórica. Esta renovada investigación sobre los últimos días de Neruda subraya la importancia perdurable de su legado literario y político y refleja la lucha más amplia por la justicia y la transparencia en una región que aún se enfrenta a las cicatrices de su pasado autoritario.