El recuento de muertes en los conflictos entre pandillas en Haití aumenta a casi 5.000 al año
En Haití, la violencia de las pandillas ha aumentado de manera alarmante: los asesinatos aumentaron un 110% el año pasado, lo que expone problemas profundamente arraigados en la aplicación de la ley y la estabilidad política del país.
La crisis se intensifica: aumenta la violencia de pandillas en Haití
Haití, una nación que durante mucho tiempo ha luchado contra la inestabilidad política y la pobreza, ahora enfrenta una creciente crisis de violencia de pandillas. El Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, en un informe reciente, ha destacado un asombroso aumento de la violencia: el número de personas asesinadas aumentó más del 110% el año pasado, alcanzando un total desgarrador de 4.789 muertes.
Este aumento de la violencia relacionada con las pandillas, los secuestros y las agresiones sexuales, particularmente contra mujeres y niñas, subraya un empeoramiento de la situación de seguridad en Haití, marcada por una impunidad generalizada y una falla de los mecanismos estatales para proteger a sus ciudadanos.
Guterres expresó su profunda alarma por el nivel de violencia de las pandillas, que no sólo se ha intensificado en las zonas urbanas sino que también se ha extendido a las regiones rurales, desestabilizando aún más el país. Esta expansión de la influencia de las pandillas a tierras agrícolas clave plantea una amenaza significativa para la seguridad alimentaria y la estabilidad económica de Haití. La situación se ve exacerbada por el hecho de que la fuerza policial haitiana, ya superada en armas y número, no ha podido contrarrestar eficazmente el creciente poder y control territorial de las pandillas.
Escasez de mano de obra y ataques a estaciones
El informe arroja luz sobre el terrible estado de la policía nacional, que ahora cuenta con solo 13.196 efectivos tras la salida de más de 1.600 agentes en 2023.
Esta escasez de personal se ve agravada por el hecho de que una de cada diez comisarías de policía en todo el país ha sido atacada y muchos de los vehículos blindados de la fuerza han quedado inoperables tras enfrentamientos con pandillas.
Para complicar la situación está la táctica de las pandillas de usar uniformes policiales falsos para llevar a cabo secuestros, erosionando la confianza pública en las fuerzas del orden y alimentando un ciclo de miedo y violencia. El informe señaló un sorprendente aumento del 83% en los secuestros, con 2.490 incidentes registrados durante el año.
Repatriación forzada y secuestros en aumento
Estos secuestros, que a menudo tienen como objetivo a personas que viajan no sólo al norte sino cada vez más al sur de la capital, han obligado a muchas víctimas a vender sus casas y pedir préstamos para pagar rescates, hundiéndolas en la desesperación financiera.
El impacto humanitario de esta crisis es profundo. La agencia de migración de las Naciones Unidas estima que más de 206.000 personas fueron repatriadas por la fuerza a Haití durante todo el año, el 96% de las cuales procedían de la vecina República Dominicana. En septiembre, los controles fronterizos más estrictos de la República Dominicana dieron como resultado la repatriación de 23.000 personas sólo en ese mes.
Además, el número de inmigrantes haitianos que ingresan a Honduras con la esperanza de viajar hacia el norte se ha disparado, multiplicándose por 23 de julio a octubre.
Las familias luchan en medio de la violencia y el desplazamiento
En medio de este telón de fondo de violencia y desplazamiento, las familias en Haití que acogen a amigos y familiares que perdieron sus hogares enfrentan una carga enorme. El país, que ya es el más pobre del hemisferio occidental, está celebrando su quinto año de recesión, con un aumento vertiginoso de los precios de los alimentos exacerbado por las pandillas que extorsionan con impuestos ilegales y bloquean las rutas de transporte.
Esta situación no sólo socava la estabilidad económica de los hogares individuales sino que también amenaza el tejido socioeconómico más amplio de la nación.
Llamado internacional de apoyo: Guterres insta a asistencia global
En respuesta a esta crisis, Guterres ha pedido apoyo internacional. Instó a los países a contribuir generosamente a una fuerza internacional voluntaria ratificada por la ONU a fines del año pasado para apoyar a la policía haitiana. Este llamamiento refleja la urgente necesidad de asistencia externa para reforzar la capacidad de Haití para combatir la violencia de las pandillas y restablecer el orden.
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No se puede subestimar la gravedad de la situación actual en Haití. La convergencia de desafíos políticos, de seguridad, de derechos humanos y humanitarios presenta un panorama complejo y desalentador. La creciente violencia de las pandillas no es sólo un síntoma de los desafíos para hacer cumplir la ley, sino que también refleja problemas más profundos relacionados con la inestabilidad política, las dificultades económicas y la desigualdad social.
El papel de la comunidad internacional a la hora de brindar apoyo, junto con un esfuerzo concertado por parte del gobierno haitiano para abordar estos problemas sistémicos, es fundamental para detener la marea de violencia y allanar el camino para un Haití más estable y seguro. El camino a seguir requerirá un enfoque multifacético, que aborde las preocupaciones inmediatas de seguridad y los factores subyacentes que contribuyen a la actual crisis del país.