Política

La nueva prohibición de asilo en la frontera entre Estados Unidos y México de Biden enfrenta desafíos

La reciente prohibición de asilo del presidente estadounidense Joe Biden, un paso significativo antes de las elecciones de noviembre, plantea interrogantes y enfrenta críticas, enfatizando las complejidades de la política de inmigración.

En una amplia acción policial de cara a las próximas elecciones de noviembre, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha instituido una amplia prohibición de asilo a los migrantes sorprendidos cruzando ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México. Esta medida marca un punto crítico en la presidencia de Biden, ya que la inmigración sigue siendo un tema fundamental que influye en el sentimiento de los votantes. La prohibición, que entrará en vigor poco después de la medianoche, permite la deportación rápida o el regreso a México de migrantes que cruzan ilegalmente, con excepciones para niños no acompañados, personas que enfrentan graves amenazas médicas o de seguridad y víctimas de trata, según el Departamento de Seguridad nacional.

Mientras Biden se prepara para una feroz batalla electoral contra el candidato republicano Donald Trump, la prohibición de asilo pone de relieve un cambio significativo en el enfoque de su administración hacia la seguridad fronteriza. Inicialmente, Biden prometió revertir muchas de las políticas restrictivas de inmigración de Trump. Sin embargo, los niveles récord de cruces ilegales han presionado a las autoridades fronterizas estadounidenses y han limitado los recursos en las ciudades que reciben a los recién llegados. Esta última medida subraya la respuesta de Biden a la creciente preocupación pública por el control de la inmigración y su intento de equilibrar la aplicación de la ley con consideraciones humanitarias.

Durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, Biden enfatizó que el acceso al asilo aún estaría disponible para los migrantes que se registren para citas usando la aplicación CBP One u otras vías legales en lugar de cruzar ilegalmente. “Esta acción nos ayudará a obtener el control de nuestra frontera y restablecer el orden en el proceso”, afirmó Biden. “Esta prohibición permanecerá vigente hasta que el número de personas que intentan ingresar ilegalmente se reduzca a un nivel que nuestro sistema pueda gestionar de manera efectiva”.

Reacciones y críticas

La decisión de Biden ha generado críticas de ambos lados del espectro político. Grupos de defensa de la inmigración, como la Unión Estadounidense de Libertades Civiles, han prometido impugnar la prohibición en los tribunales, acusando a Biden de adoptar políticas similares a las de Trump y de incumplir las obligaciones legales de Estados Unidos con los solicitantes de asilo. Por otro lado, los republicanos argumentan que la medida es insuficiente y tiene una motivación política, y tiene como objetivo reforzar la postura de Biden sobre la inmigración de cara a las elecciones.

Lee Gelernt, abogado de la ACLU, manifestó su intención de demandar por las nuevas restricciones. Mientras tanto, la campaña de Trump criticó a Biden por los altos niveles de inmigración ilegal y afirmó que eximir a los menores no acompañados fomentaría la trata de niños.

La nueva prohibición de asilo entra en vigor cuando el promedio diario de arrestos en la frontera supera los 2.500 durante una semana, un umbral actualmente superado, con un promedio de arrestos en la frontera de Estados Unidos de 4.300 por día en abril. La prohibición se detendrá cuando los arrestos caigan por debajo de un promedio de 1.500 por día durante tres semanas, un nivel visto por última vez durante los primeros meses de la pandemia de COVID-19 en julio de 2020.

Cuestiones clave sobre la implementación de la medida siguen sin resolverse, incluida cómo planea la administración deportar rápidamente a inmigrantes de países distantes y poco cooperativos y cuántos inmigrantes no mexicanos aceptará México bajo el nuevo régimen.

Las nuevas restricciones se parecen a las políticas implementadas por Trump, utilizando un estatuto legal conocido como 212(f), que sirvió de base para las prohibiciones de viaje de Trump que afectan a varias naciones de mayoría musulmana y otros países. La medida de Biden subraya las persistentes complejidades y sensibilidades políticas que rodean la política de inmigración de Estados Unidos.

Inmigración en América Latina

América Latina tiene una larga historia migratoria, influenciada por la inestabilidad política, las disparidades económicas y la violencia. Países como México, El Salvador y Honduras han visto un número significativo de ciudadanos migrar hacia el norte en busca de mejores oportunidades y seguridad. El impacto de las políticas de inmigración estadounidenses repercute en toda la región, influyendo en la política interna y las relaciones internacionales.

Las próximas elecciones presidenciales en México han añadido otra capa de complejidad al tema de la inmigración. Claudia Sheinbaum, recientemente elegida la primera mujer presidenta de México en una victoria aplastante, asumirá el cargo el 1 de octubre. Las restricciones fronterizas de Biden podrían ejercer presión adicional sobre Sheinbaum para gestionar y reducir los cruces fronterizos ilegales, continuando la relación de cooperación establecida por su predecesor, Andrés Manuel López. Obrador.

La administración de Biden ha impulsado una mayor cooperación con México y otros países latinoamericanos para abordar las causas fundamentales de la migración, incluidas la pobreza, la violencia y la corrupción. Durante una llamada telefónica el martes, Biden agradeció a López Obrador por su continua cooperación en materia de inmigración. López Obrador, en su conferencia de prensa diaria, reconoció los avances de ambos países en el tema.

Los esfuerzos para aprobar una reforma migratoria integral han enfrentado importantes obstáculos en el Congreso. Biden ha impulsado un proyecto de ley del Senado elaborado por un grupo bipartidista para reforzar la seguridad fronteriza, pero los republicanos lo rechazaron después de que Trump se opusiera a la medida. Además de la prohibición de asilo, la administración de Biden ha tomado medidas para endurecer el proceso de asilo, incluida la emisión de una regulación en mayo de 2023 que elevó el estándar para las solicitudes iniciales de asilo.

Opinión pública e implicaciones políticas

La opinión pública sobre la inmigración sigue profundamente dividida. Una encuesta de Reuters/Ipsos realizada a mediados de mayo muestra que los votantes registrados prefieren a Trump sobre Biden en política de inmigración por un margen de 17 puntos porcentuales. Esta brecha significativa subraya el desafío de Biden de convencer al público de su enfoque de la seguridad fronteriza manteniendo al mismo tiempo su compromiso con los principios humanitarios.

La implementación de la prohibición de asilo y el debate político que la rodea resaltan las implicaciones más amplias para la política de inmigración de Estados Unidos y su impacto en América Latina. La región ha estado entrelazada durante mucho tiempo con Estados Unidos a través de la migración, el comercio y el intercambio cultural. Las políticas promulgadas en Washington tienen consecuencias de largo alcance y afectan las vidas de millones de personas en todo el continente americano.

El camino a seguir

Mientras la administración Biden navega por estos complejos temas, la atención se mantiene en encontrar un equilibrio entre el control fronterizo efectivo y el mantenimiento del compromiso de larga data de Estados Unidos de brindar refugio a quienes huyen de la persecución. Los desafíos son multifacéticos e involucran dimensiones legales, humanitarias y diplomáticas.

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La prohibición de asilo de Biden representa una coyuntura crítica en la política de inmigración de Estados Unidos, y refleja la lucha en curso para abordar los cruces fronterizos ilegales manteniendo al mismo tiempo los valores humanitarios. La decisión ha provocado controversia y debate, destacando las complejidades de la inmigración en la era moderna. Mientras América Latina se enfrenta a sus desafíos migratorios, la cooperación y las soluciones integrales serán esenciales para abordar las causas profundas y garantizar una respuesta humana y eficaz a la migración.

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