Política

Las mujeres transgénero en Colombia enfrentan una creciente violencia en medio de luchas históricas

En 2023, Colombia experimentó un preocupante aumento de la violencia contra su comunidad LGBTQI+, y las mujeres transgénero fueron las más afectadas por estos ataques. En medio de esta alarmante tendencia, el país lidia con su contexto histórico de discriminación y prejuicios.

La violencia contra la comunidad LGBTQI+ en Colombia alcanzó niveles alarmantes en 2023, siendo las mujeres transgénero las que sufrieron el mayor número de agresiones. Según la Defensoría del Pueblo de Colombia, se registraron 166 agresiones a mujeres transgénero de un total de 480 casos de violencia contra personas con diversas orientaciones sexuales e identidades de género (OSIGD-LGBTI). Estos datos inquietantes resaltan la lucha actual por la aceptación y la seguridad dentro de la comunidad LGBTQI+ en Colombia, subrayada por una larga historia de discriminación y prejuicios.

Aumento de la violencia en 2023

Carlos Camargo, Defensor del Pueblo, informó que la institución brindó orientación y activó rutas de respuesta para 480 casos de violencia contra la comunidad OSIGD-LGBTI en 2023. Las mujeres transgénero fueron el grupo más afectado, con 166 agresiones. El desglose de otros grupos afectados incluye 110 ataques a hombres homosexuales, 79 a mujeres lesbianas, 47 a personas no binarias, 43 a personas bisexuales y 35 a hombres transgénero.

Las regiones con mayor número de casos reportados fueron Valle del Cauca, Norte de Santander, Caldas, Santander, Boyacá y la ciudad capital, Bogotá. Estas estadísticas las presentó el informe anual “Una radiografía del prejuicio”, que analiza los casos de violencia motivada por prejuicios atendidos por la Defensoría del Pueblo durante el año.

Contexto histórico y desafíos actuales

La violencia contra la comunidad LGBTQI+ en Colombia no se puede entender sin reconocer el contexto histórico y cultural más amplio. América Latina tiene una compleja historia de colonización, que impuso rígidas normas de género y una estructura social patriarcal. A pesar de la legislación progresista de los últimos años, los prejuicios y las normas sociales profundamente arraigados siguen marginando y poniendo en peligro a las personas LGBTQI+.

El 17 de mayo de 1990, la Organización Mundial de la Salud (OMS) desclasificaba la homosexualidad como una enfermedad mental. Este hito se conmemora a nivel mundial como el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia. Un día como hoy de 2023, la Defensoría del Pueblo llamó al Ministerio del Interior y a la Dirección LGBTIQ+ a actualizar la Política Pública Nacional LGBTI, asegurando la participación ciudadana diversa en su plan de acción, que está pendiente desde 2022.

Complicidad institucional y social

La Defensoría del Pueblo enfatiza que las personas OSIGD-LGBTI en Colombia enfrentan violencia alimentada por prejuicios que a menudo son legitimados y naturalizados a través de actos de colaboración social y discriminación institucional. Esta complicidad se manifiesta de diversas formas, incluidas medidas de protección inadecuadas y falta de marcos legales receptivos, lo que conduce a graves violaciones de derechos humanos.

En 2023, la Defensoría del Pueblo también inició procedimientos de emergencia, instando a la policía, la Fiscalía, la Unidad Nacional de Protección y las autoridades locales a salvaguardar la vida y la seguridad de 59 líderes LGBTI. De ellas, el 54% eran mujeres líderes de la comunidad LBT, lo que refleja los mayores riesgos que enfrenta este grupo. El desglose incluyó a 19 mujeres transgénero, 10 mujeres lesbianas, tres mujeres bisexuales, 22 hombres homosexuales, un hombre transgénero y cuatro hombres bisexuales.

Disparidades regionales y áreas objetivo

Las regiones con mayor número de casos que requirieron intervención de emergencia fueron Norte de Santander, Boyacá, Quindío, Valle del Cauca, Cauca y Bolívar, además de Bogotá y el distrito de Tumaco. Estas áreas han sido identificadas como focos de violencia contra la comunidad LGBTQI+, lo que requiere esfuerzos específicos para abordar y mitigar estas amenazas.

El camino a seguir

Abordar la violencia contra la comunidad LGBTQI+ en Colombia requiere un enfoque multifacético que incluya reformas legales, educación social y rendición de cuentas institucional. El llamado de la Defensoría del Pueblo a una Política Pública Nacional LGBTI actualizada es un paso crítico en esta dirección. Garantizar que esta política incluya la participación activa de la diversa comunidad LGBTQI+ es esencial para crear un marco inclusivo y práctico.

Además, es necesario un esfuerzo concertado para desmantelar los prejuicios sociales e institucionales que perpetúan la violencia. Esto implica protecciones legales y campañas de educación pública para fomentar la aceptación y la comprensión de las diversas orientaciones sexuales e identidades de género. Las escuelas, los lugares de trabajo y las comunidades deben convertirse en espacios seguros donde las personas LGBTQI+ puedan vivir auténticamente sin temor a la discriminación o la violencia.

Luchas históricas y realidades modernas

La lucha por los derechos LGBTQI+ en Colombia es parte de un movimiento latinoamericano más amplio que ha experimentado importantes victorias y desafíos persistentes. Países como Argentina, Brasil y México han logrado avances en el reconocimiento legal y la protección de los derechos LGBTQI+, pero también enfrentan altos niveles de violencia y discriminación.

La historia de conflicto civil y violencia política de Colombia ha complicado aún más el panorama de los derechos LGBTQI+. El proceso de paz comenzó en serio con el acuerdo de paz de 2016 con las FARC y ha abierto nuevas vías para la promoción de la justicia social. Sin embargo, los efectos persistentes de décadas de conflicto, incluida la militarización arraigada y la violencia paramilitar, siguen planteando riesgos para las comunidades marginadas, incluidas las personas LGBTQI+.

Interseccionalidad e inclusión

Comprender la violencia contra las mujeres transgénero en Colombia también requiere un enfoque interseccional que considere otros factores como la raza, la clase y la geografía. Las mujeres transgénero de color y las que viven en zonas rurales o empobrecidas a menudo enfrentan una discriminación y violencia agravadas. Atender sus necesidades requiere estrategias adaptadas que reconozcan estas identidades y vulnerabilidades que se cruzan.

Conclusión

La violencia contra las mujeres transgénero y la comunidad LGBTQI+ en general en Colombia es un crudo recordatorio de la lucha actual por la igualdad y la seguridad. Si bien se han producido importantes avances legales y sociales, aún queda mucho trabajo por hacer. El contexto histórico de discriminación en América Latina, combinado con la dinámica sociopolítica moderna, crea un entorno complejo que requiere esfuerzos sostenidos y multifacéticos para garantizar los derechos y la seguridad de las personas LGBTQI+.

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A medida que Colombia avanza, debe priorizar las voces y experiencias de la comunidad LGBTQI+ en la formulación de políticas y las iniciativas sociales. Sólo a través de medidas inclusivas, interseccionales y proactivas el país puede esperar crear un futuro en el que todas las personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género, puedan vivir sin temor a la violencia o los prejuicios.

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