Política

Maduro planea anexar el territorio en disputa de Esequibo

En una medida que ha aumentado las tensiones en América del Sur, el presidente venezolano Nicolás Maduro declaró recientemente la intención de su gobierno de anexar el Esequibo, un vasto territorio de casi 160.000 kilómetros cuadrados actualmente bajo control de Guyana. Este anuncio durante el discurso anual de Maduro ante la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) marca una escalada significativa en la larga disputa territorial entre Venezuela y Guyana.

La postura asertiva de Maduro y sus planes de anexión

La postura asertiva de Maduro sigue a un referéndum unilateral celebrado en Venezuela el 3 de diciembre, en el que la abrumadora mayoría de los participantes votó a favor de anexar el área en disputa. “Tenemos un mandato popular, un plan especial y seguro para hacer tangible en todo el territorio nacional, para hacer tangible y cierta, la consigna que está en el corazón de nuestros hijos, que el sol de Venezuela sale en el Esequibo”, afirmó Maduro.

Esta medida se produce en el contexto de una intensa actividad militar. En diciembre, Maduro ordenó ejercicios militares en las regiones del Caribe en respuesta a lo que Caracas percibió como un acto hostil: la llegada de un buque de guerra británico a Guyana. “La misión se cumplió y expulsamos el barco”, afirmó Maduro. Sin embargo, Georgetown aclaró que la visita regular del buque de guerra cumplió el propósito previsto.

Despliegue militar y tensiones regionales

Tras el referéndum, Maduro ordenó un despliegue militar cerca del Esequibo y proclamó planes para crear un Estado en la zona en disputa. Esta declaración provocó una mayor tensión regional, con Guyana y Venezuela en lados opuestos de este conflicto territorial.

Sin embargo, en una posible reducción de la tensión, Maduro se reunió con el presidente de Guyana, Irfaan Ali, a mediados de diciembre en San Vicente y las Granadinas. Ambos mandatarios acordaron evitar incidentes para reducir las tensiones por el diferendo, que, pese al rechazo de Caracas, está bajo jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

Los planes de Maduro de anexarse el Esequibo representan una audaz afirmación de la soberanía venezolana sobre una región rica en recursos naturales. La zona ha sido un punto de discordia durante décadas, y Guyana mantiene el control y explota su riqueza. Las recientes acciones y posturas militares de Venezuela significan una nueva fase en la disputa de larga data, alterando potencialmente la dinámica geopolítica en la región.

Dimensiones internacionales y disputa territorial

La situación se complica aún más por los intereses internacionales, como lo demuestra la participación del buque de guerra británico y la atención de la CIJ. La disputa territorial entre Venezuela y Guyana no es sólo una cuestión bilateral. Aún así, tiene implicaciones más amplias para la estabilidad regional y las relaciones internacionales.

La declaración de Maduro y las acciones posteriores sugieren un enfoque más agresivo hacia la cuestión del Esequibo. La creación de un Estado sobre el territorio en disputa y los despliegues militares indican un cambio de las negociaciones diplomáticas a tácticas más asertivas. Esta estrategia puede fortalecer la posición negociadora de Venezuela o hacer valer sus reclamos con más fuerza en el escenario internacional.

Un rayo de esperanza en la resolución diplomática

La reunión entre Maduro y Ali ofrece un rayo de esperanza para una resolución pacífica. Su acuerdo de evitar incidentes que pudieran agravar la situación indica una voluntad de buscar una solución diplomática a pesar de la intensificación de la retórica y las maniobras militares.

El plan del presidente Maduro de anexar el territorio del Esequibo marca una escalada significativa en la larga disputa entre Venezuela y Guyana. Esta medida ha aumentado las tensiones regionales y desafía los esfuerzos diplomáticos internacionales para resolver el conflicto.

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La situación en el Esequibo sigue siendo compleja y delicada, con potencial para la estabilidad regional e implicaciones para las relaciones internacionales. A medida que continúe la disputa, la comunidad internacional seguirá de cerca los acontecimientos y el impacto potencial en el panorama geopolítico en América del Sur.

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