Macri pide más plata y los argentinos desesperan
El Presidente Mauricio Macri mantiene reuniones con el FMI en Nueva York mientras en Argentina protestan con un paro de transporte
Sin vuelos, trenes y colectivos: Argentina vivió la cuarta huelga general contra el Gobierno de Mauricio Macri el pasado 25 de septiembre, colocándolo en una posición delicada a vísperas de su discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU). Entre las movilizaciones del lunes y la huelga de transporte fueron 36 horas de protestas, iniciativa convocada por la Confederación General de los Trabajadores (CGT), según diferentes periódicos nacionales e internacionales. A la manifestación se sumaron otros sindicatos importantes como Central de los Trabajadores de Argentina (CTA) y partidos de izquierda.
Read in english: Why do Argentines protest against the agreement of the International Monetary Fund?
El paro se suscitó principalmente como respuesta a la medida económica que Macri anunció días antes de viajar a cumplir con su agenda política. El “ajuste” consiste en recortar gastos públicos, subir la tasa de interés al 60% y negociar nuevamente con el Fondo Monetario Internacional (FMI), como indica el periódico El Comercio.
En junio, el Presidente Macri pidió el anticipo de 50.000 millones de dólares de su fondo de reserva, ahora se habla de otro préstamo adicional, trato que aún no se ha consolidado pero que llegarán “al mejor acuerdo posible” en los próximos días. Así lo afirmó el Ministro de Hacienda y Finanzas, Nicolás Dujovne, durante una rueda de prensa desde Nueva York, según el diario argentino Perfil.
El apoyo económico del FMI pareciera ser un cambio positivo que generaría confianza en los empresarios extranjeros para invertir en el país suramericano. Entonces, ¿por qué protestan los argentinos?
Recorte al gasto público
La secretaria general del CTA, Dora Martínez, se manifiesta en contra de las “políticas de ajuste” de Macri debido a que “atentan contra el bolsillo de los jubilados, políticas de salud pública y en desmedro de las clases populares”. A lo que se suma la inflación evidente con el aumento en el precio del pasaje, servicios eléctricos y de gas.
Hoy marchamos y paramos. Mañana seguimos de Paro Nacional junto a la CGT. En unidad, con organización y en defensa de los intereses populares le decimos NO al ajuste NO al FMI@EstelaDiaz63 @CTAok pic.twitter.com/hcEBoHfh9n
— Sec Género CTA (@GeneroCTA) 24 de septiembre de 2018
Recesión económica
La deuda con el Fondo Monetario Internacional significaría comprometer más de un par de meses de “recesión”, como indicó Macri en una entrevista de Bloomberg, agencia internacional de noticias financieras. La espiral descendente en la economía no es novedad para los argentinos, que cubren con impuestos e intereses gran parte de la brecha financiera que provoca la fluctuación del dólar desde mayo, cuando el peso comenzó a caer. Desde que Mauricio Macri llegó al poder a finales del 2015, la deuda pública ha venido incrementando sistemáticamente.
“El último informe de la Secretaría de Finanzas registró un aumento de 3,3% en el primer trimestre de 2018, hasta los USD 331.481 millones, un 59,3% del PBI. Si se añade el Cupón PBI (que solo genera pago cuando la actividad económica crece más de 3%), la deuda pública total es de USD 345.409 millones, un 61,8% del PBI” señaló Infobae a principios de agosto con datos del Ministerio de Finanzas. “Cuando Estados Unidos subió sus tasas de interés, cayó el peso; cuando Donald Trump anunció aranceles al aluminio, cayó el peso; cuando Turquía entró en crisis, cayó el peso”, y así sucesivamente, reseña un artículo de la BBC.
Lea también: Argentina: ¿Qué salva a Cristina Fernández de Kirchner de ir a la cárcel?
Sumado a esto, otro asunto que aumenta la incertidumbre de los argentinos es la sorpresiva renuncia del presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Luis Caputo. La dimisión se debe a “motivos personales, con la convicción de que el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional restablecerá la confianza acerca de la situación fiscal, financiera, monetaria y cambiaria”. La carta abierta de renuncia la recibió Macri el mismo día del paro, ante a lo cual se posicionó una mano derecha de Dujovne, Guido Sandleris.
A pesar de la alta participación en el paro, otro sector de la población argentina asegura que la protesta es una táctica política que aprovecha la inflación que pesa en el bolsillo del trabajador para colocar en duda las medidas económicas de Macri. “En este momento atravesamos una crisis y hay un sacrificio colectivo, con esfuerzos de los empresarios, por las aplicaciones de las retenciones, y de los trabajadores, por la caída del consumo. No era el momento oportuno para hacer un paro”, indicó Dante Sica, ministro de Producción y Trabajo, en el programa de noticias Desde el Llano. Agregó que la huelga responde a “más fines políticos que otra cosa”, como cita el periódico argentino Todo Noticias.
No son tiempos fáciles para Macri. Durante su estadía en Nueva York, renunció el Presidente del Banco Central y se efectuó un paro obrero en contra de su gestión, que ocasiona pérdidas económicas significativas en un momento vulnerable para Argentina. Eso sin siquiera preocuparse de su papel diplomático en la Asamblea General de la ONU y la presión de cerrar un acuerdo con Christine Lagarde, titular del FMI. Ante el paro masivo, Macri aseguró que está dispuesto a abrir un diálogo con los gremios obreros para tratar de mitigar las tensiones con el sector. “Macri está predispuesto a dialogar con la CGT, pero no cambiará ningún parámetro ya acordado Lagarde”, apuntó Infobae.
LatinAmerican Post | María de los Ángeles Rubio
Copy edited by Laura Viviana Guevara Muñoz