Política

Presidente de Guatemala aboga por multilateralismo en ONU para combatir corrupción

El presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo de León, se dirigió a la ONU y pidió cooperación multilateral para abordar la corrupción, que describió como un fenómeno globalizado que amenaza la viabilidad del Estado.

En su discurso inaugural ante las Naciones Unidas, el presidente guatemalteco Bernardo Arévalo de León subrayó la urgencia de la lucha global contra la corrupción. Sostuvo que la corrupción, alguna vez vista como una consecuencia de una mala gobernanza, ahora se ha convertido en una amenaza global, que permite actividades ilícitas y pone en peligro el tejido mismo de los Estados. Este llamado a la cooperación internacional fue un testimonio del compromiso de Arévalo de abordar la corrupción y fortalecer los vínculos de Guatemala con la comunidad global.

Durante su discurso ante la Asamblea General de la ONU, el Presidente Arévalo subrayó el compromiso de su administración de erradicar la corrupción en Guatemala. Destacó las investigaciones en curso sobre las prácticas corruptas de administraciones anteriores y la importancia de la cooperación internacional en estos esfuerzos.

En entrevista con Efe, Arévalo explicó las estrategias de su gobierno para hacer cada vez más improbable la corrupción dentro de las instituciones guatemaltecas y transformar el entorno que tolera tales prácticas. Señaló que la corrupción ha adquirido un carácter diferente en las últimas décadas, convirtiéndose en una amenaza a la viabilidad de los Estados y exigiendo una respuesta global unida.

“Ya no es sólo un defecto de mala gobernanza. Se ha convertido en parte del proceso de globalización, una amenaza a la viabilidad de los propios Estados”, afirmó Arévalo. Llamó a una “lucha general y unida” entre los países para establecer mecanismos que obstaculicen todo tipo de flujos ilícitos relacionados con la corrupción.

La defensa de Arévalo del multilateralismo se extendió más allá de la corrupción a otros problemas globales apremiantes, como el cambio climático y la migración impulsada por la pobreza y los conflictos. Se unió a otras naciones para pedir una reforma de la ONU y un sistema financiero global más equitativo, enfatizando el papel del Consejo Económico y Social.

En materia migratoria, Arévalo elogió los esfuerzos de cooperación con los países vecinos México y El Salvador para gestionar los flujos de movilidad humana. Expresó confianza en que estas colaboraciones continuarían independientemente de posibles cambios políticos en Estados Unidos, incluida la posibilidad de una futura administración bajo el expresidente Donald Trump.

Desafíos con las instituciones cooptadas

Al reflexionar sobre las recientes elecciones en Guatemala, Arévalo habló sobre el apoyo abrumador a la transformación y el cambio, evidenciado por el despliegue de observadores internacionales y la condena global de los intentos de golpe. Sin embargo, lamentó la falta de cooperación del actual Ministerio Público en el combate a la corrupción, señalando la postura obstructiva de la Fiscal General María Consuelo Porras.

Arévalo mencionó que se está considerando en el Congreso una iniciativa legislativa para reemplazar al Procurador General, y se exploran medidas alternativas si esto no avanza. También solicitó a la Organización de Estados Americanos (OEA) observar las próximas elecciones de magistrados de tribunales debido a la influencia de las élites político-criminales en procesos anteriores.

El caso del periodista José Rubén Zamora, encarcelado desde 2022 por cargos de lavado de dinero, ejemplifica la politización dentro del sistema de justicia de Guatemala, señaló Arévalo. Expresó su esperanza de que se dieran las condiciones que permitieran a Zamora recuperar su libertad, y enmarcó su encarcelamiento como una persecución de un crítico del gobierno.

Arévalo reconoció los enormes desafíos para lograr que las instituciones públicas funcionen eficazmente para satisfacer las necesidades de los ciudadanos en salud y educación. Destacó el compromiso del gobierno de lograr los resultados esperados a pesar de que estas instituciones hayan sido cooptadas.

Antes de su discurso ante la ONU, Arévalo se reunió con el Secretario General de la ONU, António Guterres, quien apoyó a Guatemala durante su tumultuoso proceso electoral. Discutieron el actual escenario internacional y los desafíos del multilateralismo, tema central del discurso de Arévalo.

Contexto histórico y esfuerzos regionales

La lucha contra la corrupción en América Latina no es nueva. La región ha sido testigo de numerosos esfuerzos para combatir este problema endémico, a menudo con una importante participación internacional. Por ejemplo, Guatemala tuvo la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), una iniciativa respaldada por la ONU de 2007 a 2019. La CICIG jugó un papel decisivo en el descubrimiento de corrupción de alto nivel, lo que llevó al procesamiento de altos funcionarios, incluido un presidente en ejercicio.

Sin embargo, la disolución de la CICIG en 2019 marcó un revés en los esfuerzos anticorrupción de Guatemala. El llamado del Presidente Arévalo a una renovada cooperación internacional refleja un reconocimiento de que los esfuerzos internos por sí solos son insuficientes para combatir redes de corrupción profundamente arraigadas.

Organizaciones multilaterales como las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos han desempeñado papeles cruciales en el apoyo a procesos democráticos y esfuerzos anticorrupción en América Latina. Su participación proporciona legitimidad, recursos y experiencia técnica que pueden impulsar los esfuerzos nacionales.

El llamado de Arévalo a favor del multilateralismo se alinea con esfuerzos regionales más amplios para mejorar la transparencia y la gobernanza. Países como Colombia, Brasil y México también han buscado cooperación internacional para abordar la corrupción y mejorar la gobernabilidad. Por ejemplo, la Operación Lava Jato de Brasil fue una investigación anticorrupción histórica con implicaciones políticas y económicas de gran alcance en toda América Latina.

Implicaciones económicas de la corrupción

La corrupción tiene graves consecuencias económicas: obstaculiza el desarrollo, disuade la inversión y exacerba la desigualdad. En Guatemala, históricamente la corrupción ha socavado la confianza pública en las instituciones, limitado el crecimiento económico y perpetuado la pobreza. Al abordar la corrupción, Arévalo pretende crear un entorno económico más transparente y equitativo que pueda atraer inversiones y fomentar el desarrollo sostenible.

El enfoque de Arévalo en el multilateralismo para combatir la corrupción también subraya la naturaleza interconectada de las economías globales. Los flujos financieros ilícitos, el lavado de dinero y la delincuencia transnacional son cuestiones que requieren respuestas internacionales coordinadas. Fortalecer los marcos globales para abordar estos desafíos es esencial para construir economías resilientes y transparentes.

Más allá de las implicaciones económicas, la corrupción erosiona el tejido social y socava las instituciones democráticas. Conduce a una falta de confianza en los funcionarios e instituciones públicas, lo que resulta en inestabilidad política y malestar social. Al promover la transparencia y la rendición de cuentas, Arévalo busca reconstruir la confianza pública y fortalecer la gobernabilidad democrática.

Desafíos importantes, como la corrupción, la desigualdad y la polarización política, a menudo caracterizan el panorama político en América Latina. Líderes como Arévalo, que abogan por la transparencia y la buena gobernanza, son fundamentales para fomentar la estabilidad democrática y la cohesión social.

El camino a seguir

El apoyo de la comunidad internacional, incluido el de nuestros estimados lectores, será fundamental mientras Guatemala enfrenta estos desafíos. El compromiso inquebrantable de Arévalo de combatir la corrupción y promover el multilateralismo es un paso positivo para abordar los problemas sistémicos que han plagado al país durante mucho tiempo. Sin embargo, el éxito de estos esfuerzos dependerá de una voluntad política sostenida, la implementación efectiva de reformas y la cooperación internacional continua, incluido el apoyo y la participación de nuestros lectores.

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La conciencia pública y la participación de la sociedad civil también son vitales. Empoderar a los ciudadanos para que exijan responsabilidades a sus líderes y participen en procesos democráticos puede impulsar cambios significativos. Los movimientos de base y las organizaciones no gubernamentales son cruciales para abogar por la transparencia y la buena gobernanza.

El discurso del Presidente Bernardo Arévalo de León ante las Naciones Unidas marca un momento significativo en la actual batalla de Guatemala contra la corrupción. Arévalo destacó la necesidad de una acción colectiva para abordar este problema generalizado llamando a la cooperación multilateral y enfatizando su naturaleza global.

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