La división que Francisco genera en su país natal es la principal razón

Read in english: Why does the Pope not want to return to Argentina?

Al igual que sus predecesores Juan Pablo II y Benedicto XVI, el Papa Francisco también destaca por viajar de forma regular a diferentes partes del mundo para llevar su mensaje a los fieles. El hecho de ser el primer Papa latinoamericano lo ha llevado a visitar países como Brasil, Colombia, Chile, Perú y Ecuador, en los que ha dejado clara la especial conexión que existe entre él y los católicos.

Sin embargo, muchos se preguntan cuál es la razón por la que Jorge Bergoglio, porteño hasta la médula, peronista puro e hincha confeso de San Lorenzo de Almagro, no ha vuelto a pisar Buenos Aires desde que en 2013 viajara a toda prisa a Roma para asistir a un cónclave que finalmente le elegiría como el máximo representante de la Iglesia Católica.

En la capital argentina, Francisco dejó a su familia, amigos cercanos e importantes contactos políticos que viajan al Vaticano para poder verle. Oriundo del popular barrio de Flores, muchos vecinos todavía recuerdan la peluquería donde se cortaba el pelo o el kiosko donde comparaba el periódico y todos desean lo mismo: que Jorge regrese aunque sea para una corta visita.

Parece que siempre hay una excusa para que el Papa siga sin regresar su tierra natal:

• En 2013, Bergoglio todavía se estaba asentando en el cargo.
• En 2014, aun gobernaba Cristina Fernández de Kirchner, con la que Bergoglio tuvo serias diferencias cuando él era arzobispo de Buenos aires.
• En 2015, hubo elecciones presidenciales.
• En 2016, Mauricio Macri vivió momentos muy difíciles con la crisis económica y el descontento social.
• En 2017, hubo elecciones nuevamente, esta vez legislativa.
• ¿Y en 2018? ¿Cuál fue la razón? En enero visitó Chile, y para llegar allí desde Roma se debe sobrevolar Argentina, muchos compatriotas consideraron una ofensa que Francisco no hubiera hecho una parada en su patria y entre la población se especula si verdaderamente nunca va a volver.

Parece que el principal obstáculo a tan ansiada visita son las diferencias entre el Pontífice y el presidente Macri. El acercamiento del Papa a la opositora y líder de las Madres de la Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, ha provocado que los partidarios del mandatario –y antiperonistas en general- no oculten su rechazo por el Papa.

A todo esto hay que añadir que en Argentina no tienen problema en criticar a compatriotas que en el resto del mundo solo causan admiración. Un claro ejemplo es Lionel Messi, quien genera pasiones y odios por igual. En este sentido, el Papa no es una excepción.

Para una parte de la sociedad, Francisco es un político más que no duda en criticar al Presidente. El mandatario por su parte parece que no tener ningún interés porque el Pontífice visite su país, pues el viaje ha estado tres veces en la agenda y nunca se ha materializado.

En su reciente visita a Chile, el Papa se negó a tener una audiencia privada con el presidente Sebastián Piñera, gran aliado de Macri, lo que deterioró todavía más las relaciones entre ambas personalidades.

Los católicos argentinos todavía guardan la esperanza de ver en casa al Santo Padre, pero la posible reelección de Macri en 2019 y la avanzada edad del Pontífice (81 años) no parecen buenos aliados para que ese viaje se cumpla.

Latin American Post | José María González
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