Entienda la diferencia entre las protestas que se presentaron en 2017

El 2017 estuvo marcado por una serie de acontecimientos negativos para Venezuela, entre los que destacan la crisis política, social, económica, las sanciones internacionales y las protestas.

Las protestas, que estuvieron caracterizadas por una fuerte represión por parte de las fuerzas de seguridad del estado, numerosas muertes y detenciones arbitrarias, se dividen en dos periodos: las protestas de abril-julio y las protestas en diciembre.

Protestas de abril-julio

El 31 de marzo, el Tribunal Supremo de Justicia presentó una resolución en la que se atribuía las funciones que la constitución le reconoce a la Asamblea Nacional, hecho fuertemente condenado por la opinión pública y la comunidad internacional. Por esta razón, fue catalogado como Golpe de Estado que suscitó la indignación de la población opositora desencadenando en una serie de protestas masivas en diferentes estados del país. El objetivo era la exigencia de la restitución del hilo constitucional y elecciones generales, la apertura de un canal humanitario y la liberación de los presos políticos.

En respuesta, el gobierno venezolano desplegó a los organismos de seguridad nacional con el objetivo de dispersar las manifestaciones, lo cual tuvo como consecuencia el asesinato de al menos 124 ciudadanos, el encarcelamiento de 838 personas y la detención de más de 5.400, según las cifras que maneja el Foro Penal Venezolano, Organización No Gubernamental de asistencia a víctimas de violaciones a los derechos humanos.

Estas protestas fueron aplacadas tras la instauración de la Asamblea Nacional Constituyente y la manifesta división en el proceder del liderazgo opositor, hechos que generaron la desesperanza en el movimiento opositor venezolano.

Protestas de diciembre

El primero de noviembre, el presidente Nicolás Maduro anunció el inicio de la navidad en Venezuela y aseguró el envío de cajas y bolsas de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) especiales para navidad, bonos y tickets navideños, la entrega de juguetes a los niños y el suministro de piezas de pernil a la población afiliada a ese beneficio.

“Viene un CLAP navideño con todos los componentes para hacer las hallacas”, “el Niño Jesús llega a los CLAP” y “el pernil navideño va a llegar a todos los hogares”, fueron las palabras que Maduro utilizó en cadena nacional.

Durante la última semana de diciembre, producto del incumplimiento de esas promesas, de la baja calidad de los juguetes de los niños en navidad, de la escasez de gasolina y de la hiperinflación que no les permite acceder a un mínimo de alimentos con un sueldo básico, los ciudadanos de las zonas más vulnerables del país y simpatizantes oficialistas salieron a las calles a manifestarse en lo que los medios han catalogado como la “Revolución del Pernil”.

En varios estados se han presentado disturbios y vandalismo; en Bolívar y Nueva Esparta se han desarrollado saqueos que terminaron en lo que entes oficiales calificaron como “donación de diferentes tipos de licores” por parte de los propietarios de los establecimientos.

El presidente Nicolás Maduro responsabilizó al presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, y a la nación de Portugal del saboteo de la importación de los productos con los que daría abasto a las promesas realizadas en época electoral.

El abismo entre el oficialismo y la oposición venezolana

El año 2017 estuvo marcado por el caos para el país sudamericano. La incapacidad de dar respuesta a la crisis económica, política, social y sanitaria ha tenido como consecuencia la disminución de la calidad de vida.

Sin embargo, así como los sectores de oficialistas veían con rechazo las protestas desarrolladas entre abril y julio, la oposición venezolana reconoció no haber sabido acompañar las protestas de este sector.

“No hemos sabido acompañar en las últimas semanas, de la forma amplia y contundente que se merecía; el sufrimiento de un pueblo que ve mermar aceleradamente sus ya difíciles condiciones de vida”, se lee en el comunicado de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), coalición opositora, que calificó ese vació como una “grave falla”.

Latin American Post | Camila González C.

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