¿Quiénes son ISIS K, los responsables de los ataques terroristas en Kabul?
Este grupo terrorista fue el causante de la ola de atentados que vive la capital de Afganistán que dejó decenas de muertos.
Los talibanes tienen el poder de facto de Afganistán, sin embargo, el control aún está lejos de ser conseguido. Foto: DW
LatiAmerican Post | Santiago Gómez Hernández
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Los talibanes tienen el poder de facto de Afganistán, sin embargo, el control aún está lejos de ser afianzado. En tierra, mientras las fuerzas de occidente terminan la evacuación, también hay varios grupos armados independientes a las fuerzas leales al talibán y a los soldados de la OTAN. El más importante de estos es el ISIS K, una rama leal al grupo yihadista, el Estado Islámico.
Según se conoció este fin de semana, fueron ellos los encargados de detonar varias bombas en el aeropuerto de Kabul y en las zonas aledañas. Dichas bombas han dejado 170 muertos, entre estos, 13 soldados norteamericanos que ya fueron trasladados a Estados Unidos.
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La presencia del Estado Islámico en Afganistán no es nueva, en 2015 cuando estaba más poderoso que nunca, el ISIS K se funda en esta región de Asia central, según entidades de inteligencia. Se estima que actualmente cuenta con entre 500 y 1500 combatientes (mayoritariamente afganos, paquistaníes, tayikos y uzbekos), según un informe de las Naciones Unidas. Y a pesar de que durante la presencia Estadounidense en el país ha dejado grandes golpes a este grupo terrorista que opera también en Pakistán, la rama regional de ISIS es bastante activa y opera por fuera de los parámetros o las órdenes del nuevo Gobierno afgano.
A pesar de que durante la guerra civil entre milicias extremistas y el Gobierno de Afganistán (junto con occidente) los talibanes y el Estado Islámico funcionaran como aliados, actualmente la distancia es mayor. Luego de que el grupo Talibán firmara un acuerdo de paz con la administración de Trump en Doha, Qatar, los ISIS-K han criticado duramente al actual gobierno, tachándolos de abandonar la yihad y de ser colaboradores de los estadounidenses.
Sin embargo, no todos los puentes están rotos. Tanto los ISIS K como los talibanes están vinculados a la red Haqqani. Incluso, el líder de este grupo, Khalil Haqqani, es ahora la cabeza de la seguridad en Kabul.
Un posible futuro para Afganistán: el Talibán en conflicto con la filial afgana del Estado Islámico, ISIS-K (Khorazan), ambos tratando de controlar opio y litio, y de imponer su versión radical de la ley islámica.
Todo esto con miles de armas que EEUU deja en el terreno.
— León Krauze (@LeonKrauze) August 26, 2021
El problema de fondo no será discursivo. Ahora que los talibanes deberán ejercer el control del país y sabiendo que (aparentemente) quieren dar una imagen más moderada que extremista, los ISIS K pueden ser un arma de doble filo. Si este grupo terrorista sigue con su desconfianza al actual Gobierno, podría cambiar de bando e iniciar una nueva guerra civil en el país.
¿No estaba ya derrotado el ISIS?
A pesar de que el califato en Siria e Irak ha sufrido grandes golpes y está en retirada en el que fuera su principal centro de operaciones, las “franquicias” que han podido crear en otros países tanto en Asia como en África han tomado mayor protagonismo.
Tal como ahora tienen mayor importancia el grupo terrorista que opera entre Afganistán y Pakistán, en África hay varios grupos yihadistas que han jurado lealtad al Estado Islámico y que hoy en día siguen operando con gran accionar. Estos son Boko Haram en Nigeria y Al Shabaab en Somalia. Aunque este último ha sido aliado tradicional de otro grupo terrorista (Al Qaeda), en 2016, una facción de este grupo somalí cambió su lealtad al EI.
Respuesta de Biden
I’ve argued for many years that our mission should be narrowly focused on counterterrorism, not counterinsurgency or nation building. pic.twitter.com/UaObavqm8j
— President Biden (@POTUS) August 17, 2021
Luego de los ataques suicidas que dejaron a 13 soldados estadounidenses muertos, Washington juró perseguir a los responsables: ISIS K. Con el accionar de drones, las fuerzas norteamericanas se encargaron de “eliminar” a dos miembros del grupo terrorista que planeaba atacar nuevos puntos.