Rusia: La crisis de los refugiados Sirios
Los inmigrantes consideran el país euroasiático como un espacio de tránsito hacia el estatus de refugiados
Desde mucho antes del inicio de la Guerra Civil Siria, que comenzó a principios de 2011, la relación entre los Asad y Rusia, ha sido positiva. Tras siete años de conflicto, Rusia se ha mantenido leal al gobierno de Bashar Al Asad tanto diplomática como militarmente.
Las consecuencias de la implicación militar han sido tan exitosas, que para noviembre del 2017, aunque la oposición no se consideraba totalmente destruida, sí se consideraba lo suficientemente desmoralizada.
Sin embargo, los esfuerzos rusos parecen haberse concentrado únicamente en el éxito de su campaña militar y diplomática, ya que las acciones con respecto a los refugiados no han sido determinantes.
Un país de paso
Para 2015, los sirios consideraban al país europeo como un lugar “de paso”, debido a la cantidad de obstáculos a los que se enfrentaban para su acogida. Desde el inicio del conflicto, hasta ese año, de 3.338 sirios que habían solicitado asilo, solo 1.774 habían logrado recibir el status de refugiados.
Por otra parte, es importante resaltar que en Rusia solo existe una ONG que se ocupa de los intereses de los refugiados, denominada Apoyo Civil.
En ese momento, el gobierno ruso explicó que según sondeos internos, el número de sirios en Rusia era mayor. No obstante, muchos de ellos no accedían a los procesos de petición de asilo.
“El refugiado llega, pero no recibe cita en las instituciones. O son detenidos o deportados”, decía en su momento Svetlana Gannuschkina, presidenta de Apoyo Civil. El hecho de que apenas encuentren ayudas para su condición, el que sus hijos tengan problemas para ser escolarizados y el no conseguir trabajo, son las razones de que los sirios lo consideren un país de paso, explica Gannuschkina.
Una entrada en el Espacio de Schengen
Para 2016, la situación no había cambiado mucho. Rusia, pese a estar entre los 10 países que más refugiados aceptó ese año, se seguía considerando una vía de paso.
La situación suscitó un debate entre Rusia y Noruega, cuando miles de refugiados hicieron uso de “la Ruta del Ártico” para acceder en el Espacio de Schengen por Noruega, procedentes de Rusia.
Los inmigrantes consideraban esta ruta mucho más segura que el tradicional “corredor de los Balcanes” a través de Turquía, las islas griegas y los países balcánicos. El Espacio de Schengen no implicaba peligrosas travesías marítimas en manos de traficantes de personas sino, como única salvedad, realizar el último tramo del viaje en bicicletas para niños, para así despistar los controles rusos y noruegos.
Las autoridades rusas prohíben cruzar la frontera a pie, mientras que los noruegos, tienen limitaciones para los que la cruzan en vehículos.
Una vez Noruega detectó el crecimiento del tráfico en sus fronteras y del número de personas que solicitaban asilo, comenzó a deportar centenares de personas. Por su parte, Rusia cerró el paso fronterizo alegando razones de seguridad basadas en los tratados bilaterales que tiene con Noruega.
La justificación rusa para negarse a readmitir los cerca de 5.400 refugiados e inmigrantes a los que les otorgó permisos de trabajo y visados, fue que muchos de ellos no declararon sus verdaderas intenciones cuando demandaron la documentación rusa.
“Se trata de personas que llegaron a Rusia con el objetivo declarado de trabajar o visitar a familiares y, al tramitar el visado, no declararon que su intención era trasladarse a Noruega”, explicó Serguéi Lavrov, Ministro de Exteriores ruso. "No los queremos recibir de vuelta, han violado nuestras leyes", aseguró Lavrov.
Nuevos Horizontes
Para finales de 2017, la situación de los refugiados en Rusia parecía tener mejores horizontes.
El fracaso del sistema de cuotas, una de las políticas migratorias de la Unión Europea que se esperaba implementar tras la Cumbre de Bruselas, quedó patente con el retraso de su aplicación hasta junio del 2018.
Sin embargo, durante la conferencia de prensa anual en el Centro Internacional de Comercio de Moscú, el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció estar listo para resolver la crisis de refugiados sirios.
“Estamos listos para contribuir a esto. Podemos hacer parte de un esfuerzo internacional”, declaró Putin.
Este hecho, demostró el nuevo enfoque de la Federación Rusia, para brindar apoyo a la república árabe, tras la reconocida victoria de su intervención en el país.
LatinAmerican Post | Camila González C.
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