Saqueos, hurtos y violencia: ¿La fórmula de Venezuela contra la crisis?
No han pasado 30 días del año en curso y Venezuela ya ha registrado más de 220 protestas y decenas de saqueos, de quienes bajo la bandera del ‘hambre’, destrozan almacenes y tiendas llevándose todo por su paso, incluso las pertenencias personales, como ropa y electrodomésticos, de los propietarios de los locales.
Tal como lo advirtieron varios analistas, 2018 augura ser uno de los años más difíciles para la crisis de la que ya bien se conoce en Venezuela. El país petrolero terminó 2017 con una inflación de 2,616% y un descenso en el producto interno bruto del 15%. En esta nación la comida ya no se busca en los supermercados, sino que se arrebata de las manos de aquellos que apenas tienen para suplir sus necesidades, se hurta de las tiendas o incluso se ataca ganado en fincas de manera salvaje para sobrevivir.
De acuerdo a indicaciones de ciudadanos venezolanos, allí muchos habitantes pueden ganar hasta 15.000 bolívares diarios, pero esto no es suficiente para alimentarse, ya que un kilo de queso se compra por cerca de 200.000 bolívares. Esta desesperación generalizada en el país ha llevado a incrementar la violencia en algunos estados como Bolívar y Mérida, en donde durante lo corrido del año ya se cuentan al menos cuatro muertos y más de una decena de heridos, ocasionados por enfrentamientos entre comerciantes y saqueadores.
De las 220 protestas registradas el 59% tenían como principal causa la escasez, el alto costo de vida y los retrasos en la entrega de alimentos subsidiados por el Estado. De éstas, 69 protestas terminaron en saqueos y 16 en intentos de hurto a comercios. Estos hechos se registran presuntamente en nombre del hambre y la desesperación que afecta a la población del país. Sin embargo, hay quienes creen que detrás de esto hay una intención política ajena a la oposición.
Y es que durante la primera semana de enero un video aficionado le dio la vuelta al mundo, en donde se observa como un grupo de personas mata a pedradas una vaca con el objetivo de descuartizarla y repartir la carne. El hecho tuvo lugar en un municipio al norte del estado de Mérida, y según lo confirmó una corresponsal del diario local ‘El Universal’, más de 500 reses habrían sido robadas por los ciudadanos y masacradas en lo corrido del año. El ganado que estaría siendo hurtado en este sector del país, pertenecería a fincas expropiadas por el gobierno y aunque no puede afirmarse con certeza, los pedazos de carne estarían siendo repartidos por y para la comunidad.
¿Hambre sin castigo?
Los asaltos para conseguir alimentos son cada vez más comunes en Venezuela. Allí los ladrones han dejado de perseguir joyas y en su lugar arrebatan bolsas de mercado en la calle. Pero en Venezuela la impunidad y el hambre parecen crecer al mismo ritmo. Los recientes robos a camiones y locales comerciales han dejado unas cuantas detenciones por parte de la Guardia Nacional Bolivariana. Sin embargo, la gran mayoría de los delitos cometidos tanto por saqueadores y vándalos nunca llegan a ser judicializados.
Pero cuando se ‘roba por hambre’, ni la justicia ni el Estado parecen saber cómo actuar, ya que mientras algunos creen que las condiciones críticas no dejan una salida diferente en el país, otros argumentan que los actos violentos y el desorden público corresponden a intrincadas estrategias políticas para desacreditar una nación o al abuso de los ciudadanos que se aferra ante cualquier problema, para sacar provecho por medio de la violencia y la delincuencia.
Latin American Post | Krishna Jaramillo
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