AMÉRICAS

Sorprendente respuesta de Raúl Castro

Ante los recientes incidentes con diplomáticos estadounidenses y canadienses, el mandatario cubano demostró una actitud sorpresiva

Raul Castro

Read in English: What is going on with Raul Castro?

El presidente de Cuba contactó personalmente al diplomático estadounidense de mayor rango en La Habana, el embajador Jeffrey DeLaurentis, para abordar las graves preocupaciones de Washington por las afectaciones a la salud que varios de sus diplomáticos sufrieron en la capital cubana. Se habló de “ataques sónicos” y hubo una sutil amenaza de repercusiones por parte de Estados Unidos, que, hasta hace poco, era enemigo jurado de la isla. Sin embargo, sí hubo la expulsión de dos diplomáticos cubanos como represalia a los incidentes en territorio cubano.

En lugar de dejar el tema a mano de sus subordinados, Castro negó personalmente cualquier responsabilidad de su gobierno. Los cubanos, bajo la cabeza de Castro, incluso se ofrecieron a permitir el ingreso del FBI a La Habana para que investigara. Las agencias de seguridad de ambas naciones han cooperado con mayor frecuencia desde que se descongelaron las relaciones entre Estados Unidos y Cuba en 2015. Sin embargo, el permiso de entrada fue extraordinario. De igual forma se permitió que la Policía Montada de Canadá entrara a la isla y realizara su propia investigación.

Para las agencias de prensa, para los cubanos y, en mayor medida, para los estadounidenses la respuesta de Cuba deja perplejos y atónitos a todos los funcionarios públicos puesto que nunca se había dejado la isla tan abierta a fuerzas extranjeras.

La búsqueda de un culpable es la prioridad, pero encontrarlo no será sencillo porque las pistas son pocas y las investigaciones no han arrojado alguna certeza. Especulaciones en los círculos diplomáticos apuntan a Rusia o Corea del Norte como medida para desestabilizar las relaciones, pero para poder involucrar a un tercer país la tarea no es fácil y sí genera tensión en el gobierno estadounidense. Otra teoría que manejan los investigadores involucra a círculos disidentes en el gobierno cubano que estarían en contra de la política de acercamiento a Estados Unidos, lo cual tampoco será sencillo de probar.

El escándalo del personal diplomático de Estados Unidos, cuya salud resultó afectada mientras trabajaba en La Habana a finales del año pasado, se mantiene en un manto de misterio que raya en lo insólito. El lío se complicó cuando funcionarios diplomáticos canadienses en Cuba también reportaron daños similares, lo cual ha causado sorpresa, pues Canadá es uno de los colaboradores más cercanos del gobierno cubano.

Inicialmente, las sospechas se centraron en los cubanos y un arma sónica. Sin embargo, los diagnósticos de daño cerebral leve, considerado como poco probable a causa del sonido, han provocado confusión en el FBI, el Departamento de Estado y las agencias de inteligencia estadounidenses involucradas en la investigación.

Después de medio siglo de distanciamiento entre las dos naciones que se encuentran separadas por apenas 145 kilómetros, Estados Unidos y Cuba restauraron relaciones diplomáticas en 2015. Se reabrieron las respectivas embajadas y se atenuaron las restricciones comerciales y de turismo. El presidente Trump ha revertido algunos de esos cambios, pero mantuvo muchos otros.

 

Latin American Post | Carlos Eduardo Gómez Avella

Copy edited by Susana Cicchetto

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