Tabarnia: independencia de la incertidumbre
Esta propuesta representa un desahogo cómico dentro de la independencia de Cataluña
La propuesta de Tabarnia, un estado constitucionalista dentro de una Cataluña independiente, representa un desahogo cómico a la incertidumbre que se vive desde la jornada electoral del 21-D. Si bien el independentismo de JuntsxCat, ERC y la CUP ha obtenido mayoría absoluta en los comicios, parte de los políticos elegidos para representarlos se encuentra en la cárcel, o en el exilio en Bruselas; esto dificulta la formación de gobierno y la elección del próximo Presidente de la Generalitat. Por su parte, la oposición liderada por Ciudadanos obtuvo el mayor número de escaños, pero aún uniéndose con el PSC y el PP no tienen la mayoría absoluta para formar gobierno el próximo 17 de enero.
Comenzando como una propuesta satírica, Tabarnia es un proyecto político en el que se propone un estado españolista dentro de la Cataluña independiente. Juntando los nombres de las ciudades Tarragona y Barcelona, el grupo constitucionalista conocido como ‘Barcelona no es Cataluña’, ha propuesto un proyecto de comunidad autónoma adherible a España, que no comparte los mismos valores de la Cataluña del Procés independentista.
Lo que no imaginaba el colectivo Barcelona no es Cataluña, es que la propuesta que han ido trabajando en redes sociales desde el 2015 iba a coger fuerza después de las elecciones del 21-D, convirtiéndose en trending topic mundial entre Navidad y Año Nuevo. De acuerdo con cifras del mismo colectivo, Tabarnia ha registrado durante estas fechas más de 648.000 tuits y ha sido mencionado en los principales diarios nacionales y regionales.
La popularidad en redes sociales de la propuesta de Tabarnia ha hecho eco en los parlamentarios catalanes que aún están digiriendo los resultados del 21-D, y que han aprovechado la sátira para defender sus posiciones políticas. Entre los tuits más leídos el pasado 26 de diciembre, día en que Tabarnia se convirtió en trending topic en redes sociales, se encuentra el de Inés Arrimadas: “Lo de Tabarnia es una ocurrencia que pone al independentismo ante el espejo de sus propias contradicciones y de la fragilidad de sus argumentos. Es muy significativo lo nerviosos que se han puesto algunos”.
Si bien la posición de Arrimadas -líder de Ciudadanos, la fuerza más votada durante las pasadas elecciones- es la de los opositores al proyecto separatista, sus palabras tienen mucho de cierto. Tabarnia, una comunidad autónoma que comprende la región costera entre Tarragona y Barcelona, es un proyecto satírico que ha tomado los mismos argumentos utilizados por el independentismo, cambiando únicamente el nombre del estado. Como los catalanes frente a España, los tabarneses sienten que su posición e identidad no están siendo representadas por las políticas de un estado mayor (la Cataluña independiente) y desean separarse de ese resto de la comunidad que, según ellos, aporta menos y cuenta más.
El politólogo español, Jorge Galindo, ha escrito con gran acierto en su columna para El País “Tabarnia es un chiste, sí, pero uno bueno, porque demuestra que es imposible defender la independencia sin pasar por el nacionalismo”, haciendo referencia al efecto matrioska que deja el separatismo en Cataluña. La propuesta de Tabarnia es una idea antidemocrática de acuerdo con Galindo, pues desconoce el valor democrático de resolver los conflictos y las diferencias sin caer en la ruptura irreversible.
De acuerdo con los resultados electorales del 21-D, las provincias de Tarragona y Barcelona eligieron el constitucionalismo pues las fuerzas más votadas fueron Ciudadanos, el PSC y el PP, mientras que las victorias del independentismo de JuntsxCat y el ERC fueron evidentes en regiones como Girona y Lleida. Más allá de Tabarnia, esta fractura política al interior de Cataluña pone en tela de juicio el Procés y los resultados del referéndum celebrado en octubre de 2017, si bien el resultado final de las elecciones sigue dando la mayoría parlamentaria al independentismo.
Tabarnia representa una salida cómica a estas semanas de tensión política en las que el Estado español debe decidir si liberará a los políticos catalanistas presos, y si ofrecerá garantías a Puigdemont para regresar a Cataluña a formar gobierno. Cuando no se tiene claro si podrá restablecerse el Parlamento de Cataluña y si los políticos elegidos podrán formar gobierno para definir el próximo Presidente de la Generalitat, las propuestas satíricas llenan los vacíos que deja la incertidumbre política.
Latin American Post | Laura Delgado
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