Con la visita del mandatario estadounidense a Oriente, se dejó claro que no tiene un apoyo incondicional en la región

Desde el anuncio del periplo del mandatario estadounidense por el continente asiático, los países que iba a ser visitados (Japón, Corea del Sur, China, Vietnam y Filipinas) sufrieron un tipo de polarización respecto a la visita de Donald Trump. El principal motivo de la discordia se debe a la incertidumbre con la que se vive en la región, debido a la retórica que han usado Trump y Kim Jong Un de suscitar un conflicto bélico que pueda desencadenar el uso de armas nucleares.

La primera parada del viaje oficial estadounidense fue Japón, donde decenas de japoneses se tomaron las calles de Tokio para rechazar la visita del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a Japón. Aunque la protesta se llevó de manera pacífica frente a las instalaciones de la embajada norteamericana, hubo un número de detenciones, que aún no se ha confirmado, como respuesta al desorden que se causó a nivel vehicular.

Las manifestaciones se llevaron a cabo cuando el mandatario estadounidense y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, departían jugando golf.

En Corea de Sur, las manifestaciones fueron más numerosas, los grupos estaban divididos. Mientras una fracción solicitaba la intervención militar estadounidense de manera inmediata en Corea del Norte, la contraparte pedía que el presidente se retirara de la península coreana al considerarlo una persona que no piensa en la seguridad del pueblo coreano y tampoco hace uso de razón como mandatario de la principal potencia occidental. Los carteles usados en la manifestación dejaban ver mensajes como: “No Trump, No Guerra”, además había uso de banderas e imágenes de Mandatario estadounidense.

El principal diario norcoreano, el Rodong Sinmun, mostró en sus primeras páginas las protestas que se llevaron a cabo en su vecino al sur. Pero así mismo nunca incluyo las fuertes palabras que uso el mandatario estadounidense al referirse a Corea del Norte, ni tampoco ningún comentario que haya surgido durante la gira presidencial en contra del país.

En China, la situación se registró de manera opuesta, cerca de los lugares donde el presidente estadounidense estaría, se hacía presente un grupo no superior a las cincuenta personas que lo aclamaban. Para los medios internacionales, no se sabe si esta fue una jugada de Xi Jinping para adular a Donald Trump y hacerlo olvidar el tema de violación de derechos humanos, o si en verdad ese grupo de personas realmente apreciaba la visita de Trump.

Las protestas en el continente asiático dejan ver que el apoyo hacia la posición tomada por Donald Trump respecto al continente, y principalmente hacia Corea del Norte, no es rotundo. 

Las Filipinas también han sido escenario de fuertes protestas, en las que se mostró repudio por la visita del presidente de Estados Unidos. Los manifestantes exigen, “el fin de la intervención militar de EEUU”, “el desmantelamiento de la ayuda militar para las fuerzas estatales fascistas de Filipinas” y “una disculpa oficial de Washington por las atrocidades durante la ocupación de Filipinas” entre 1898 y 1946. Además, el principal motivo de protesta al finalizar la visita oficial se debe a que no hubo una condena por el tema de violación de derechos humanos en la llamada “guerra contra la droga”. Para los filipinos Estados Unidos puede presionar más para evitar el derramamiento de sangre.

Además, se quemaron banderas de Estados Unidos y anunciaron que las protestas seguirían incluso cuando Donald Trump abandone el país, pues se quiere hacer eco en el mundo y hacer saber que la situación en el país asiático es delicada y la comunidad internacional no se manifiesta al respecto.

Aunque congresistas estadunidenses le pidieron a Trump que hablara sobre las violaciones de los derechos humanos en el país asiático, este hizo caso omiso a la petición y por el contrario sostuvo una excelente relación con el mandatario filipino al que considero un aliado en el hemisferio occidental.

Las protestas en el continente asiático dejan ver que el apoyo hacia la posición tomada por Donald Trump respecto al continente, y principalmente hacia Corea del Norte, no es rotundo. Y por el contrario hay gente que le solicita hacer más por la región respecto a otros temas, que lanzar una campaña militar que realmente solo perjudicaría a la región. Donald Trump debe cuestionarse acerca de su actuación en la gira por los países asiático, pues más que mostrarse como un gran avance, es una gira vacía que deja espacios en blanco y con muchas incógnitas acerca de cuál es realmente el interés de Estados Unidos con los países asiáticos.

Latin American Post | Carlos Eduardo Gómez Avella

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