Turquía vs EE. UU: lecciones para Venezuela
Con la prohibición de emitir visados, Ankara y Washington escalan en un conflicto mostrando una posible realidad para Venezuela
Read in English: Turkey vs USA: lessons for Venezuela
Las relaciones entre Turquía y Estados Unidos, antiguos socios estratégicos, han alcanzado un nivel crítico histórico. El gobierno estadounidense anuncio que su representación diplomática en Turquía dejará de emitir visados a los ciudadanos turcos, excepto a aquellos que pretenden asentarse en territorio americano y, por su parte, el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan tomó una represaría similar por la cual se dejaran de emitir visados a ciudadanos norteamericanos. La situación se abarca bajo las nuevas relaciones que han surgido entre Ankara y Moscú, aparte del choque con el gobierno de Donald Trump por brindar apoyo a los kurdos en Siria.
Dicha tensión no deriva únicamente de estos dos sucesos, ya que el evento detonante ocurrió el miércoles 4 de octubre cuando un empleado turco del consulado estadounidense en Turquía fue arrestado por presuntos vínculos con incitadores del intento de golpe de estado en Julio de 2016. El empleado es acusado de espionaje y de estar relacionado con las redes de Fetulá Gülen, un predicador exiliado en Estados Unidos al que Ankara considera como el cerebro del intento de golpe de Estado. Así mismo, una nueva orden de arresto ha sido emitida contra un segundo empleado de la sede diplomática, del cual no se sabe su paradero y solo su esposa e hijo han dado declaración a la policía.
Desde el fallido golpe de Estado, la negativa de Estados Unidos de entregar Gülen a Turquía es una fuente de tensión permanente entre ambos países, que finalmente ha desembocado en un pulso entre las dos naciones y su decisión de no emitir visados de manera recíproca.
Los anuncios sobre visados confirmaron el rápido viraje que ha dado la relación entre Estados Unidos y Turquía tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. El presidente estadounidense recibió en mayo a su homólogo turco. La reunión se interpretó como un aval a Erdogan, aunque en ese momento el presidente turco ya advertía de que no estaba contento con la entrega de armas a las milicias kurdas. La voluntad de cercanía de Trump se había exhibido en abril cuando felicitó al mandatario turco por su victoria en el referéndum de reforma constitucional pese a que el Departamento de Estado se había mostrado preocupado tras las denuncias de supuestas irregularidades en el proceso. Aun así, con las decisiones de esta semana esa cercanía se rompió gradualmente.
Debido a la actitud autoritaria de Erdogan en Turquía, la anterior administración de Barack Obama se había mostrado reacia a recibir al jefe de Turquía en Washington. Incluso, le había solicitado al gobierno de Ankara reducir los indicios autoritarios con el fin de otorgar estabilidad a la región que aún hoy lo necesita. Mientras tanto, Ankara no ha recibido con beneplácito el silencio estadounidense frente al intento de golpe de estado, lo que ha degenerado una mala relación que, con el tiempo, ha llegado al nivel que hoy preocupa.
Situación similar podría generarse en Venezuela, donde las administraciones de Obama y de Trump han exigido la restitución de la democracia bajo la eliminación del régimen autoritario actual de Nicolás Maduro. Sin embargo, a pesar de las intervenciones en las que Maduro descalifica la posición estadounidense y la cataloga como imperialista, no ha habido escándalos de espionaje o situaciones similares.
No obstante, desde Washington las represarías han sido dirigidas estrictamente al ámbito económico, perjudicando a Venezuela de manera más concreta. Si bien Turquía ha visto una devaluación de su moneda, la Lira, esto se debe por movimientos indirectos que no han buscado afectar la economía nacional, situación que difiere a la de Venezuela donde sí se ha pretendido afectar las finanzas nacionales de manera certera.
Para Venezuela, la situación se complicó desde la prohibición a viajeros de ciertas dependencias venezolanas, así como la amenaza de nuevas medidas para las visas, por lo cual se debe estar atento de las jugadas de Washington en Ankara, ya que podría reflejar el futuro incierto de Venezuela.
Latin American Post | Carlos Eduardo Gómez Avella
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