Violencia infantil: Materia pendiente en Latinoamérica
En la región, uno de cada cinco casos de abuso es perpetrado por familiares cercanos en los entornos de protección
Según Unicef, en el informe sobre Violencia sexual en Latinoamérica y el Caribe de la OEA, al menos 40 millones de niños, niñas y adolescentes menores de 15 años sufren de violencia, abuso y negligencia en el seno de sus familias, escuelas y entornos cercanos. Esta situación parece agravarse cada vez más, a pesar de los esfuerzos canalizados por diferentes instituciones y organizaciones de la región. Lo que más preocupa en la mayoría de los casos registrados, es que se están originando en los entornos protectores, por personas “de confianza”.
Sólo basta con echar un vistazo a las cifras en diferentes países de Latinoamérica, para darse cuenta de que los infantes están corriendo riesgos dentro de sus propios entornos protectores. Un claro ejemplo de esta situación se evidencia en Colombia, donde durante 2017, según el director del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, Carlos Eduardo Valdés, se registraron 19.592 casos de abuso contra menores de edad. Hasta el 13 de diciembre de 2017, se habían presentado 22.519 de violencia sexual. El 80% de la cifra corresponde a casos de abuso contra menores de edad.
Otro de los países, con una alta data de situaciones de violencia contra menores de edad, es Ecuador. De acuerdo con Unicef, para el año 2011, 204 personas entre 10 y 19 años fallecieron debido a causas violentas como homicidio y suicidio. Adicionalmente, según cifras de la Comisión Ampetra, desde 2015 hasta septiembre de 2017 se presentaron 714 casos de violencia sexual contra niños y adolescentes. Asimismo, en este país 33% de los niños, niñas y adolescentes entre los 5 y 17 años, han afirmado que han sido violentados con golpes. Las cifras revelan que el 54% de los casos se han registrado al interior de los hogares, 28% en colegios o universidades y 11% en barrios.
Hay que destacar un factor que quizás se convierta en un común denominador entre los países de la región, la pobreza es uno de los mayores detonantes de casos de violencia y abuso infantil. En Latinoamérica existen al menos 70 millones de niños y niñas que viven en situaciones precarias, de ellos dos de cada tres infantes son violentados física o sicológicamente.
Uno de los casos más recientes que se presentó en la región, tuvo lugar en Argentina en la ciudad bonaerense de Mar del Tuyú. En esta ciudad, una bebé de cuatro meses tuvo que ser internada de urgencia en el Hospital de Mar de Ajo. Allí, según los médicos que la atendieron, le fue diagnosticada una fractura de cráneo y quemaduras de cigarro en el tórax. Por el hecho fueron detenidos sus padres.
En este sentido, uno de los mayores aliados en la lucha contra este flagelo, en Latinoamérica y el Caribe, es la denuncia oportuna en cada uno de los casos que se evidencie o en los que exista sospecha de abuso. De esta manera, al denunciar se podrá ayudar a disminuir las alarmantes cifras que se están registrando.
También, es importante evaluar las situaciones de los entornos cercanos en los niños y niñas, debido a que uno de cada cinco de los casos de violencia infantil tiene como perpetrador un familiar cercano. Adicionalmente, se hace necesaria la intervención de los gobiernos de la región, con mecanismos que puedan asestar un fuerte golpe en el combate contra este problema social. No podemos olvidar que eso ellos son el futuro de la región y su infancia marcará el carácter del mañana.
LatinAmerican Post | Julio Abella
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