Javier Duarte, exgobernador de Veracruz, juzgado en México
La Procuraduría mexicana ha encontrado pruebas suficientes para condenar al político
Javier Duarte fue por los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada. La orden de aprehensión fue emitida el 13 de octubre del 2016. Según la Procuraduría General de la República, o PGR, Javier Duarte de Ochoa encabezó durante su gobierno una red delictiva que desvió millones de pesos mexicanos del erario público a través de un complejo sistema de empresas fantasma que entregaban el dinero a otras compañías más para hacerlo llegar a diferentes prestanombres. Los contratos se otorgaron a través de la Secretaría de Educación y Salud de Veracruz a empresas como Evolución Diseños, Gali Textil, Farmacias Genéricos, entre otras. Después de una larga investigación, se comprobó que estas empresas no existían más que en el papel, por lo que los rubros asignados no se llevaron a cabo. Antes de que Duarte de Ochoa fuera capturado, solo habían sido detenidas Elia y Nadia Arzate Peralta, señaladas como accionistas de “Consorcio Brades”, involucrado en la triangulación de los ya mencionados recursos públicos.
Durante sus audiencias en Guatemala, Javier Duarte estuvo bastante sonriente, con una barba abundante y un nuevo corte de cabello. Incluso llegó a decir ante los micrófonos de la prensa: “Tengo algo que declarar. Paciencia, prudencia, verbal contingencia (SIC), dominio de ciencia, presencia o ausencia, según conveniencia”, palabras del escritor español Santiago Montoto.
El 17 de julio tuvo lugar la primera audiencia del ex gobernador veracruzano en tierras mexicanas, llevada a cabo en el lugar en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México. Durante esta audiencia, el juez señaló incongruencias por parte de la PGR en el caso contra Javier Duarte, a quien se le acusa del desvío de aproximadamente 25 millones de dólares mexicanos, aunque solo se pudio comprobar el de poco más de 2 millones de dólares. El juez señaló que “posiblemente por causas de trabajo los fiscales no habían podido leer bien el caso” ante las constantes dudas de los mismos, quienes llegaron incluso a demorar más de una hora para responder al acusado, que se veía bastante cómodo, cuáles habían sido las fechas de compra de 20 parcelas ejidales. Por otra parte, Marco del Toro, abogado defensor de Duarte, señaló que en el expediente se han “encontrado flaquezas impresionantes, desde un punto de vista jurídico”.
El 18 de julio, un juez suspendió dos órdenes de aprehensión en contra de Javier Duarte. El 22 del mismo mes tuvo lugar la segunda audiencia, completamente distinta a la primera. Después de una jornada de 12 horas, se determinó que había pruebas suficientes para vincular a proceso al ex gobernador de Veracruz. Podría decirse que hubo un giro de 180 grados: la PGR envió al doble de fiscales, 6, entre los que iba el subprocurador de Delincuencia Organizada de la PGR, Israel Lira. A pesar de las quejas iniciales de la defensa, no se desestimó ninguna prueba. A lo largo de 2 horas, la PGR describió 82 datos de prueba que se consideran fundamentales para comprobar que Duarte era la cabeza de una organización criminal y que adquirió propiedades y bienes a través de prestanombres que lavaron su dinero. En esta ocasión, el acusado no pronunció más de cuatro palabras y se le borró la sonrisa de la boca. A la salida, su abogado solo acertó a darle una palmada en la espalda y a susurrarle algunas cosas mientras un agente de la Policía Federal esposaba al ex gobernador para trasladarlo de vuelta a su celda.
Latin American Post | Jesús M. Koyoc Kú
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