ANÁLISIS

Colombia: la corrupción que nos carcome

Este podría ser uno de los peores males a los que se enfrenta Colombia en el postconflicto y es un tema que definirá las presidenciales

Colombia: la corrupción que nos carcome

No quisiera realizar un diagnostico del país, porque el país ya está diagnosticado. Sin embargo, los mismos males de siempre nos siguen arruinando: la desigualdad social, el alto costo de vida, la pobreza, la hambruna, el desempleo, las drogas, la inseguridad y la trampa.

Una no menos grave es la corrupción, un mal que nos carcome de manera sigilosa pero que en los últimos meses ha venido retumbando entre la gente luego que se conociera el escándalo de Odebrecht. La empresa brasilera pagó más de cuatro millones de dólares en coimas a altos funcionarios de el Estado a cambio de amañar contratos y aprobar licitaciones para obras de alto impacto como la Ruta del Sol o la recuperación de la navegabilidad del Río Magdalena mediante Navelena, empresa donde Odebrecht tiene más del 50% de participación.

Luego de la firma del acuerdo de paz, queda claro que el tema que definirá la campaña del nuevo jefe del ejecutivo será la corrupción. Entre los presidenciables tendrá ventaja el menos salpicado. Ya lo anticipó el contralor Edgardo Maya, quien afirmó que las tres ‘ias’ (Procuraduría, Fiscalía y Contraloría) servirán de garantes para controlar la entrada y salida de recursos en las campañas de los nuevos candidatos a presidencia.

La corrupción nos congrega a reflexionar y rememorar el pasado para entender que no es un tema reciente. Colombia ya lo había sufrido mediante el proceso 8000 y la parapolitica, donde terceros financiaban campañas a cambio de prebendas durante el ejercicio público. El país entero sufre por la clase política que en miras a ocupar un puesto no discrimina oferentes y deja que sus campañas las financie cualquiera que tenga sobre el papel el mayor número de ceros. Según las cifras, todos los días durante un año los políticos se roban aproximadamente 50 billones de pesos. Este dinero viene de los impuestos que pagan los colombianos.

La lista sería extensa si incluimos capturas como la del ex Gobernador de la Guajira ‘Kiko’ Gómez, la fatídica administración de Samuel Moreno cuando ejerció como alcalde de Bogotá, las irregularidades en la Gobernación de Oneida PIGNORE INTO, el escándalo de Reficar, el Carrusel de la Contratación, Caprecom, SaludCoop EPS y Odebrecht. Todos estos escándalos han sido reportados en los medios colombianos en los últimos años.

La corrupción sí es con nosotros. Acabó con media Guajira y mató cientos de niños. La corrupción económica es aun peor; no tiene punto de retorno, aumenta el valor de la vida y no sume en total incertidumbre. ¿Quién llegará? ¿El menos salpicado?

 

Latin American Post | Andrés Duque Gutiérrez

 

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