Deportes virtuales: ¿vale la pena verlos?

Últimamente hemos visto cómo las organizaciones deportivas alrededor del mundo han tratado de acudir a los e-sports para recuperar las pérdidas generadas por el coronavirus. Varios clubes de fútbol, por ejemplo, han comenzado torneos en línea, en los que se pretende simular la temporada. Sin embargo, ¿son estos reemplazos dignos de los deportes usuales, llenos de la misma emoción y acción? Te tengo unos argumentos a favor y en contra.

Sí son un digno reemplazo

Entre los argumentos más fuertes para ver estos deportes virtuales se encuentra la sensación de comunidad que generan. Es evidente que para algunos entre los más hinchas, ver a sus deportistas favoritos jugando, así no estén físicamente en la cancha, es suficiente para distraerlos de la actual situación del mundo. Es importante que las personas no sientan que la sensación de normalidad ha desaparecido completamente de sus vidas, para no caer en la desesperación. 

Adicionalmente, los deportes virtuales son ideales para que las estrellas demuestren habilidades que son importantes dentro y fuera de la cancha. La coordinación mano-ojo, el pensamiento táctico y la toma inteligente de decisiones son solo algunas de las habilidades con las que un jugador puede brillar en este momento. 

También es interesante como ver como algunos clubes han organizado torneos no con jugadores de sus alineaciones de la vida real, sino con profesionales de los e-sports. Esto puede traerle más reconocimiento y respeto a esta faceta de los deportes que es tan frecuentemente ignorada y quien sabe, tal vez traiga más fanáticos al mundo del deporte virtual. 

No son un digno reemplazo

Uno de los argumentos más fuertes contra los e-sports de los clubes como entretenimiento que vale la pena ver es que, desafortunadamente, las habilidades de los atletas no se traducen efectivamente al mundo virtual. Un jugador que sea considerado como un prodigio en la cancha puede ser un novato en FIFA, PES o cualquier otra de las alternativas. No se está viviendo el mayor nivel de la competición y, por lo tanto, no se siente la misma emoción.

Este punto vuelve a tocar en el rol de los profesionales del e-sports en entretenimiento. ¿por qué ver a Messi jugar FIFA cuando puedo ver a los mejores profesionales del e-sport hacerlo? De la misma forma, esos profesionales del e-sports no pueden mostrar todo su potencial pues el juego en línea que obliga el coronavirus no es el mismo que el juego que realizan dos personas en una misma consolas, pues existe retrasos de conexión que estan fuera del control de cualquier jugador. 

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De igual manera la imprevisibilidad también es un factor ausente en los deportes virtuales. Aunque las simulaciones que tenemos hoy en día sean muy avanzadas, no pueden, por ejemplo, replicar aquellos momentos sorpresivos que existen en el deporte real. Un árbitro de FIFA 2020  siempre pitará la falta correctamente, por ejemplo.

Entonces ¿vale la pena ver los deportes virtuales? Eso dependerá de las preferencias de cada quien, aunque sugeriría por lo menos darles una oportunidad antes de descartarlos del todo. Por mí parte no tiene sentido ver una competición en la cual el nivel de los jugadores no es el máximo (cuando se trata de estrellas de la Liga Santander jugando Fifa por ejemplo)  y nunca me ha gustado ver deportes de la vida real en videojuegos, pues hace falta ese sentimiento de emoción e impredicibildad que solo tienen los humanos. De igual manera, me parece que los verdaderos fánaticos del deporte saben que falta algo, que tal vez no pueden describir al momento de ver e-sports, esa conexión humana. Por ahora es mejor mantener a los dos mundos separados. O quizá legitimar a los e-sports desde el mundo de donde provienen, de los videojuegos.