ANÁLISIS

Desafíos y esperanzas en la atención materna en la región del Chocó, Colombia

En la región del Chocó de Colombia, las mujeres embarazadas dependen en gran medida de parteras tradicionales debido a instalaciones médicas inadecuadas. Este artículo explora la interacción entre la medicina tradicional y moderna y la necesidad de mejorar la infraestructura sanitaria.

En el remoto municipio de Iró, ubicado en el departamento de Chocó en Colombia, las mujeres embarazadas enfrentan importantes desafíos para acceder a una atención médica adecuada. El viaje desde sus hogares hasta el centro de salud de Santa Rita implica sólo cincuenta pasos, pero las condiciones del centro a menudo las llevan a depender más de parteras tradicionales, conocidas localmente como parteras. A pesar de su dedicación, estas parteras trabajan en condiciones difíciles, lo que pone de relieve la necesidad urgente de mejorar la infraestructura y el apoyo de la atención sanitaria.

Depender de las parteras tradicionales

Jennifer Palacio, jefa de enfermeras del centro de salud Santa Rita, revela que muchas mujeres prefieren dar a luz en casa con la asistencia de parteras como María Crucelina Sánchez, conocida cariñosamente como ‘Chilina’. El centro de salud, que carece de equipos esenciales como un ecógrafo y la capacidad para realizar cesáreas, lucha por brindar la atención necesaria. “En mayo no atendimos ni un solo parto, todos se atienden en casa”, admite Palacio.

La casa de Chilina se ha convertido en un santuario para las mujeres embarazadas de la comunidad. A pesar de los desafíos, utiliza un dispositivo Doppler para detectar los latidos del corazón fetal. La falta de instalaciones médicas adecuadas obliga a las mujeres a confiar en su experiencia, que a menudo implica navegar a través de densos bosques y ríos para llegar a los servicios de atención médica.

Leidy Quinto, aprendiz de partera, se hace eco de los desafíos que enfrenta la comunidad. En zonas como Todositico, donde no hay un centro de salud, una partera es crucial. “Si no hay matrona, no hay nadie que pueda atender a los bebés”, explica Quinto. La terrible situación en estas áreas remotas pone de relieve la negligencia del gobierno, como lo demuestra la falta de infraestructura y apoyo sanitarios básicos.

Negligencia gubernamental y mortalidad materna

La crisis sanitaria en Chocó se ve exacerbada por la falta de profesionales médicos dispuestos a trabajar en estas difíciles condiciones. Manuela Mosquera, presidenta de la Asociación de Parteras del Chocó (Asoredipar), describe la reticencia de los médicos a ingresar a los centros de salud con puertas acribilladas a balazos. La región está plagada de violencia por parte de grupos criminales como el Clan del Golfo y facciones guerrilleras como el Ejército de Liberación Nacional (ELN), creando un ambiente de miedo y abandono.

Esta falta de atención médica tiene consecuencias nefastas. La tasa de natalidad del Chocó es casi tres veces el promedio nacional y las muertes maternas evitables son significativamente más altas que en otras partes de Colombia. Mosquera señala que a menudo se culpa injustamente a las parteras por estas muertes a pesar de sus esfuerzos por trabajar en conjunto con los profesionales médicos. “Es evidente la envidia y la falta de respeto hacia la cultura de la gestante que acude a la matrona”, asevera.

Para parteras como Chilina, la medicina moderna no es una adversaria sino una aliada. Insiste en hacerse un informe ecográfico antes de atender a cualquier mujer embarazada. “Si el médico dice que el riesgo es alto y pasa algo, culparán a la matrona”, explica. Esta colaboración es crucial, sin embargo, los problemas sistémicos de la violencia armada, la violencia intrafamiliar y la pobreza crean barreras importantes para lograr una atención materna integral.

Integrando la medicina tradicional y moderna

Integrar la medicina tradicional y la moderna es esencial para mejorar la atención materna en regiones como el Chocó. Mosquera aboga por una mejor relación entre profesionales médicos y parteras. “Si los médicos y enfermeras escucharan a las parteras que les acercan las mujeres embarazadas, habría un vínculo perfecto porque las parteras están en los territorios queriendo minimizar las muertes maternas”, argumenta.

La Corte Constitucional de Colombia ha ordenado al gobierno integrar a las parteras al sistema de salud y compensarlas por su invaluable trabajo, especialmente durante la pandemia. Sin embargo, parteras como Manuela enfatizan que se necesita más que reconocimiento; necesitan respeto y aceptación de su papel en la comunidad. “No necesitamos reconocimientos, necesitamos respeto y aceptación”, afirma con firmeza.

Este llamado a la integración y el respeto mutuo es crucial para el desarrollo sostenible de la salud en el Chocó. Proporcionar a las parteras la capacitación y los recursos necesarios y al mismo tiempo garantizar que las instalaciones médicas estén equipadas para atender emergencias puede reducir significativamente las tasas de mortalidad materna. Además, fomentar una cultura de colaboración entre los proveedores de atención sanitaria tradicionales y modernos puede mejorar la eficacia general de la atención materna.

Contexto latinoamericano

Los desafíos que enfrentan las parteras en Chocó no son exclusivos de Colombia. En toda América Latina, las comunidades indígenas y rurales a menudo dependen de parteras tradicionales debido a la falta de servicios de salud accesibles. En países como México, Perú y Guatemala, las parteras desempeñan un papel fundamental en la salud materna, especialmente en zonas remotas donde la infraestructura sanitaria es inadecuada.

Estas regiones comparten desafíos similares, incluidas altas tasas de mortalidad materna, acceso limitado a instalaciones médicas y barreras culturales a la atención médica. En muchos países latinoamericanos, la integración de las prácticas tradicionales de partería con la atención médica moderna es un esfuerzo continuo. Los programas exitosos a menudo implican capacitación para parteras, apoyo gubernamental y participación de la comunidad para garantizar que la atención materna sea culturalmente sensible y médicamente sólida.

En este contexto más amplio, las experiencias de las parteras en Chocó reflejan la lucha más amplia de América Latina por una atención sanitaria equitativa. Abordar estos problemas requiere un enfoque integral que incluya cambios de políticas, inversión en infraestructura de atención médica y reconocimiento del valioso papel que desempeñan los proveedores de atención médica tradicionales en sus comunidades.

El viaje de las mujeres embarazadas en Chocó, desde la orientación de parteras como Chilina hasta las instalaciones inadecuadas en el centro de salud de Santa Rita, subraya la necesidad urgente de mejorar la infraestructura y el apoyo a la atención médica. Colombia puede crear un sistema de atención materna más inclusivo y eficaz fomentando la colaboración entre los proveedores de atención médica tradicionales y modernos.

Lea también: El sistema de salud de Colombia enfrenta desafíos críticos e inconsistencias

Las lecciones del Chocó resaltan la importancia de integrar prácticas culturales en la atención médica, garantizar que las inversiones en infraestructura de atención médica respondan a las necesidades de la comunidad y reconocer el papel fundamental de las parteras en la mejora de los resultados de la salud materna. A medida que América Latina continúa abordando estos desafíos, las historias de las parteras y las comunidades a las que sirven brindan información valiosa para construir un sistema de salud más equitativo y eficaz para todos.

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