El absurdo huracán político de Puerto Rico
La red de corrupción que involucra al gobernador, al ex ministro de economía y a otros salió a la luz a través de las revelaciones de chat en la plataforma de Telegram
LatinAmerican Post Staff
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Hace dos años fue un huracán, hoy es una tormenta política que sacude a la isla con una población de aproximadamente 3,2 millones. Con protestas callejeras relativamente pacíficas, cientos de miles de personas indignadas obligaron al gobernador a renunciar.
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Para comprender la tormenta política en Puerto Rico, uno debe comprender lo que significa ser parte de los Estados Unidos: aunque los puertorriqueños pagan impuestos a los Estados Unidos, no pueden participar en las elecciones presidenciales y están representados en el Congreso por un parlamentario impotente. Entonces, cuando se trata del mal uso de los fondos públicos, es el mal uso del dinero público estadounidense.
Los manifestantes acusaron al ex gobernador Ricardo Rosselló de usar fondos estatales para sus propios fines. Agregando a esto el hecho de que el territorio ha estado muy endeudado durante años y, por lo tanto, prácticamente insolvente.
La red de corrupción que involucra al gobernador, al ex ministro de economía y a otros salió a la luz a través de las revelaciones de chat en la plataforma de Telegram. Las conversaciones, de aproximadamente 900 páginas, tuvieron lugar entre Rosselló y 11 de sus asesores, incluidos políticos de alto rango en el territorio.
En los chats revelados, se tomaron decisiones sobre gastar fondos estatales y manipular la información pública. Sin embargo, la razón por la que la gente de Puerto Rico estaba más indignada que nunca es otra parte del contenido del chat donde los participantes hacen declaraciones discriminatorias, insultantes y obscenas sobre las mujeres, por ejemplo, llamándolas "prostitutas"; sobre los homosexuales, las personas con sobrepeso e incluso se burlaron de las víctimas del huracán María en 2017.
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También se informa que el gobernador intervino en el poder judicial al nombrar jueces que simpatizan con él y su gobierno ante la Corte Suprema de Puerto Rico.
El ex gobernador Rosselló puede ser acusado en los tribunales por la malversación de fondos públicos y corrupción, pero la población también lo critica desde un punto de vista moral y ético. Es por eso que los puertorriqueños han tomado las calles en los últimos días: están indignados por la política y sus representantes en general.
Hace dos años, el gobernador, respaldado por demócratas y republicanos, sonreía a las cámaras, mientras que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, no estaba ayudando mucho a las víctimas del huracán María. Hoy, Roselló ha estado aislada y ha sido criticada tanto por Trump como por el representante del Congreso de Puerto Rico, Jenniffer González. González también pidió la renuncia del gobernador.
En este contexto, los tonos sexistas no son ajenos al presidente, y Trump también instaló a su candidato como juez en la Corte Suprema de los Estados Unidos. El hecho de que el pueblo puertorriqueño haya resistido este absurdo merece reconocimiento mundial.
