El Salado: 19 años después de la masacre
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Entre el 16 y el 22 de febrero del año 2000, miembros de fuerzas marginales entraron al El Salado, Bolívar disparando a toda la población civil
Hace 19 años ocurrió una de las peores masacres en Colombia. Ya en diciembre de 1999 un helicóptero le había avisado a la población por medio de panfletos en los que se podía leer “cómanse las gallinas y los carneros y gocen todo lo que puedan este año porque no van a disfrutar más”.
El 16 de febrero paramilitares pertenecientes a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) ingresaron a la zona para evitar que la población pudiera escapar. Entraron por los caminos montañosos destrozando todo lo que encontraran a su paso: matorrales, animales, personas. Los paramilitares llegaron al pueblo a arrasar a cualquiera que tuviera alguna simpatía con las FARC, así no la tuvieran. Ni siquiera las FARC pudo combatir el terror perpetrado por los paramilitares.
Según un relato publicado por Semana, los paramilitares continuaron el ataque el 17 de febrero gritando “estamos en El Salado ¡no joda!. Salgan, partida de guerrilleros, que todo el mundo se muere hoy”. A partir de ese día seleccionaron a varias personas de la población civil y los llevaron a la cancha de fútbol del pueblo, y cada media hora ocurrían las torturas, los disparos y los desmembramientos. La masacre dejó a más de 100 personas muertas
A pesar de que las alertas se habían encendido, el gobierno del entonces presidente Andrés Pastrana, estuvo en el ojo del huracán por la negligencia para atender el caso. Miles de militares prohibía el paso por la carretera que llegaba El Salado, argumentando “que estaba minada y no había un helicóptero disponible para la emergencia”.
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La tragedia se puede repetir
Han pasado 19 años y El Salado no podrá volverá a ser ese lugar económico próspero que alguna vez intentó ser. Pocos se atrevieron a volver al corregimiento y muchos aún esperan la reparación económica prometida. Según el director de la Unidad de Víctimas, Ramón Rodríguez, los $6.500 millones destinados para las víctimas se desembolsarán “antes del 31 de marzo”.
Sin embargo, ¿de verdad ese dinero ayudará en algo a las víctimas? Lo que necesita El Salado, y no solo este corregimiento, sino miles que viven amenazados por la violencia en manos de disidentes de las FARC y de la presencia de grupos paramilitares es que el gobierna cumpla y vele por los derechos humanos de la población.
La atención del actual presidente Iván Duque también se tiene que centrar en Colombia, si bien es importante la crisis social que se vive en Venezuela, en Colombia también existe una falta de seguridad. En las poblaciones más lejanas se vive con miedo de que otra vez ataques terroristas contra la población se presenten.
El Estado tiene que generar oportunidades que ayuden a las poblaciones para salir de la pobreza, garantizar los derechos básicos, como el acceso a la alimentación, salud, educación, seguridad, entre otros, para evitar el surgimiento de una nueva guerra alimentada por la población más jóven. Los cuales no ven una salida ni un futuro en un lugar donde el Estado no hace presencia, pero sí la hace grupos paramilitares que ejercen como entes que garantizan lo que el Estado no.
Para evitar una nueva ola de terrorismo y evitar que una nueva masacre y tragedia como la de El Salado ocurra, el Estado colombiano tiene que garantizar los derechos básicos hacia la población. Comenzando por la que más riesgo tiene.
LatinAmerican Post | Laura Viviana Guevara Muñoz