¿Estamos preparados para los vehículos autónomos?
Los carros autónomos ya son una realidad y recorren las vías de las principales ciudades del mundo
Es imposible pensar que si Google, Daimler (Mercedes Benz), Uber, AG, BMW, Renault, Ford, Volvo, Bosch, Tesla y hasta los gobiernos están comprometidos con un proyecto, este no resulte. Este es el caso de los carros autónomos o autoconducidos (self driving). Incluso ya varios están rodando y ‘conduciéndose’ solos por las grandes ciudades y autopistas de Estados Unidos, Europa y Japón.
Por ahora, la mayoría de estos primeros carros que se siguen probando no son totalmente autónomos. Son más precisamente carros con un piloto automático que puede manejar autónomamente por grandes distancias (cambiando de carril, cruzando calles deteniéndose en semáforos, etc.). Estos carros tienen volante y es necesario que una persona se siente en el puesto del piloto para poder tomar el control en cualquier momento en que el programa lo requiera (o incluso falle). Sin embargo los de Google no tienen incorporados ni volante ni palanca de cambios.
Incluso Tesla ya pone precio a este tipo de vehículos. Un auto eléctrico que tenga un piloto automático costará US$40.000 y uno completamente autónomo US$43.000.
Sin embargo, estos nuevos carros no solo plantean retos tecnológicos, también legales. Cuándo estos autos salgan al mercado, ¿podrán ser conducidos por cualquier persona? ¿Es necesario tener una licencia de conducción? ¿qué tipo de licencia se necesita? ¿qué problemas éticos representarán?, etc.
Es por esto que los Gobiernos de los países industrializados han empezado a legislar sobre estos autos. Por ejemplo, algunos estados y ciudades de EE.UU otorgan permisos para manejar estos carros (prototipo) con una placa especial. El Gobierno norteamericano espera que los fabricantes compartan la información que surja de los ensayos para así ir desarrollando leyes y tomando medidas desde antes de que se presenten problemas. El Reino Unido también viene en esa dirección. El Gobierno británico asegura que no hay barreras para probar los carros en la vía pública. Pero sí reconoce que se debe modificar y ampliar las normas viales cuando estos sean vendidos al público.
Es muy probable que los primeros autos “autónomos” sean con “piloto automático”, por lo que será necesario que aún se necesite de asistencia humana. Esto quiere decir que en un principio se deberá tener licencia de conducción. ¿Pero qué tipo de licencia? Las personas con un carro con asistencia deberían ser capaces de manejar un auto normal, pero también deben saber cómo controlar el piloto automático y el programa. Los conductores de Google, Volvo, Mercedes, etc. que prueban estos autos tienen unas clases adicionales para poder controlar adecuadamente el vehículo, capacidades que también deberán tener los compradores.
Otro de los interrogantes que surgen con los vehículos son ético-legales. Si es verdad que los autos autónomos son más seguros que un ser humano conduciendo, no están exentos a accidentes. Precisamente, recientemente en Los Ángeles, un carro de pruebas de Google sufrió un accidente al chocar con un autobús. Hasta ahora no hay muertos por este tipo de choques, pero no es la primera vez que ocurren.
Ahora, cuando un auto completamente autónomo se accidente, ¿de quién es la responsabilidad? ¿Quiénes pagan los daños, el seguro o el fabricante? ¿Y si falla la conexión de GPS y hay un accidente? También está la duda de la paradoja de los autos autoconducidos: si una persona va dentro del vehículo y en frente se atraviesa una familia y solo hay espacio para maniobrar hacia un abismo ¿qué debe hacer el vehículo? ¿arrollar a las personas que van al frente y salvar la vida del tripulante o desviarse y llevarse consigo la persona que va dentro? Este tipo de preguntas indican que a pesar de tener la tecnología, la sociedad también debe plantearse varias preguntas antes de continuar.
Porque hoy en día, están más cercanos los vehículos autónomos que las mismas leyes que los regularán.
Latin American Post | Santiago Gómez Hernández
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