ANÁLISIS

Información confiable es esencial para abordar la crisis de homicidios en América Latina

El subregistro de homicidios en Brasil resalta la urgente necesidad de informes confiables. Disponer de datos precisos es crucial para formular políticas eficaces para combatir la violencia. Ejemplos de toda América Latina subrayan la importancia de la transparencia para abordar los desafíos de seguridad de la región.

Revelaciones recientes del Atlas de la Violencia 2024, compilado por el Instituto Brasileño de Investigaciones Económicas Aplicadas y la ONG Foro Brasileño de Seguridad Pública, han revelado una estadística alarmante: entre 2019 y 2022, al menos 24.102 homicidios en Brasil no fueron reportados como tales. Esta cifra representa el 11,3% de todas las muertes violentas durante ese período. El informe estima que hubo aproximadamente 213.700 homicidios en esos cuatro años, pero sólo 189.600 fueron registrados oficialmente.

Esta discrepancia es un ejemplo evidente de los desafíos que enfrenta la documentación precisa de crímenes violentos. Solo en 2022, se reportaron 46.409 homicidios, pero se estima que 5.982 no quedaron contabilizados. Durante la década de 2012 a 2022, el número de asesinatos no denunciados se estima en 51.726. Se trata de muertes que las autoridades públicas no clasifican como homicidios, pero que es muy probable que lo sean.

La falta de denuncia de homicidios afecta significativamente las políticas públicas y las medidas de seguridad. Cuando las autoridades no pueden definir si una muerte se debió a homicidio, accidente o suicidio, la ambigüedad resultante socava los esfuerzos para abordar las causas profundas de la violencia. En el estudio, los investigadores analizaron 131.562 casos de muertes violentas con causas indeterminadas entre 2012 y 2022, y encontraron que 51.726 fueron probablemente homicidios no registrados como tales.

En 2022, la tasa de homicidios registrada en Brasil fue de 21,7 por 100.000 habitantes. Incluyendo los homicidios no denunciados, esta tasa salta a 24,5 por 100.000. Daniel Cerqueira, coordinador del Atlas, enfatiza que esta brecha entre los homicidios registrados y estimados influye en el análisis y la formulación de políticas de las autoridades regionales.

Una cuestión regional: la lucha de América Latina por disponer de datos precisos sobre la delincuencia

Brasil no está solo al enfrentar estos problemas. En toda América Latina, la subnotificación y la clasificación errónea de los delitos violentos son generalizadas, lo que distorsiona la escala exacta del problema. En México, por ejemplo, los infames “feminicidios” a menudo no se denuncian o se clasifican erróneamente como suicidios o accidentes, enmascarando la gravedad de la violencia de género. La falta de datos confiables impide que el gobierno implemente medidas efectivas para proteger a las mujeres y combatir la violencia.

En Venezuela, la crisis política y económica ha exacerbado el problema de la falta de denuncia de delitos. La tasa de delitos violentos del país se encuentra entre las más altas del mundo, pero muchos asesinatos no se registran debido a la corrupción institucional y el colapso del aparato de seguridad pública. Sin datos precisos, resulta casi imposible desarrollar estrategias para reducir la violencia y mejorar la seguridad pública.

Las consecuencias de una presentación de informes inexactos son de gran alcance. En primer lugar, obstaculiza los esfuerzos de aplicación de la ley. Con una comprensión clara de los patrones de delincuencia y los puntos críticos, las fuerzas policiales pueden asignar recursos de manera efectiva e implementar intervenciones específicas. Esta ineficiencia puede conducir a mayores tasas de criminalidad y una sensación general de inseguridad entre la población.

En segundo lugar, la falta de información afecta la percepción pública y la confianza en las instituciones. Cuando los ciudadanos perciben que los delitos no se denuncian ni se abordan con precisión, su confianza en las autoridades y las instituciones gubernamentales se erosiona. Esta desconfianza puede llevar a una menor cooperación con las autoridades, complicando aún más los esfuerzos de prevención e investigación del delito.

En tercer lugar, los datos inexactos afectan las percepciones y las relaciones internacionales. Los países con altas tasas de criminalidad pueden enfrentar desafíos para atraer inversiones y turismo, que son vitales para el desarrollo económico. Por el contrario, las tasas de delincuencia no declaradas pueden dar una falsa sensación de seguridad, retrasando las reformas e intervenciones necesarias.

La necesidad de sistemas de presentación de informes transparentes

Los países latinoamericanos deben invertir en sistemas de presentación de informes transparentes y confiables para abordar estos desafíos. La recopilación precisa de datos sobre la delincuencia es crucial para desarrollar políticas públicas eficaces y garantizar la rendición de cuentas. Los gobiernos deberían priorizar las siguientes acciones:

Fortalecimiento de las instituciones: Es esencial crear instituciones sólidas capaces de registrar y analizar con precisión datos sobre delitos. Esto incluye capacitar al personal encargado de hacer cumplir la ley, mejorar las capacidades forenses y garantizar la independencia de las agencias de estadística.

Implementación de tecnología: aprovechar la tecnología puede mejorar la recopilación y el análisis de datos. Por ejemplo, las plataformas y bases de datos de informes digitales pueden agilizar el proceso de registrar y compartir información sobre delitos entre diferentes agencias.

Fomentar la denuncia pública: las campañas de concientización pública pueden alentar a los ciudadanos a denunciar delitos. Garantizar el anonimato y la protección de los denunciantes también puede aumentar las tasas de denuncia.

Colaboración internacional: la cooperación regional puede ayudar a estandarizar las metodologías de denuncia de delitos y compartir las mejores prácticas. Las organizaciones y asociaciones internacionales pueden proporcionar asistencia técnica y financiación para mejorar las capacidades locales.

Reformas exitosas de presentación de informes

Algunos países latinoamericanos han mejorado significativamente la presentación de informes sobre delitos y la transparencia de los datos. En Colombia, la implementación del Sistema Integrado de Información para la Seguridad Ciudadana (SPOA) ha mejorado la precisión de las estadísticas sobre criminalidad. Este sistema integra datos de varios organismos encargados de hacer cumplir la ley, proporcionando una visión general completa de las tendencias delictivas y permitiendo respuestas políticas más efectivas.

Chile también ha avanzado con la creación del Observatorio Nacional de la Delincuencia. Esta institución recopila y analiza sistemáticamente datos sobre delitos, ofreciendo información valiosa para los formuladores de políticas y el público. Al hacer que esta información sea de acceso público, Chile ha mejorado la transparencia y la rendición de cuentas en su enfoque de la seguridad pública.

Estos ejemplos demuestran que, con las inversiones y los compromisos adecuados, se pueden lograr mejoras significativas en la denuncia de delitos y la seguridad pública.

Los medios de comunicación y la sociedad civil desempeñan papeles cruciales en la promoción de informes fiables. El periodismo de investigación puede descubrir discrepancias en las estadísticas oficiales y responsabilizar a las autoridades. Las organizaciones de la sociedad civil pueden abogar por la transparencia y apoyar a las víctimas en la denuncia de delitos.

Los medios de comunicación deberían priorizar la precisión y profundidad en su cobertura de crímenes, evitando el sensacionalismo que pueda distorsionar las percepciones públicas. Al centrarse en la información basada en datos, los periodistas pueden contribuir a un discurso público más informado y presionar a los gobiernos para que aborden los problemas de la falta de información.

Las organizaciones de la sociedad civil, incluidos grupos de derechos humanos y asociaciones comunitarias, pueden brindar apoyo y recursos a las víctimas, ayudándolas a navegar el proceso de presentación de informes. Estas organizaciones también pueden realizar investigaciones independientes y publicar resultados que destaquen las lagunas de datos oficiales.

Construyendo una América Latina más segura

La denuncia precisa de delitos no es sólo una necesidad burocrática sino una piedra angular de la seguridad pública y la confianza en la gobernanza. El subregistro de homicidios en Brasil y otros países latinoamericanos pone de relieve la necesidad urgente de recopilar y analizar datos confiables. América Latina puede desarrollar sistemas de presentación de informes transparentes y eficaces fortaleciendo las instituciones, aprovechando la tecnología y fomentando la cooperación internacional.

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Los medios de comunicación y la sociedad civil también deben desempeñar un papel activo en este proceso, garantizando que el público permanezca informado y comprometido. La región sólo puede abordar sus desafíos de seguridad y construir un futuro más seguro y transparente para sus ciudadanos mediante un esfuerzo concertado.

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