ISIS: ¿apenas vivo?
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La amenaza de ISIS en Europa no está tan cerca de desaparecer como el mundo quisiera
Tras los recientes embates liderados por las fuerzas kurdas y rusas, uno podría pensar, al ver las noticias, que la amenaza de ISIS es mucho menor a lo que fue el año pasado y antepasado. Escuchamos a diario historias de líderes yihadistas aniquilados en bombardeos, ciudades clave en su falso califato capturadas y más recientemente la pérdida de su mayor bastión y su erróneamente llamada ciudad capital Raqqa.
Tal parece ser que el mundo ha comenzado a olvidar los horrores de los ataques sufridos en Europa hace no mucho tiempo. Si analizamos la lista, los últimos 3 años han sido la peor ola de violencia sufrida en el continente europeo desde la era de las guerras masivas, en una época en la que a través de la creación de la Unión Europea se ha logrado un periodo de paz que sólo los más ingenuos hubiesen podido imaginar 70 años atrás entre las naciones de Europa Continental.
El terror, como siempre lo hace, ha logrado adquirir un nuevo rostro: El rostro del yihadista, de los falsos soldados de Dios quienes han desolado Europa con un ataque terrorista tras otro:
- El aeropuerto de Bruselas
- El ataque a caricaturistas en París
- El ataque a comensales, el bombardeo al Estadio de Francia y la toma de rehenes en el Bataclan, también en París
- Los ataques con automóviles en Francia, Inglaterra y España
La lista es escalofriantemente larga, precisa y los métodos son muy evolucionados en comparación con las antiguas tácticas utilizada por grupos terroristas predecesores de ISIS.
Algo también nunca visto es la noción de estado nación con la que se autodenomina el grupo terrorista, lo que hace pensar que la amenaza de ISIS en Europa no está tan cerca de desaparecer como el mundo quisiera. La filosofía de este grupo terrorista es lo que le ha permitido crear raíces profundas en las sociedades europeas, atrayendo a jóvenes musulmanes en su mayoría, o con deseos de convertirse al islam, alienados por sociedades que tienden y siempre han tendido a ser temerosas de extranjeros y aún más, extranjeros en las cantidades exorbitantes en las que han llegado a Europa en la más reciente ola de migración.
Se hace necesaria la comparación entre el grupo terrorista y la bestia mítica de hidra, la cual cuando se le cortaba una cabeza el único resultado era que surgieran otras dos. El destruir los bastiones de ISIS sin duda lo ha debilitado, pero si se quiere terminar con la amenaza de ataques terroristas, el cambio tendrá realmente que ser más de una naturaleza interior y con un giro mucho menos militar de lo que se ha manejado hasta el momento, el odio arraigado entre ambas culturas no puede hacer más que crecer si no se resuelve la raíz fundamental que ha alimentado al mismo durante cientos e incluso miles de años.
En conclusión, la posibilidad de ataques continua siendo alarmantemente alta en el territorio europeo y eso, es problema de todo el mundo civilizado y todos los seres humanos.
Latin American Post | Julio C. Cruz Alcalá