Lo que se sabe de la reforma pensional de Duque: no ataca el principal problema
Sólo uno de cada cuatro colombianos se pensiona, por lo que el objetivo debe ser aumentar la cobertura, pero también recortar los subsidios
“En pensiones, es imposible en Colombia hacer una reforma en la cual cada uno pague lo que le corresponde” dijo el Ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla, electo por el presidente Iván Duque, en entrevista con el periódico El Tiempo.
Read in english: What is known about Duque's pension reform: it does not attack the main problem
Lo que dice Carrasquilla tiene algo de verdad, en este país, debido a la alta inequidad y la informalidad del mercado laboral, es altamente improbable que los aportantes al sistema pensional reciban lo mismo que aportaron a la hora de pensionarse. Sin embargo, no por eso se debe dejar de intentar que el sistema sea lo más justo posible.
Lo más importante, en este sentido, debe ser formalizar a los trabajadores, integrarlos en el sistema pensional y aumentar la base de aportantes, para que así el fondo pensional del país de abasto. Así, si bien no todos los pensionados recibirían exactamente lo que aportaron, a causa del desbalance entre lo que aportan los más pobres y los más ricos, por lo menos todos recibirán algo, más o menos proporcional, a lo que aportaron.
De lo poco que se sabe de la reforma al sistema pensional de Iván Duque, algo que el presidente ha recalcado cómo clave en su gobierno, la intención puede ser la correcta, pero algunos detalles la desvían del principal problema.
El noticiero del medio día de Caracol, reportó que los subsidios a las pensiones aumentarán de 75 mil pesos mensuales a 250 mil, algo que indica que de ser verdad, la propuesta estaría amenazando a la sostenibilidad del sistema.
Una propuesta con buenas intenciones
Refiriéndose a una posible reforma pensional, RCN Radio citó a Iván Duque afirmando que “no aumentará la edad de pensión, pero sí hay que formalizar la base de los cotizantes y establecer el mismo esquema para todos".
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Ahí radica el verdadero problema del sistema pensional en Colombia. Estudios de la CEPAL muestran que en Colombia solo 24% de los pensionados reciben una cantidad mensual por encima del salario mínimo, y sólo 5% entre las mujeres. Según la misma organización, en otros países de la región cómo México, Argentina y Brasil, el promedio de pensionados que reciben por encima del salario mínimo se encuentra alrededor del 90%.
El objetivo primario de cualquier reforma pensional en Colombia debe ser aumentar la base de cotizantes, algo que el presidente Duque parece tener claro. Descartando el aumento en la edad de jubilación, que no hace nada para garantizar la sostenibilidad del sistema pensional ante la ‘bomba social’ que se avecina, Iván Duque demuestra que, por ese lado, tiene una propuesta bien orientada.
¿Qué es ‘Bomba social’?
‘Bomba social’ es el término que se adoptó para describir el fenómeno poblacional en Colombia. Si bien antes la pirámide poblacional del país tenía forma triangular, con una base amplia de trabajadores jóvenes y una punta angosta de pensionados, con el envejecimiento de la base de trabajadores ahora está adoptando una forma de barril. Esto es problemático, pues pronto, el grueso de la población que antes trabajaba y aportaba para garantizar los ingresos de los pensionados, será pensionada y no habrá una base trabajadora de igual tamaño para soportarla.
Lo que ignora Duque
Si bien el supuesto aumento en los subsidios a las pensiones en general puede significar que el costo estatal del sistema de pensiones aumente, poniendo en riesgo su sostenibilidad, esa no es la única ni la principal amenaza.
Los regímenes especiales de jubilación, por ejemplo, cómo los de la policía, las fuerzas militares y los magistrados, tienen negociados términos favorables con el gobierno, y reciben beneficios como jubilación temprana.
Los regímenes especiales son extremadamente costosos y son financiados exclusivamente por el Estado. El Espectador reporta que este año se destinarán 41 billones de pesos a las denominadas ‘pensiones no financiadas’. Esta cifra equivale a un 4,2% del producto interno bruto nacional, y sólo beneficia a 2,1 millones de colombianos.
Si Duque teme al aumento del gasto estatal en materia de pensiones, y en serio quiere cambiar la solución de los subsidios por una que prime el aumento de la base de aportantes y la formalización de los trabajadores, no puede ignorar el enorme gasto que implican los regímenes especiales. No se debería poder hablar de reforma pensional y de gasto estatal sin siquiera contemplar esta enorme salida de recursos: es el elefante blanco de la discusión pensional.
LatinAmerican Post | Pedro Bernal