La corrupción se ha convertido en un cáncer que ya ha enfrentado a todas las ramas del poder público colombiano

Los escándalos de corrupción en Colombia ya han hecho metástasis. Son innumerables los escándalos de corrupción que llenan los titulares de los periódicos nacionales día a día. De todos estos, uno de los más resonados es el que implica a la multinacional brasilera Odebrecht, que ha involucrado a funcionarios de todas las ramas del poder público en Colombia y en otros países latinoamericanos.

Según las investigaciones, la empresa brasilera es responsable de crear y diseñar una enorme maquinaria de corrupción con el fin de intervenir en los diferentes ámbitos de la política para adjudicarse contratos en proyectos de construcción e infraestructura. Lo que resulta aún más preocupante es que el caso de Odebrecht ha implicado a jueces, congresistas e incluso a quienes fueron, en su momento, candidatos presidenciales.

En la rama legislativa, la Corte Suprema de Justicia ha iniciado un proceso de investigación a cinco Congresistas de la República, entre ellos el ya capturado Bernardo ‘El ñoño’ Elías, Plinio Olano Becerra, Antonio Guerra de La Espriella, Ciro Rodríguez y, quien hace unas semanas se entregó a la justicia, el Senador Musa Besaile. Lo anterior no ha hecho más que desatar un fuerte debate sobre la corrupción en Colombia que ha obligado a todos los sectores del espectro político del país a pronunciarse, teniendo en cuenta que la gran mayoría de partidos y movimientos políticos en Colombia han dado el aval a personajes que, hoy, están condenados o investigados por corrupción.

Incluso, los procesos de los Congresistas han involucrado a algunos de los magistrados de la propia Corte Suprema de Justicia, quienes han sido acusados de corrupción mientras ejercieron como jueces en dicha corte. Quienes fueron magistrados, Leonidas Bustos y Gustavo Malo, han sido salpicados por la investigación a Musa Besaile y fueron acusados de  recibir  dineros para ‘engavetar’ los procesos que implicaban al Senador.  

El escándalo, conocido como “el cartel de la toga”, ha puesto en crisis a toda la Rama Judicial, obligando a que la Corte Suprema de Justicia a pedir la renuncia del Magistrado Malo quien, junto a Bustos, serán investigados por la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes. Al respecto, muchos de los funcionarios públicos más influyentes del país han manifestado la necesidad de hacer una reforma de fondo a la justicia, e inclusive, ha llevado a algunos a plantear que la única solución posible para el problema de la corrupción en la Rama Judicial es una Asamblea Nacional Constituyente.

Por último –aunque no menos escandaloso—es la supuesta financiación de la empresa brasilera Odebrecht en las campañas presidenciales de Óscar Iván Zuluaga, que fue candidato por el Centro Democrático, y del actual presidente, Juan Manuel Santos. Las denuncias por la entrada de dineros de Odebrecht en las campañas ha provocado, primero, que Zuluaga renuncie casi de manera definitiva a sus aspiraciones presidenciales en 2018 y a que figuras públicas como el Ex presidente Andrés Pastrana pidan al Congreso un Juicio por Indignidad al Jefe de Estado.

La corrupción en Colombia se ha convertido en un cáncer que, definitivamente, ya ha enfrentado a todas las ramas del poder público y a muchos de los funcionarios del Estado y resulta urgente y necesario tomar medidas al respecto.

Latin American Post | Sergio Arrieta Vera