Realidades insólitas de vivir en Venezuela
El venezolano tiene que convivir a diario con situaciones que en ningún lugar del mundo se ven. Algunas incluso terminan rayando en lo absurdo e inentendible
Para nadie es un secreto la severa crisis social, política y económica que atraviesa Venezuela a raíz del nefasto régimen de Nicolás Maduro. Sin embargo, y sobre todo para quienes están por fuera del país, hay una serie de realidades insólitas que padecen los habitantes de esa tierra. Escenarios que al más aventurero de pensamiento deja totalmente perplejo.
Pese a que son muchas las cosas exageradamente vergonzosas que atraviesan los ciudadanos de la nación caribeña, en este texto se resumen cinco de esas situaciones con las que tienen que lidiar a diario y los lleva a perder cualquier tipo de energía moral, física e incluso espiritual.
1. ¿Comprar efectivo?
Aunque parezca absurdo, los venezolanos han llegado al extremo de tener que comprar efectivo. ¿Qué sucede?, El bolívar, moneda de ese país, está tan devaluada que no alcanza el dinero en la calle. A diario las cosas duplican su valor y cualquier billete no es suficiente. Además, la salida del papel moneda de forma ilegal a Cúcuta, en donde se cambia por pesos o dólares, hace que haya mucho menos dinero en la calle y genera problemas de toda índole.
Lo otro que pasa es que como el bolívar se ha devaluado a un punto mínimo, la población maneja papel de muchas denominaciones. Comienza con 20 bolívares y tras muchos billetes de diferente monto de por medio se llega hasta el de 100mil. Situación que genera que muchas personas carguen montos de baja denominaciones pero en cantidades exorbitantes.
2. Trabajadores atletas
Hoy en día el país caribeño está tan afectado que la crisis ha traído un poderoso impacto sobre el parque automotriz y por supuesto el sistema de transporte. A los proveedores del servicio público ya no les da la base para comprar repuestos ni cauchos a sus vehículos y por ende muchas menos unidades (buses, taxis) hay en la calle y se termina generando un profundo problema de movilización, que ha conllevado a que el venezolano se haya convertido en un experto atleta. Pues para salir a trabajar o a realizar cualquier diligencia, la gran mayoría debe caminar por horas para llegar a su destino.
3. Timos al consumidor
El gobierno de Maduro y debido a sus acciones es sin duda un gran ejemplo de viveza y corrupción, hecho que ha brindado la posibilidad de que muchos habitantes se tomen de dicho ejemplo y hagan cualquier tipo de trampa para hacer dinero.
Es normal ver en Venezuela una harina de maíz o de trigo ligada con cal o con piedra picada. Así como también es natural observar cómo se rinde el champú con cualquier otro tipo de detergente común e incluso agua, todo con el objetivo de conseguir una mayor ganancia.
4. Robos absurdos
En Venezuela, por eso mismo de que el efectivo no vale nada y casi todo lo de valor se está acabando, los bandidos se han dado a la tarea de robar las cosas más insólitas que se les pase por la cabeza.
Actualmente, entre muchas otras cosas hurtadas, los amigos de lo ajeno han decidido adueñarse de cosas como: alcantarillas de la calle, estatuas, cableado eléctrico y de internet, e incluso y para colmo, últimamente se dan a la tarea de quitarle el aceite de motor y gasolina a carros particulares para luego revendérselos a otros nuevos consumidores.
5. ¿Policías o ladrones?
Y para mal de males, una realidad nueva que tienen que atravesar los ciudadanos del país caribeño ante tanta decadencia que hay en las instituciones públicas, es que la Guardia Nacional y Policía se hayan convertidos en los nuevos malhechores de la patria.
Recientemente fue expuesto por medios nacionales que algunos integrantes de los cuerpos de seguridad, con la excusa de tener un uniforme y en medio de un procedimiento de revisión, han llegado al punto de robarles cosas de valor (celulares, tablets, relojes, dólares) a los habitantes. Los bajan de las unidades de transporte y los requisan hasta conseguir su cometido y despojarlo sin explicación alguna.
Latin American Post | Freddy González