8 reflexiones que dejó el temblor de México
Luego del caos, hay tiempo para pensar
1) El gobierno no tuvo la capacidad para salvaguardar a sus ciudadanos. El temblor evidenció que en los puestos en dependencias gubernamentales de rescate no hay personal suficiente para brindar apoyo científico y técnico ante los desastres ¿por qué? Porque en donde debería haber un ingeniero hay una persona que está allí sólo por ser amigo del jefe o pertenecer al partido político en el poder, es decir son puestos políticos que son otorgados por una cuota partidista o amiguismo. Mientras tanto, los jóvenes egresados como ingenieros, arquitectos, médicos, entre otros, siguen sin empleo
2) Sin que nadie dijera a los ciudadanos qué hacer, cómo conseguir alimentos, dónde entregarlos, cómo organizarse: ¡lo lograron! No hubo necesidad de ponerle “peros” o barreras a todo. Los ciudadanos se organizaron con autonomía y libertad. Contrario al pensamiento que describía a los jóvenes, millennials, reguetoneros, etc., como personas apáticas política y socialemente, el 19-S fue un hito.
3) Las redes sociales fueron el medio que movió la gran mayoría de la ayuda. Tan fue así que se logró romper el récord en la plataforma de activismo social Change.org para presionar a los políticos para regresar el dinero de las campañas a los damnificados. Se logró porque hoy todos los partidos están discutiendo eso.
4) Se evidenció el desprecio por la clase política mexicana. Existen varios videos difundidos en redes sociales que dan cuenta de ello. Por ejemplo, el vídeo en el que le dan un zape (golpe en la cabeza) al Secretario de Gobierno, Miguel Ángel Osorio Chong; otro en el que patean y correrán al delegado de Xochimilco; otro más en el que reclaman al gobernador de Morelos que dejara de robarse la ayuda; y hasta el mismo presidente de México cuando visitó su tierra natal, Estado de México, le tocaron fuerte críticas.
5) Graco Ramírez, el gobernador que se quiso beneficiar de la catástrofe. Después del sismo, la ayuda comenzó a fluir a Morelos. Sin embargo, el gobierno buscó acaparar todos los víveres para que el gobernador, Graco Ramírez, se promocionará políticamente. Ante ello, la policía retenía camiones con víveres y no los repartía, porque según ellos, no había bolsas para distribuir las despensas. Ante ello, los ciudadanos se organizaron por redes y burlaron los caminos que el gobierno controlaba para llevarse los víveres. Con ello, se entregaban directamente a quienes realmente lo necesitaban.
6) Las grandes empresas demostraron cuan tacañas pueden llegar a ser en tiempos de crisis. En un principio, las empresas sirvieron como intermediarias para que los ciudadanos donaran. Después por la presión social, en redes sociales, empezaron a donar materialmente; sin embargo, a quien se vio en los supermercados y en las calles eran a ciudadanos y pequeños empresarios que buscan donar o aportar algo de lo poco que tenía pero ¿cuántos de ellos se habrán endeudado? ¿Cuántos pequeños empresarios habrán tenido pérdidas y pese a ello donado? ¿Cuántas personas habrán dejado de trabajar por ir a ayudar, pese a qué los podían despedir? ¿Cuántos…? En cambio empresas multinacionales donando tan poco, después que se han hecho tan ricos.
7) La corrupción es tan grande que sigue matando gente. Muchos edificios que se derrumbaron el pasado 19 de septiembre no eran edificios que se hubiesen construido antes del temblor de 1985, sino que eran jóvenes tenían entre 20-29 años entonces ¿Por qué colapsaron si se supone tenían un reglamento mucho más estricto? ¿Quién autorizo esas edificaciones?
8) Los medios de comunicación tradicionales quedaron rebasados. Televisa, TV Azteca e Imagen Televisa de poco sirvieron en la difusión de noticias verdaderas. El caso más claro fue la mentira histórica de Frida Sofía. Una niña que jamás existió y Televisa, principalmente, le dio todo su apoyo mediático; mientras en el edificio Álvaro Obregón 286, las personas aún con vida seguían esperando la ayuda, y de la cual, sólo se han rescatado cuerpos, personas sin vida.
Latin American Post | Leonardo Daniel Solís