Venezuela no tiene la fuerza política necesaria
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¿De qué le sirve al país tener un líder opositor que no cuenta con el apoyo militar?
Una semana caótica ha tenido Venezuela. Primero comenzó con la posesión del segundo mandato de Nicolás Maduro, quien a pesar de las críticas internacionales decidió subir al poder, en una ceremonia en la que enalteció la revolución venezolana y la figura de Hugo Chávez. Hasta tuvo tiempo de hacer quedar mal a Duque, afirmando que Simón Bolívar había sido el libertador de la patria, y no el Capitán América.
Sin embargo en medio de ceremonias inútiles, hubo una persona que se robó el show: Juan Guaidó. Probablemente el fin de semana pasado fue la primera vez que escuchamos su nombre. Pues bien, Guaidó se declaró presidente de la Asamblea Nacional, la cual desde el 2015 está en poder de la oposición venezolana.
Mediante un cabildo abierto Guaidó se presentó como el presidente interino de Venezuela y en medio de la confusión de tener dos presidentes, la comunidad internacional decidió apoyarlo. Sin embargo, durante el fin de semana Guaidó fue capturado, y después liberado. Tengo que aceptar que cuando lo retuvieron, pensé en que otra novela política al estilo de Leopoldo López se iba a gestar en Venezuela. Pero no fue así, e inclusive los policías que gestionaron su captura fueron enviados a la cárcel.
Pero este político de la oposición poco o nada puede hacer para luchar contra el régimen de Maduro. Primero, y reitero, su nombre no es tan conocido para los venezolanos. Segundo, ¿realmente lo que plantea es contundente para que reciba el apoyo necesario? Tercero ¿ a quien va a gobernar?
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La figura de Juan Guaidó no tiene que representar esperanza para un pueblo agobiado y doliente. Tiene que representar fuerza, cambio, y demás. Si no mueve sus fichas como es debido, Guaidó puede resultar como otro Leopoldo López. Es que cada vez que la oposición se visibiliza es un problema. Pueden generar una expectativa, pueden hacer marchas, pueden denunciar, pueden condenar a Maduro, pero les hace falta ese toque, esa chispa que haga explotar todo. Esa chispa no es nada menos y nada más que el apoyo militar.
Hasta que las fuerzas militares de ese país no decidan intervenir e irse en contra del régimen de Maduro, la oposición no podrá tomar las riendas del país de nuevo. Ya comenzaron por algo, pues un grupo de militares venezolanos desconocieron a Nicolás Maduro como presidente del país. El problema es que ese grupo está radicado en Lima, Perú y no en Venezuela, que es por donde se tiene que empezar.
De pronto hacen caer en cuenta a los que están en Venezuela, y esos atienden el llamado de Guaidó, quien afirmó que “Tenemos al pueblo, nos faltan los militares”. De pronto se dejan seducir por la salida que Guaidó plantea que aquellos militares que hayan apoyado el régimen de Maduro se les perdonará y se les dará el chance de hacer lo correcto. Una solución, que hasta el momento, me parece que no es lo suficientemente convincente para que se cambien de bando.
Entre tanto Guaidó plantea volver a salir a las calles para protestar en contra del régimen de Maduro, algo que no se hacía desde el 2017 cuando las cifras de manifestantes ascendieron a 130. La primera marcha del año será el 23 de enero, vamos a ver que tanto apoyo recibe o que tan ignorada y reprimida resulta. Lo que es claro es que Guiadó tiene todas las de perder si no realiza un movimiento claro y atractivo para los militares venezolanos. De no ser así, resultará en otro intento fallido en el que la oposición de Venezuela no logre nada.
LatinAmerican Post | Laura Viviana Guevara Muñoz
* La opinión del redactor no representa la del medio