Venezuela y el silencio de la izquierda latinoamericana
Después de más de 60 días de protestas y un número similar de muertos, algo me queda claro. El silencio de la izquierda latinoamericana raya en lo criminal.
Yo entiendo las coincidencias ideológicas y las respeto, eso hace parte de vivir en una sociedad libre; Lo que no se puede permitir es, que bajo esas coincidencias ideológicas, el silencio sirva como anuencia a la violación de los derechos civiles de todo un país.
No estoy aquí para criticar a la izquierda por su políticas, muchas de las cuales me parecen acertadas; Estoy aquí para hacer un llamado a que el silencio que muchos de los militantes de la izquierda latinoamericana se acabe. Así como gritan por la muerte de cada líder sindical, social o cultural – Lo cual debemos hacer todos independiente de la esquina política a la que pertenezcamos – también deben alzar la voz por cada persona agredida, asesinada, encarcelada injustamente por el régimen de Maduro.
Desde el punto de vista humanitario es lo correcto. El silencio ante las violaciones de los derechos de las personas es una cuestión de simple supervivencia. No olvidemos que hoy unos son los agredidos, pero en el cambio de la historia, y ésta siempre cambia, pasarán a estar fuera del poder y serán juzgados por estas violaciones, y en algunos casos, pueden llegar a ser las futuras víctimas de agresiones por sus antiguas víctimas
Desde el punto de vista cultural se ve claramente en Colombia, donde la anuencia de algunos sectores con los paramilitares en los 80s y 90s, dió a un desprestigio generalizado de esa alianza, conocida hoy como la parapolítica, donde el escarnio público ha cerrado espacios sociales a personas tan influyentes como el expresidente Alvaro Uribe – Aclaro, no estoy defendiendo, ni acusando a nadie. En la izquierda lo mismo pasa con el ex-alcalde de Bogotá Gustavo Petro a quien, después de 30 años de cerrado el proceso de paz con el M-19 siguen tildando de guerrillero
Desde el punto de vista político, es aún más claro. La supervivencia de los partidos políticos de la izquierda latinoamericana depende de no guardar silencio ante el régimen de Maduro. En Colombia ese silencio sirve de munición para los partidos de derecha, asustando a los ciudadanos diciendo que si la izquierda llega al poder – miedo creciente con el proceso de paz con las FARC- nos convertirán en la siguiente Venezuela.
Es esta miopía es la que puede llevar al desprestigio generalizado de la izquierda latinoamericana. O acaban con su silencio o desaparecen de la arena política
LatinAmerican Post | Ricardo Avella