ANÁLISIS

Violencia electoral en México: un llamado a la protección y la paz

El gobierno mexicano reconoció el asesinato de 15 candidatos electorales y recibió más de 100 solicitudes de protección en medio de una escalada de violencia. Esta inquietante tendencia antes de las elecciones del 2 de junio subraya la urgente necesidad de medidas de seguridad integrales para todos los candidatos.

Mientras México se prepara para su evento electoral más grande de la historia, con más de 20.000 puestos en juego el 2 de junio, la atmósfera preelectoral se ve empañada por una inquietante ola de violencia contra los candidatos políticos. El gobierno mexicano, reconociendo la gravedad de la situación, confirmó el asesinato de 15 candidatos desde que comenzó la temporada oficial de campaña el 1 de octubre. Además, se han presentado más de 100 solicitudes de protección de candidatos que temen por su seguridad.

Respuesta del gobierno y recuento oficial

Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, detalló en conferencia de prensa que entre las víctimas dos eran candidatos registrados oficialmente, cinco precandidatos y ocho aspirantes, que simplemente expresaron su intención de postularse para el cargo. El gobierno mexicano, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha prometido garantizar la seguridad de los candidatos, empleando un plan que incluye el despliegue de la Guardia Nacional en zonas plagadas de inseguridad.

Este recuento oficial de homicidios es el primero publicado por el gobierno mexicano y es notablemente inferior a las cifras reportadas por organizaciones civiles. Por ejemplo, la consultora Data Int reportó 28 asesinatos relacionados con las elecciones, mientras que Data Cívica documentó 10 en los primeros dos meses de 2024 y 11 adicionales en la segunda mitad de 2023.

Rodríguez reveló una estrategia de colaboración con el Instituto Nacional Electoral (INE) para atender rápidamente las necesidades de protección de los candidatos federales, prometiendo una resolución en 72 horas. Al 1 de abril, se presentaron 108 solicitudes de protección, y la mayoría de ellas se atendieron con prontitud.

Alcance de las solicitudes de protección

Las solicitudes abarcan diversas ambiciones políticas, incluidos tres candidatos presidenciales, siete aspirantes a gobernador, 27 contendientes al Senado y 71 aspirantes legislativos. Muchas de estas solicitudes provinieron de candidatos afiliados al partido gobernante, aunque miembros de la oposición buscaron protección.

La situación en México refleja una tendencia más amplia de violencia electoral en América Latina, donde países como Colombia, Honduras y Brasil han experimentado desafíos similares. En Colombia, por ejemplo, las elecciones de 2022 estuvieron marcadas por amenazas y ataques contra candidatos y activistas, lo que puso de relieve el problema generalizado de la violencia política en la región. Honduras ha visto una buena cantidad de violencia política, con candidatos y miembros de partidos atacados en el período previo a las elecciones. Brasil también enfrentó una mayor violencia electoral durante su campaña presidencial de 2022, lo que ilustra la necesidad en toda la región de reforzar las medidas de seguridad para las figuras políticas.

Un llamado a la colaboración regional

La escalada de violencia contra candidatos políticos en México no es sólo una crisis nacional sino también una preocupación regional, que refleja la volátil intersección de la política, el crimen y el malestar social en América Latina. La respuesta del gobierno mexicano, aunque es un paso en la dirección correcta, subraya la necesidad de un esfuerzo más sólido y coordinado para salvaguardar el proceso democrático y garantizar la seguridad de todos los candidatos, independientemente de su afiliación política.

Mientras México se prepara para estas monumentales elecciones, la comunidad internacional y los socios regionales deben monitorear de cerca la situación, ofreciendo apoyo y colaboración para abordar las causas subyacentes de la violencia electoral. Garantizar un proceso electoral pacífico y justo en México es crucial no sólo para la integridad democrática del país sino también como modelo para combatir la violencia electoral en toda América Latina.

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El reconocimiento por parte del gobierno mexicano de los asesinatos y el aumento de las solicitudes de protección de los candidatos es un crudo recordatorio de las amenazas a la democracia y la paz en la región. A medida que los países latinoamericanos continúan lidiando con los desafíos de la violencia política, el papel de la comunidad internacional en el apoyo y promoción de entornos electorales seguros se vuelve cada vez más vital. Las próximas elecciones de México son un momento crítico para la nación y la región, destacando el imperativo de estrategias de seguridad integrales y una postura unida contra la violencia en la arena política.

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