Caracoles marinos: ¿la clave para entender la memoria?
Nuevas investigaciones con estos animales abren la puerta al mejor entendimiento del funcionamiento de la memoria
La revista eNeuro, dedicada a la divulgación de avances y noticias en el campo de la neurociencia, ha publicado los resultados de una investigación realizada en caracoles marinos por científicos de la Universidad de California en Los Ángeles.
La investigación tenía como objetivo probar si era posible transferir las memorias de un animal a otro, para esto el profesor David Glanzman y su equipo de investigadores decidieron realizar pruebas con varios ejemplares de Aplysia californica, una especie de caracol marino en la cual es fácil estudiar la memoria debido al gran tamaño de sus neuronas.
Las pruebas consistieron en administrar una serie de pequeños choques eléctricos a los caracoles para obtener una respuesta defensiva. La primera vez que los caracoles recibieron un choque, estos contrajeron sus cuerpos por aproximadamente un segundo para evitar los choques y después regresaron a su estado normal. Los científicos continuaron administrando los choques hasta que los caracoles se sensibilizaron a éstos y comenzaron a permanecer con los cuerpos contraídos hasta por cincuenta segundos.
Para la siguiente etapa de las pruebas, los investigadores tomaron ácido ribonucleico de los caracoles sensibilizados y lo inyectaron en algunos especímenes de otro grupo de caracoles para posteriormente darles pequeños choques también. Los caracoles que no fueron inyectados con el ácido se contrajeron por un segundo, mientras que los que sí recibieron el ácido permanecieron contraídos por cincuenta segundos, como si recordaran los choques a pesar de ser la primera vez que los recibían.
Por último y para corroborar los resultados, los científicos tomaron neuronas de los caracoles sin el ácido y las impregnaron con él para estudiarlas, fue ahí donde vieron que las neuronas también respondieron como si ya estuvieran acostumbradas a la reacción ante los choques.
Glanzman mencionó que este experimento puede ayudar la futura creación de tratamientos para enfermedades relacionadas con la memoria, como Alzheimer y trastorno por estrés postraumático, pues tal vez un día se puedan modificar, transmitir y reprimir memorias. Pero también dijo que aún falta tiempo para que esto sea posible.
El profesor se mostró optimista al decir que espera que otros equipos de investigadores repliquen este experimento pero con diferentes animales, con la esperanza de que esto acelere la adquisición de nuevos conocimientos. También aprovechó para mencionar que los caracoles en los cuales se llevó a cabo el experimento no fueron dañados a pesar de la naturaleza de la investigación, pues se les daban choques eléctricos muy leves, sólo lo suficientemente fuertes como para obtener una respuesta.
Como existen diferentes tipos de ácidos ribonucleicos y estos llevan a cabo diferentes funciones, el equipo de Glanzman ahora se centrará en probar distIGNORE INTOs tipos de ácido ribonucleico, para ver cuáles de éstos tienen más impacto sobre la memoria.
Latin American Post | Alan Rosas González
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