Cómo la IA de Vanguardia Reveló Nuevas Líneas de Nazca en Perú

Un enigma centenario, extendido por las abrasadas llanuras del sur de Perú, está ganando una nueva claridad gracias a la inteligencia artificial. Ahora, herramientas modernas de cartografía están ofreciendo nuevos conocimientos sobre las Líneas de Nazca, de 2.000 años de antigüedad, revelando cientos de diseños inéditos que replantean la visión arqueológica de la vida antigua.
La Búsqueda Evolutiva de Geoglifos Ocultos
Durante décadas, los investigadores han recorrido la Pampa de Nazca, una planicie abrasada por el sol a 500 metros sobre el nivel del mar. Analizando fotografías aéreas e imágenes satelitales, identificaron 430 “geoglifos” figurativos: antiguos contornos de animales, personas y formas trazados en la tierra mediante la remoción de la capa superficial más oscura. Estos dibujos lineales parecen espectaculares y enigmáticos, pero encierran secretos. Una colaboración impulsada por inteligencia artificial permitió a los investigadores adentrarse aún más en rincones remotos del desierto. Esta acción condujo al descubrimiento de 303 nuevas figuras de superficie. La publicación de este hallazgo extraordinario en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences casi duplica el número de geoglifos reconocidos hasta ahora.
Hasta ahora, los exploradores dependían de aviones o satélites para captar detalles sutiles del terreno, pero muchos patrones parciales o débiles pasaban desapercibidos. El nuevo enfoque dividió el desierto en una cuadrícula de diminutos “mosaicos”, cada uno analizado por su potencial de contener un geoglifo. Además, científicos de la Universidad de Yamagata y de IBM Research utilizaron “aprendizaje por transferencia”, entrenando primero a la IA con fotos convencionales antes de adaptarla al entorno específico de Nazca. Esta táctica ingeniosa resolvió el problema de tener pocos datos originales, permitiendo que el modelo predijera o destacara rápidamente formas posibles. Luego, un equipo humano verificó cada hallazgo en el terreno, combinando poder digital con experiencia directa.
Los nuevos geoglifos detectados se encuentran mayoritariamente a lo largo de antiguos caminos. Muchos son de tamaño modesto —algunos no superan el tamaño de un autobús— y representan personas, animales domésticos o cabezas desmembradas. “Eso apunta a un contexto personal o de pequeños grupos”, explicó el Dr. Masato Sakai, investigador principal de la Universidad de Yamagata. En contraste, los antiguos geoglifos de gran escala y tipo “línea”, que muestran animales salvajes, probablemente cumplían funciones rituales comunales, ubicados cerca de redes ceremoniales para congregaciones amplias.
Revelaciones sobre la Vida Cotidiana y los Rituales
Más allá del aumento en la cantidad total, los nuevos geoglifos descubiertos aportan matices a la historia de la cultura Nazca. La presencia de camélidos domesticados o cabezas humanas sugiere aspectos de la vida diaria o prácticas espirituales centradas en la interacción con el ganado y referencias al sacrificio humano. Algunos geoglifos se hallan a apenas 12 metros de antiguos senderos, lo que sugiere que los viajeros se detenían a observar o interactuar con estos diseños —posiblemente para reforzar creencias o marcar reuniones locales. Mientras tanto, representaciones más grandes, en regiones más alejadas, se sitúan a unos 10 metros de líneas significativas o redes trapezoidales, lo que subraya su posible uso como santuarios comunales para ceremonias organizadas.
La idea de que los geoglifos grandes cumplían funciones rituales colectivas y los pequeños se usaban para devociones personales concuerda con un patrón cultural más amplio. Investigaciones anteriores propusieron que figuras icónicas como el colibrí, la araña o el mono funcionaban como señales cósmicas para peregrinaciones —algunas alineadas con ciclos estelares, otras como guías a través del desierto andino. Ahora, esta nueva riqueza de arte figurativo a microescala abre la puerta a análisis más detallados sobre las sutilezas sociales y simbólicas. El equilibrio entre motivos íntimos y cotidianos y bestias míticas grandiosas sugiere que los Nazca tejieron múltiples capas de significado en su tapiz desértico.
Al carecer de una lengua escrita, la población tuvo que apoyarse en imágenes. Es probable que las usaran como mapas mentales, ilustrando relaciones vitales entre humanos, animales y deidades. Combinados con fragmentos de cerámica y restos datados por carbono, los geoglifos de la Pampa de Nazca abren una ventana panorámica a 15 siglos de una sociedad enfrentando extremos ambientales. Las voces perdidas de la civilización Nazca resuenan en cada línea grabada sobre la superficie.
Proteger una Herencia Frágil
Pero en este mosaico efímero, se ciernen amenazas modernas. La expansión de carreteras, el turismo desregulado y el vandalismo ocasional ponen en riesgo los geoglifos. La corteza del terreno es extremadamente frágil: una sola marca de neumático puede durar años. Los nuevos dibujos detectados intensifican los llamados a una conservación sólida. Gracias al mapa generado por IA, las autoridades locales ahora tienen una visión más clara sobre dónde cercar, señalizar o vigilar para evitar más daños.
Cada descubrimiento es una parte valiosa de la memoria cultural. La designación de Patrimonio Mundial de la UNESCO para Nazca exige una administración rigurosa, pero obstáculos financieros y burocráticos dificultan su aplicación en las vastas llanuras. Un mayor reconocimiento puede aumentar la afluencia de visitantes, lo que genera tensiones entre mostrar estas maravillas y preservar sus delicadas formas.
El éxito de la IA resuena más allá de Perú. Arqueólogos ven potencial en métodos similares de escaneo de imágenes en todo el mundo. Buscan templos perdidos en las selvas de Camboya o recintos de piedra en las sabanas africanas. La conexión entre algoritmos avanzados y conocimiento local permite avances arqueológicos sin destruir los sitios. A medida que la IA se perfecciona, puede acelerar la reescritura de la historia humana en lugares que se creían exhaustivamente explorados.
Para Perú, el puente entre tecnología y patrimonio cultural fomenta un renovado orgullo. Las Líneas de Nazca, grabadas mayoritariamente entre el 100 a.C. y el 700 d.C., recuerdan al mundo que pueblos antiguos superaron condiciones desérticas extremas para crear una obra maestra duradera y enigmática. Aunque su significado exacto sigue siendo parcialmente esquivo —ya sea como marcadores astronómicos, rituales comunitarios o límites agrícolas— cada nuevo detalle ilumina su complejidad. En una era dominada por lo digital, las líneas arcaicas pueden perdurar siglos más, siempre que la conservación supere a la erosión moderna.
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Ahora que estos 303 nuevos geoglifos enriquecen el lienzo ancestral, la urgencia por protegerlos se intensifica. Desde corredores que conectan pequeñas peregrinaciones hasta símbolos monumentales de adoración comunal, las Líneas de Nazca unifican ambiciones cósmicas con rutinas prácticas. En estos austeros desiertos, la creatividad se entrelazó con la supervivencia diaria, forjando patrones visibles desde el cielo. Si atendemos las lecciones de estos logros arqueológicos recientes, podremos ayudar a preservar este patrimonio frente a los peligros del siglo XXI. Mientras tanto, la nueva sinergia entre la IA y el trabajo de campo sugiere que el capítulo final de los misterios de Nazca aún no ha sido escrito, invitando a los arqueólogos a seguir explorando —tanto en el horizonte polvoriento del desierto como en los conjuntos de datos del mañana.