¿Cuáles son las consecuencias de exponer el cuerpo al frío extremo?
En temperaturas bajo 0°C, el cuerpo humano empieza a sufrir desde congelamiento de extremidades hasta ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares
El frío intenso que durante las últimas semanas ha golpeado casi el 90% de la población en Estados Unidos seguirá causando estragos durante el primer mes del año. Una ciclogénesis masiva, también denominada ‘Ciclón Bomba’, pondrá a más de 40 estados con temperaturas inferiores a 20°C y vientos con velocidades similares a las de un huracán.
De acuerdo con explicaciones de expertos meteorólogos, este ‘ciclón bomba’ se produce debido a la baja presión que se traslada a lo largo de la costa de EE.UU., combinado con alta presión que baja desde Canadá. La fusión de tales factores generan como resultado una disminución extrema de la temperatura y ráfagas de viento equivalentes a las registradas durante una tormenta tropical o un huracán, con entre 64 a 96 kilómetros por hora. Dichas características han conseguido también que la temperatura en algunas ciudades de EE.UU. sea inferior a la de Marte, puesto que en el planeta rojo la temperatura cálida se registra en -18°C, y durante este invierno EE.UU. ha descendido por debajo de los -30°C.
Tanto habitantes como ciudades en EE.UU. están equipados para hacer frente a las gélidas temperaturas, pero la reciente oleada invernal ya ha cobrado la vida de decenas de personas y se convierte en una verdadera amenaza para los ciudadanos.
Consecuencias mortales
Según un informe presentado por la Escuela de Medicina de Harvard, las consecuencias de las temperaturas frías extremas en el cuerpo humano van desde el congelamiento de extremidades hasta ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares.
Indicaciones de la investigación sugieren que los niños y ancianos son las poblaciones más vulnerables a sufrir enfermedades por el frío intenso. Estar expuesto a temperaturas heladas puede aumentar el riesgo de ataque cardiaco, broncoespasmo y pérdida de la visión. Otro reporte publicado hace ya un par de años por el British Medical Journal, expone que una simple reducción de 1 grado centígrado en la temperatura, es suficiente para aumentar en un 2% el riesgo de ataque cardiaco, puesto que el clima frío actúa como vasoconstrictor, lo cual significa que se provoca una reducción en los vasos sanguíneos.
Los pulmones son por supuesto otro de los órganos más afectados. Respirar el aire seco y frío de invierno irrita las vías respiratorias y complica las condiciones de asma o afecciones pulmonares que pueda sufrir una persona.
La congelación de dedos, orejas, pies y ojos también puede producirse de manera rápida cuando se está expuesto a estas temperaturas. En este escenario los vasos sanguíneos se contraen haciendo que la temperatura de la piel disminuya y se cristalicen las células. Estás lesiones empiezan con un simple adormecimiento de la piel o quemadura superficial, pero son una clara señal del enfriamiento extremo en respectiva parte del cuerpo.
¿Cómo evitar estos daños?
Mantenerse en lugares cerrados y evitar salir al aire libre es la manera más efectiva de mantenerse a salvo. Si es necesario salir a exteriores la persona debe asegurarse de usar gafas especiales para bloquear el contacto directo del aire frío con los ojos, utilizar bufanda sobre la nariz para respirar el propio vapor caliente expulsado y por supuesto, vestir varias capas de ropa que permitan mantener la temperatura corporal.
Dentro de casa es importante contar con sistemas de calefacción durante 24 horas y cubrir puertas y ventanas con cobijas o sábanas para evitar el ingreso de pequeñas corrientes de aire helado. Además se sugiere aislar habitaciones que no contengan calefacción y centralizar a todos los miembros del hogar en una mismo lugar para mantener la temperatura.
Latin American Post | Krishna Jaramillo
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