CIENCIA Y TECNOLOGÍA

Desaparecidos en México: tecnología y esperanza en la búsqueda de fosas comunes

Con más de 114.000 personas desaparecidas, México lucha por localizar a sus desaparecidos. Un grupo de científicos está empleando tecnología de vanguardia, como drones e imágenes hiperespectrales, para ayudar en la búsqueda de fosas clandestinas. Sus esfuerzos arrojan luz sobre una crisis creciente.

México, una nación rica en cultura e historia, también está plagada de un doloroso legado de violencia y desapariciones. Según Wired, más de 114.000 personas han desaparecido y el país está plagado de fosas comunes clandestinas, un símbolo innegable de los horrores que enfrentan muchas personas. Mientras México lidia con esta cruda realidad, un grupo de científicos del Centro de Investigación en Ciencias de Información Geoespacial (CentroGeo) está adoptando un enfoque innovador. Su misión es aplicar tecnología, análisis de datos y teledetección para ayudar a encontrar a los desaparecidos.

Uno de los líderes de este esfuerzo, José Luis Silván, es geógrafo de CentroGeo. “Nunca pensé que estaría trabajando en esto, pero si este conocimiento puede ayudar, ahora es el momento de demostrarlo”, dijo Silván a Wired en una entrevista. Inicialmente centrados en el uso de datos satelitales para estudiar la biomasa y las poblaciones humanas, Silván y sus colegas ahora están investigando el potencial de los drones y las cámaras hiperespectrales para detectar fosas clandestinas, una aplicación de la ciencia que podría proporcionar respuestas muy necesarias a las familias desesperadas por cerrar el caso.

Silván y la investigadora Ana Alegre enfatizaron en un artículo reciente en el International Journal of Forensic Science and Criminology que comprender el entorno geográfico es fundamental para comprender crímenes como las desapariciones. “México, con su clima y geografía diversos, ofrece una oportunidad para que la investigación desarrolle nuevos métodos de detección”, escribieron. Desde desiertos hasta bosques, ningún ecosistema en el país se ha librado de los horrores de los entierros clandestinos.

La búsqueda de tumbas: combinación de ciencia y determinación

Entre 2020 y 2022, los medios mexicanos informaron que se encontró al menos un lugar de enterramiento ilegal en cada estado. Localizar estas tumbas es un desafío inmenso, que requiere optimizar todos los recursos e información disponibles. Wired informa que los científicos de CentroGeo han evaluado sistemáticamente herramientas de teledetección (drones, imágenes satelitales y más) para detectar patrones de enterramiento y mejorar sus técnicas de búsqueda.

Pero a pesar de los avances tecnológicos, gran parte del trabajo sigue siendo manual, a menudo dirigido por familiares de los desaparecidos. Solo en 2023, se denunciaron 10.315 desapariciones, con un promedio de 29 personas desaparecidas cada día. Estados como Jalisco, Tamaulipas y Veracruz se encuentran entre los más afectados, mientras que la sociedad civil ha dado un paso adelante sin una intervención gubernamental efectiva. Según Red Lupa, desde 2007 se han formado más de 300 colectivos de búsqueda, muchos de ellos compuestos por familiares que se enfrentan a condiciones peligrosas para buscar a sus seres queridos.

Uno de estos grupos, Unidos por nuestros desaparecidos, opera en Baja California, un estado plagado de desapariciones. Un miembro, que deseaba permanecer anónimo, describió a Wired cómo utilizan herramientas sencillas (como varas largas y puntiagudas) para buscar tumbas. “Introducimos la vara donde sospechamos que se ha removido la tierra, la sacamos y la olemos. Si hay huesos o tejidos, se puede saber por el olor. Es un olor fuerte que es fácil de detectar y huele a materia orgánica en descomposición”.

Si bien algunos grupos han experimentado con tecnologías como el radar de penetración terrestre (GPR), muchos las han encontrado menos efectivas. “El radar nos alertaría de todo, desde latas de metal hasta tapas de botellas”, explicó la misma fuente. Después de múltiples falsas alarmas, volvieron a sus métodos más sencillos, aunque otros colectivos siguen utilizando drones.

El papel de la tecnología en la búsqueda de los desaparecidos

La tecnología, en particular la teledetección, ha sido fundamental para avanzar en la búsqueda de fosas comunes. Wired informa que los científicos de CentroGeo comenzaron a experimentar con cámaras hiperespectrales en 2016. Esta tecnología captura una amplia gama de longitudes de onda de luz, incluidas aquellas invisibles para el ojo humano, lo que la hace ideal para detectar alteraciones en el suelo que podrían indicar fosas.

El equipo de CentroGeo incluso experimentó con Morelos, enterrando siete cerdos y monitoreando el suelo con cámaras hiperespectrales durante seis meses. Los datos revelaron que esa tecnología podía detectar lugares de enterramiento. Aun así, solo resultó efectiva dentro de los tres meses posteriores al entierro, una limitación que los impulsó a buscar alternativas más asequibles y accesibles, como las cámaras multiespectrales.

Si bien los drones equipados con estas cámaras han demostrado ser prometedores, la aplicación más amplia de estas tecnologías en México ha enfrentado obstáculos burocráticos. Aun así, han surgido algunas historias de éxito. Por ejemplo, Wired señala que CentroGeo colaboró ​​con la Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas de Jalisco (COBUPEJ), que ha adquirido equipos de imágenes multiespectrales para apoyar las búsquedas.

Además de utilizar imágenes hiperespectrales y multiespectrales, los investigadores han recurrido al propio entorno en busca de pistas. Los cuerpos en descomposición liberan nutrientes como el nitrógeno en el suelo, lo que afecta a la vegetación circundante. El equipo ha desarrollado modelos para identificar áreas donde podrían estar ubicadas fosas clandestinas mediante el estudio de imágenes satelitales que rastrean los cambios en los niveles de clorofila de las plantas. Si bien no es definitivo, este método se ha empleado en varias iniciativas de búsqueda, incluida Baja, California, que ayudó a limitar las posibles áreas de búsqueda.

La persistencia de las familias y el papel de la ciencia ciudadana

Más allá de la tecnología, la persistencia de las familias que buscan a sus seres queridos se ha convertido en una piedra angular de la lucha contra las desapariciones en México. Colectivos como Unidos por nuestros Desaparecidos a menudo enfrentan riesgos que amenazan la vida, pero continúan organizando búsquedas basadas en pistas, testimonios o pura determinación. “Recibimos información anónima y planificamos búsquedas incluso si no tenemos pistas específicas”, explicó el miembro del colectivo a Wired.

En colaboración con grupos de la sociedad civil como Regresando a casa Morelos y Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León (FUNDENL), los científicos de CentroGeo han creado plataformas para ayudar con las búsquedas. Una de esas herramientas es Huellas de vida, una base de datos que cruza las pertenencias de cuerpos no identificados encontrados en fosas clandestinas con informes de personas desaparecidas. Esta iniciativa, desarrollada con el apoyo del American Jewish World Service, tiene como objetivo brindar un cierre a las familias al comparar los datos sobre los efectos personales encontrados en las fosas con las descripciones proporcionadas por las familias de los desaparecidos.

A pesar de los avances logrados, aún quedan desafíos importantes. “Todavía hay un largo camino por recorrer para evaluar la contribución real de la información geográfica al descubrimiento de escenas del crimen”, dijo Silván a Wired. Uno de los mayores obstáculos es la falta de retroalimentación de las autoridades: los equipos de búsqueda a menudo no saben los resultados de sus esfuerzos. “Incluso con la Comisión Nacional, es difícil obtener alguna confirmación de dónde se han realizado sus descubrimientos”.

Un futuro para los desaparecidos

La crisis de desapariciones en México está lejos de terminar, pero la integración de la tecnología ofrece un rayo de esperanza. Con los avances en imágenes satelitales, tecnología de drones y análisis geoespacial, ahora hay una mayor posibilidad de descubrir fosas clandestinas y brindar respuestas a las familias que han pasado años buscando a sus seres queridos. Wired informa que, en colaboración con organizaciones como COBUPEJ, los investigadores de CentroGeo están trabajando en un libro, Interpretando la naturaleza para encontrarlos, que detalla sus hallazgos y métodos para detectar fosas clandestinas en México.

A medida que la comunidad científica continúa desarrollando nuevas herramientas y estrategias, las familias de los desaparecidos siguen siendo el centro de los esfuerzos de búsqueda. Su determinación y resiliencia, junto con el apoyo de científicos y grupos de la sociedad civil, pueden algún día conducir a la resolución de la crisis de desapariciones de México. Hasta entonces, la búsqueda continúa, impulsada por la esperanza de encontrar a quienes se perdieron en las sombras de la violencia y la corrupción.

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Si bien los avances tecnológicos son cruciales, deben combinarse con un compromiso gubernamental para invertir en esfuerzos sistemáticos de búsqueda y brindarles a las familias el cierre que buscan tan desesperadamente. Como destaca el informe de Wired, el poder de la ciencia ciudadana y la tecnología de vanguardia pueden cambiar el curso de este trágico capítulo en la historia de México.

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